1. Cómo fabricar orgonitas. Parte I: materiales
Postedon agosto 3, 2011 by admin
Como os tenía prometido desde hace mucho, finalmente os explico el proceso que
seguimos para fabricar orgonitas. Es una mezcla entre las indicaciones que
encontré por internet al empezar (en el tercer apartado os colgaré algunos videos),
consejos de otros fabricantes de orgonitas y la propia experimentación. Dedicaré la
primera parte a hablar sobre los materiales que vamos a necesitar:
Resina de poliéster. Es el elemento básico para fabricar orgonitas.
Normalmente viene en paquetes de uno, cinco o veinticinco litros, y se vende
junto con un bote más pequeño, que es el catalizador. En cuanto mezclamos los
dos líquidos, se inicia un proceso que va solidificando la resina hasta convertirla
en un material de textura similar al plástico o al cristal y más resistente que este
último. Durante el proceso, el líquido se caliente mucho, y es por eso que
tendremos que utilizar siempre moldes de cristal o silicona, nunca de plástico
(se fundirían).
Cuarzo. Ya sea en puntas o en trozos más pequeños, cada orgonita tiene que
llevar, al menos, un trozo de cuarzo. Si son grandes yo suelo incluir dos, tres,
cuatro puntas… las que la propia orgonita te pida. Si es una miniorgonita, con
una basta. Y si es unaorgonita jet, o las orgonitas de los chakras, basta con unos
cuantos trozos de cuarzo. Se puede usar cualquier tipo de cuarzo, pero los más
habituales son el cuarzo lechoso (porque es fácil de encontrar, y por lo tanto
barato) o las puntas de cuarzo que encontramos habitualment en cualquier
tienda de minerales.
2. Metal. Y éste es el tercer elemento necesario para las orgonitas: resina,
cuarzo, metal. Se aconseja incluir una espiral de cobre o de aluminio (sirve
cualquier otro metal, siempre que no sea el plomo; no me preguntéis por qué,
pero todo el mundo parece estar de acuerdo en que el plomo es malo; por ahora
no he hecho la prueba, tal vez me decida un día…), y luego virutas de cualquier
otro metal (o del mismo). Las que mejor quedan son las de aluminio, ya que dan
mucha luminosidad a la orgonita (si se incluyen virutas de zinc, por ejemplo, o
las típicas que nos dan en las ferreterías que les sobran al cortar llaves, el brillo
de la orgonita quedará más opacado).
3. Minerales. Esto ya es más opcional, pero nos puede ayudar a convertir la
orgonita en algo con una utilidad más concreta. Aquí es cuando se juega no sólo
con los atributos estéticos de cada mineral, sino con sus propiedades: una
orgonita con turmalina protegerá, con pirita ayudará a atraer bienestar
material, con malaquita nos ayudará a despertar, la orgonita con amatista nos
facilitará la meditación… ¡Imaginad las combinaciones posibles!
4. Estos son los elementos que van dentro
de la orgonita; a continuación, los necesarios para trabajar con los materiales
anteriores y dar forma a la orgonita:
Medidor. Es donde vamos a realizar la mezcla de la resina de poliéster con el
catalizador. Es importante que sea un medidor y no una jarra cualquiera porque
la cantidad necesaria de catalizador irá en función de la cantidad de resina que
utilicemos. Es habitual que calculemos mal y nos sobre o falte líquido, lo que
acaba dando lugar a orgonitas que en principio no tenías pensadas pero que, sin
embargo, suelen acabar siendo de las más bellas…
Moldes. Donde vamos a verter la mezcla una vez ya esté preparada, y donde
pondremos todos los elementos necesarios para la orgonita, es decir, el metal, el
cuarzo, los minerales, las espirales…
5. Recipientes para la mezcla. Éstos no son estrictamente necesarios, pero
ayudan mucho a la hora de trabajar, sobre todo si queremos usar más de un
color. Iremos usando cada recipiente para poner un poco de la resina ya
mezclada con el catalizador y teñirlos. Además, la resina, sobre todo si la
temperatura de la habitación es alta o estamos en verano, puede llegar a
solidificarse muy deprisa, sobre todo si hay mucha cantidad junta: por eso es
recomendable, una vez que la mezcla esté hecha, ponerla en distintos
recipientes más pequeños, así dispondremos de más tiempo para trabajar.
Silicona. Tampoco es del todo necesaria, pero ayuda mucho. Se utiliza para
embadurnar bien los moldes de cristal o metal y que luego las orgonitas salgan
sin problemas. Si una orgonita se adhiere al molde, lo más probable es que
tengáis que romperlo para sacarla… Yo uso un spray de silicona, basta con
rociar bien el molde por todas partes y listos, pero también los hay que usan un
poco de aceite: se untan el dedo, lo friegan bien por todo el molde, y parece que
funciona igual de bien.
6. Colorantes. Tampoco son necesarios, claro, pero la resina es transparente
(hay de otros tonos, pero en general son bastante apagados, y el precio sube),
así que es muy aconsejable mezclarla con colorantes (o, como hago yo ahora,
con acrílicos, así tienes mucha más variedad de tonos). Además, no nos
engañemos: el efecto es el mismo, pero la gracia de fabricar las orgonitas es,
sobre todo, empezar a mezclar colores y formas y minerales y maravillarte ante
lo que va saliendo…
Guantes y mascarilla. Aunque no son del todo necesarios, yo casi os diría
que son obligatorios… La resina es tóxica y peligrosa, así que no os aconsejo
respirarla: trabajad siempre en espacios abiertos, por los que corra el aire, y a
ser posible con mascarilla. Al cabo de una hora y algo de usarla, a mí ya me
duele la cabeza, así que no me imagino sin mascarilla… Y los guantes, lo mismo:
7. si os cae algo de resina en la mano se puede lavar, sí, no os matará (pero daos
prisa, antes de que se empiece a solificar), pero es pegajoso, y sucio, así que
unos buenos guantes de látex son perfectos: no os quitarán nada de mobilidad,
y al terminar con ellos, a la basura, y listos.
Y eso es todo por ahora. En la segunda
parte, el proceso de fabricación.
Cómo fabricar orgonitas. Parte II: el proceso
Postedon agosto 8, 2011 by admin
En la primera parte de la fabricación de las orgonitas tratamos los materiales
necesarios; ahora, con todo dispuesto, vamos al proceso de fabricación en sí.
Paso 1: preparación del lugar. Necesitamos tener a mano todos los
materiales anteriores: la resina, el cuarzo y el metal, por supuesto; los moldes,
los colorantes (en caso de que queramos usarlos), algo para mezclar bien la
resina con el catalizador, el medidor, guantes, mascarilla y silicona. Ya dijimos
en la primera parte que es aconsejable que sea un lugar ventilado (incluso mejor
8. al aire libre), y si usáis una mesa o mueble cualquiera, es mejor cubrirlo con
papel de periódico o un mantel que ya no sirva.
Paso 2: preparación del material. Este paso no es estrictamente necesario,
pero a mí me ayuda. Es el momento en el que decidimos qué orgonitas vamos a
fabricar (luego probablemente pasen cosas raras y salgan más orgonitas, pero
eso ya dijimos que siempre es un placer), qué cuarzo vamos a poner en cada
una, qué metal, qué minerales… Aquí es cuando se preparan las espirales, por
ejemplo, que vamos a incluir en cada orgonita. Yo lo hago de la siguiente forma:
pongo los moldes sobre la mesa, y justo al lado de cada molde pongo su espiral y
su punta de cuarzo, así como los minerales que quiera incluirle.
Paso 3: invocación, reiki, luz. Si el paso anterior no era necesario, puede
que muchos consideréis que éste aún lo es menos, pero yo siempre lo llevo a
cabo… Cuando todo está dispuesto, cuando ya sólo falta ponerse los guantes y la
mascarilla, paro un momento, levanto las manos encima de la mesa e invoco a…
bueno, cada cual invoca a lo que le apetece invocar Consagro la fabricación
de las orgonitas y la propia orgonita a la luz, sostengo cada una de las puntas de
cuarzo en las manos y las programo para que aporten bienestar, luz, armonía,
para que contrarresten las geopatías, para que detengan las ondas
electromagnéticas, y para que hagan todo lo anterior desde el interior de una
orgonita. Luego me activo el reiki y lo dejo activado durante todo el proceso.
9. Paso 4: ahora sí, ya es el momento de ponerse los guantes y empezar. Guantes,
mascarilla (que, la pongas como la pongas, siempre llegará el momento en el
que la propia respiración te va a empañar las gafas; al final, te acostumbras…), y
empezaremos untando los moldes con silicona. Podemos hacerlo con silicona en
spray (rociando bien los moldes y luego recorriéndolos con el dedo para que la
silicona se esparza bien) o directamente con los dedos y, por ejemplo, aceite de
oliva (que yo nunca he usado pero en principio tendría que funcionar igual de
bien).
Paso 5: vertemos la resina en el medidor y añadimos la cantidad recomendada
de catalizador. Ésta cantidad variará en función del lugar en el que estemos, del
calor de la estancia, del tipo de medidor… pero con el tiempo, encontraréis
vuestra propia medida. Es necesario mezclar bien el resultado, durante al
menos un minuto, sin para pero sin correr (o se formarán burbujas que luego
costarán mucho de quitar). Para mezclar, podéis usar una cuchara o palo de
madera que tengáis por casa (yo utilizo palillos chinos de los que se usan para
comer, tanto para mezclar la resina con el catalizador como para luego mezclar
cada resina con sus virutas o el colorante, y normalmente basta con un palillo
por sesión).
Paso 6: ahora es cuando de veras empezamos a fabricar las orgonitas. Es
aconsejable tener en mente una idea de lo que queremos conseguir, para ir a
por ella. Se puede improvisar, claro, pero, sobre todo al principio, es mejor
tenerlo planeado. Podemos optar por llenar todo el molde con resina e ir
añadiendo materiales, que caigan como quieran; podemos llenar el molde por
etapas, esperando a que la anterior se empiece a solidificar antes de añadir la
siguiente; podemos jugar con colores, con virutas, con minerales… Las
combinaciones son casi infintas. Hay un par de cosas a tener en cuenta, sin
embargo: cuando mezcléis el colorante o las virutas con la resina, hay que
remover mucho rato, no demasiado aprisa, para que no queden burbujas de aire
(con los metales) o para que la mezcla sea de verdad homogénea, y no se vean
goterones de pintura flotando en una orgonita ya seca.
10. Último paso: una vez los moldes ya estén llenos y las orgonitas empiecen a
secarse, lo mejor es preparar un lugar adecuado (por ejemplo, yo uso una
bandeja de metal bien untada en silicona, pero podéis usar la encimera de la
cocina, un ladrillo, cualquier lugar bien limpio) y dejar los moldes encima, boca
abajo. Así, en cuanto la orgonita está lo bastante sólida ella misma resbalará
hasta la superficie y, al tiempo que nos ahorra el tenerla que desmoldar, la
propia base de la orgonita quedará más lisa, evitando los cantos rugosos.
Y ya lo tenemos. Os dejo una foto de las primeras tandas de orgonitas que hicimos
(como veis, ninguna de ésas está en la página: todas fueron vendidas antes de
empezarla):
11. Como vale más una imagen que mil palabras, os pongo la foto de algunas orgonitas
distintas y una explicación pormenorizada de cómo se fabricó cada una de ellas:
Empezamos con una muy sencilla:
la orgonita en forma de cúpula 005. En este caso, bastó con mezclar la resina con
pintura azul, llenar el molde hasta arriba de la mezcla y luego añadir bastante
cantidad de virutas de metal, remover bien para que no quedasen burbujas de aire,
esperar un poco a que la mezcla estuviese algo más espesa y soltar una punta de
cuarzo en el interior.
12. Ésta ya es un poquito más compleja:
la miniorgonita 001 (la que aparece en el logo de la página y del blog, y mi primera
orgonita). Primera llenamos el molde hasta algo más de la mitad; esperamos un
rato a que la mezcla se solidifique, y cuando vimos que ya estaba al punto,
empujamos la punta de cuarzo en el centro, hacia abajo, sin llegar a tocar la base
(que luego será la punta). Luego añadimos una segunda capa de resina azul, y a
continuación, sin esperar a que se secase, añadimos el aluminio. Si os fijáis, al final
de todo, en la base, hay una tercera capa, muy delgada, de resina transparente.
La siguiente es la orgonita cilíndrica
006. Aunque pueda parecer complicada, es muy sencilla: una superposición de
cuatro capas de resina, mezcladas cada una con un color distinto y todas ellas muy
cargadas de virutas de aluminio. Basta con esperar a que la capa anterior esté algo
solificada para añadir la siguiente (si aún no está sólida del todo es incluso mejor,
porque entonces los bordes de las dos capas se mezclan y no quedan tan separadas,
haciendo la orgonita más homogénea).
13. Ahora la orgonita cónica 005. Tenemos
una primera capa muy grande de resina transparente, a la que enseguida añadimos
los hilos de cobre. Esperamos a que se solidificase un poco y entonces añadimos las
puntas de cuarzo (en las otras fotos se apercia mejor cómo están flotando por la
superficie), y al final añadimos una segunda capa blanca con las virutas de
aluminio.
Y finalmente, una de las orgonitas jet, en
este caso una blanca. Están hechas con tres capas: en la primera se pone un poco de
mezcla y se añade la espiral; en cuanto se solidifica, se dejan caer los trocitos de
cuarzo y se añade una segunda capa, para así dejar espacio suficiente para que el
cuarzo destaque y no quede sumergido por la resina blanca; y finalmente, cuando el
cuarzo ya está envuelto en su propia capa sólida de resina, se añade la tercera, con
virutas de aluminio.
Así descrito, puede parecer algo complejo, pero en el fondo es bastante sencillo.
Lleva rato, eso sí, pero el resultado compensa…
14. En la tercera parte, vídeos y links, para que veáis otros métodos de fabricar
orgonitas.
MATERIALES:
VIRUTA DE METAL
RESINA DE POLIESTER
CATALIZADOR PARA RESINA
CRISTALES DE CUARZO
GUANTES DE LATEX
MOLDES
SPRAY DE SILICONA
JARRA
GOTERO o JERINGA MEDIDOR
PALO DE MADERA
PAPEL DE COCINA O TRAPO
TIJERAS, PINZAS LARGAS O PALO METALICO
MASCARILLA PROTECTORA
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Nos ponemos la mascara, porque ésto huele un poco fuerte.
15. Para empezar, tenemos la viruta de metal... la podemos conseguir en cualquier ferretería o sino,
en un supermercado o donde sea, compren una esponja de ALUMINIO y la cortan en pequeños
pedazos con la tijera.
Los cuarzos comunes, nada fuera de lo normal.
Con ésto ya tenemos lo principal, el METAL y el CUARZO.
(SE RECOMIENDA HACERLO EN UN LUGAR BIEN VENTILADO)
Luego, la resina de poliester, generalmente viene con el CATALIZADOR ya incluído,
asegurense de eso. (la podemos conseguir en librerías o ferreterías). El catalizador es
para que endurezca la resina.
Bueno, empezamos por ponernos los guantes de latex para proteger las manos...
16. ABRIMOS LA RESINA (con cuidado)
Buscamos los moldes. Pueden usar cualquier molde, generalmente se usan moldes tipo
CONO, o Piramides. Pero pueden usar Cubos o vasos de CRISTAL. (También puede ser
de material de metal, pero NO usen plástico)
17. Ahora pasamos a tirarle el SPRAY DE SILICONA (puede ser el de autos o bicicletas). Ésto nos va
a ayudar a sacar fácilmente lo que esté adentro del molde.
Pasamos a agarrar la RESINA. Ahora necesitamos una jarra o algo para que nos marque las
18. medidas.
POR CADA 100ml DE RESINA SON 30 GOTAS DE CATALIZADOR (APROX)
así que usamos el gotero o jeringa para las gotas de CATALIZADOR.
Una vez que tengamos la mezcla de la RESINA con el CATALIZADOR... tenemos que
revolver unos 3 MINUTOS masomenos sin parar, no hay que batir, solamente revolver
bien, que se mezcle bien.
Luego de revolver, ECHAMOS LA VIRUTA DE METAL (una cantidad que sea
masomenos la mitad de lo que haya en RESINA)
MEZCLAMOS BIEN.
Vamos a llegar a tener una especie de pasta, ECHAMOS LA MEZCLA EN LOS
MOLDES (o el MOLDE)
NOS QUEDA NADA MAS QUE TIRAR LOS CUARZOS DENTRO DEL MOLDE CON LA MEZCLA. SI ES
CHICO SOLO TIREN UN PEDAZO, QUE NO SEA DEMASIADO.
Podemos ponerle colores, usando pigmentos o tintes compatibles con la
RESINA. (si lo hacen mezclenlo bien de nuevo ANTES DE PONER EL
CUARZO, y ya queda)