Isauro Chávez. Seminario de Radio y Comunicación Indígena
Comunicado de la Coordinación General de la II Cumbre Continental de Comunicación Indígena
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COMUNICADO No. 1
A LOS COMUNICADORES INDÍGENAS DEL ABYA YALA.
A LOS COLECTIVOS Y ORGANIZACIONES DE COMUNICACIÓN INDÍGENA
Queridas hermanas y queridos hermanos:
A pocos días de realizarse la II Cumbre Continental se ha presentado una situación política delicada para la II Cumbre por una decisión
que tomamos como Comisión de Seguimiento del Congreso Nacional de Comunicación Indígena de México, responsabilidad que se
nos confirió en la sesión plenaria de la I Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala, en la María Piendamó, Cauca
Colombia. Esto nos preocupa.
Algunos colectivos de comunicación han anunciado su no participación en los trabajos de esta II Cumbre Continental de Comunicación
Indígena del Abya Yala a celebrarse del 7 al 13 de octubre del 2013, en Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, México, otros están
indecisos si participan o no, porque extendimos una invitación al Presidente de México para que asista a la inauguración de la II Cumbre
Continental y debido a que vamos a recibir apoyo del gobierno mexicano, existe una presunción de que se compromete la autonomía
de la II Cumbre. Señalan también que la Coordinación General y la Comisión de Seguimiento del Congreso Nacional de Comunicación
Indígena (CNCI) no hemos escuchado o no estamos construyendo los trabajos de la II Cumbre con la participación de los comunicadores
indígenas del Abya Yala.
El origen de estas discusiones y desacuerdos ha sido el contenido del comunicado de Ojo de Agua que publicó Guillermo Monteforte
en los medios, en el que hace varios señalamientos, interpretaciones de hechos graves sin duda, que exigen cierta explicación o
evidencias, que nos permitan tener criterios sobre si son o no ciertos, pero no voy a ocuparme de todos ellos, por el momento; espero
en páginas siguientes aclarar algunas cuestiones importantes.
Debemos felicitarnos por estar atentos a los medios, pero tal vez es conveniente recordar que los medios solamente son una vía y su
contenido no siempre se apega a la realidad, porque de una manera u otra expresa intereses de grupo o de poder, posiciones ideológicas
o políticas y casi siempre busca construir escenarios y “verdades” con intenciones no siempre claras. Esto nos obliga a los que nos
dedicamos a la comunicación y a las cuestiones de la realidad social a investigar, a buscar lo que pudiera ser cierto por otros medios y
a leer los textos no solamente desde nuestras identificaciones o simpatías.
Me permito mencionar que durante la semana pasada, por vía Skype hemos tenido un intercambio de impresiones de estos hechos con
CLACPI y CEFREC. Ningún otro colectivo, organización ni persona nos ha llamado o escrito para preguntarnos si lo que se dice es
cierto, si en verdad nos hemos equivocado o hemos perdido el rumbo o qué fue lo que ocurrió. He leído eso sí algunos posicionamientos.
No había dicho nada porque uno de los acusados soy yo y no considero oportuno que los medios sean el espacio para dirimir diferencias
o desacuerdos, sino justamente el espacio de la Cumbre. Pero además, basado en nuestros principios de libertad, una decisión personal
o de grupo como la de Ojo de Agua, por ser autónoma debe ser respetada.
Dentro de las diferentes posturas que han llegado por el problema está la de postergar la fecha de la II Cumbre. Existe una gran
dificultad para atender este planteamiento. Desde que la Comisión de Seguimiento propuso al Congreso Nacional de Comunicación
Indígena que la II Cumbre Continental de Comunicación Indígena se hiciera en Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca y éste aprobara la
petición, hemos entrado en contacto con las autoridades municipales, comunales y tradicionales de la comunidad y con la misma
asamblea del pueblo, por lo anterior, resulta imposible hacer modificaciones de fecha, dados los trabajos, esfuerzos y expectativas de
todo una comunidad. Les informo que Santa María Tlahuitoltepec ha estado trabajando desde el 2011 para la II Cumbre y en este
momento nos esperan con alegría y con el cariño que sólo pueden sentir los hombres y mujeres del campo que apegados a la Madre
Tierra son respetuosos y sin dobleces.
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Hace apenas 15 días me reuní nuevamente con todo el cabildo para revisar avances y faltantes, me preguntaron si era verdad que iba
a asistir el Presidente de la Republica para que el pueblo se organizara a fin de recibirlo como se merece. Les informé que no, porque
entre nosotros había un cierto desacuerdo y no queríamos que hubiera más problemas en la organización de la Cumbre.
Sobre el punto de la autonomía de la II Cumbre afirmo que ésta es y será lo que los comunicadores unidos hagamos por ella. La
autonomía no es un abstracto. Es una realidad que solamente la construimos los hombres y mujeres si aprendemos a caminar juntos
en nuestra diversidad, cuando tenemos los mismos propósitos. La autonomía de esta II Cumbre está asegurada porque es la
responsabilidad de todos mantenerla. A todos los colectivos y organizaciones que han manifestado su preocupación por esto les aseguro
que la II Cumbre Continental mantiene su autonomía y que será la voz de los comunicadores indígenas la que se haga escuchar y la
que tome las decisiones; ratificamos que la Cumbre será un espacio de reflexión y diálogo, de encuentro de la palabra y el pensamiento
de nuestros pueblos originarios, a través de sus comunicadores; que será un encuentro para la construcción y articulación de propuestas
que permitan que la comunicación indígena sea una herramienta de apoyo fundamental en el camino que siguen nuestros pueblos para
visibilizarse y sostener su vida colectiva y que sirva para la defensa de sus derechos colectivos y del buen vivir.
De parte del gobierno mexicano hemos recibido un respeto y un ofrecimiento de colaboración plenos sin ninguna presión o petición que
pudiera interpretarse como una intromisión, durante las pláticas sostenidas con la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos
Indígenas y con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; ellos han ofrecido un pleno respeto a los organizadores en la toma de
decisiones y se han ubicado claramente en el lugar de los que van solamente a aportar los recursos económicos y los apoyos técnicos
para la infraestructura y la interconexión que permita a la Cumbre tener las condiciones necesarias para desarrollarse.
Sobre la manera en que se ha trabajado para la Cumbre, reconociendo de antemano que siempre hay muchas fallas en la construcción
cuando somos muchos los participantes, informo que los objetivos y temas, así como la orientación general de la II Cumbre han sido
construidos primero, por el Congreso Nacional de Comunicación Indígena en el IV y V Congresos Nacionales en las que se destinaron
mesas de trabajo para la discusión y construcción de propuestas. Todos estos planteamientos los fuimos presentando en reuniones
internacionales convocados por CLACPI en diversos momentos en Colombia, en Argentina y en otras reuniones internacionales
convocados por otros hermanos en Bolivia y Perú, de los que recuerdo; así como en reuniones de la Comisión de Seguimiento
Internacional realizadas en Oaxaca y México con recursos aportados por el gobierno mexicano, donde se han presentado los avances
y se han escuchado a los hermanos que hacen sugerencias y recomendaciones.
Los aportes, las construcciones, los planteamientos recogidos en estos eventos siempre han vuelto a la Comisión de Seguimiento del
Congreso Nacional de Comunicación Indígena quien ha dado el toque final o la aprobación de lo alcanzado. ¿Quiénes hemos
participado? ¿A qué voces hemos escuchado? Primero, la voz nacional de nuestros dos Congresos en las que participan hermanos
comunicadores de los diversos pueblos de México y también la voz de expertos y de comunicadores no indígenas que han abrazado la
causa y nos han apoyado. Hemos escuchado la voz de los hermanos indígenas que han asistido a los eventos internacionales a los que
hemos sido invitados y se han organizado las mesas para tratar los asuntos de la II Cumbre. Siempre hemos trabajado con los que
quieren hacerlo. Esta Coordinación General puede ser acusada y acepta la culpa de no haber asumido un papel ejecutivo, sino sólo un
papel de coordinador.
Un acuerdo del V Congreso Nacional de Comunicación Indígena fue motivar en los estados o entidades federativas de México la
organización de comunicadores para asegurar su participación y su apoyo a la II Cumbre dada la inmensidad de trabajo que esto implica.
Oaxaca fue uno de los estados que más respondió. Fue nuestro miembro de la Coordinación, Braulio Vásquez, quien asumió la
conducción de estos trabajos en Oaxaca, apoyado por comunicadores que trabajan en la Secretaría de Asuntos Indígenas del Gobierno
del Estado de Oaxaca. Asimismo fue el contacto entre estos compañeros y la Comisión de Seguimiento.
Ellos realizaron varias reuniones y tomaron sus acuerdos con plena autonomía. La Comisión de Seguimiento estuvo atenta a sus
comunicaciones.
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Después de la reunión celebrada en Santa María Tlahuitoltepec, Mixe, Oaxaca, el 24 y 25 de noviembre de 2012, quedó formalmente
constituido un Comité Estatal formado por las siguientes personas y sus respectivos colectivos: Coordinador: Franco Gabriel Hernández
– AIPIN, Secretario: Braulio Vázquez García – Radio Jënpoj/CNCI, Tesorero: Guillermo Monteforte – Ojo de Agua Comunicación,
Consejo de vigilancia: Autoridades Agrarias y Municipales de Tlahuitoltepec y Sofía Robles Hernández de Servicios del Pueblo Mixe.
Los colectivos, unos indígenas y otros no, unos comunicadores y otros no, fueron los siguientes: - Fundación Comunalidad, Radio
N'andiä, Radio Jënpoj, Redes AC, Colectivo Binni Cubi, Palabra Radio, Epoca, Radio Ñuukaan, Ojo de Agua, Comunicación,
Autoridades Municipales y Comunales de Tlahuitoltepec, Autoridades comunales de Santa Ana, Radio Totopo, Unitierra, Radio Aguilita,
AIPIN, Bachillerato Integral Comunitario Ayuujk Polivalente, Universidad Comunal Intercultural del Cempoaltepetl, Instituto Superior
Intercultural Ayuuk.
Personalmente no estuve en ninguna reunión porque mi responsabilidad nacional e internacional no me lo permitía, pero la Comisión
Nacional de Seguimiento del Congreso Nacional de comunicación Indígena recibió con beneplácito esta nueva creación porque hemos
necesitado y necesitamos el apoyo o la ayuda en el trabajo que se está desarrollando. Sobre la inclusión de AIPIN y de mi persona, me
sorprendió porque pensaba que si nunca asistí a sus reuniones, era distinción, que simplemente acepté sin ningún comentario. Dejo
claro que ninguna reunión de este comité cité como Coordinador, todas las citas las hizo el Sr. Monteforte. Pero tampoco miré que esto
fuera un problema.
De las aportaciones de las reuniones de los compañeros de Oaxaca incluimos un tema número dos de la temática de la II Cumbre, que
en reuniones nacionales e internacionales discutimos el asunto pero al final no lo establecimos como tema; los argumentos planteados
por los compañeros de Oaxaca fueron definitivos para agregar el tema: La comunicación indígena en la defensa de los territorios y
bienes comunes de los pueblos indígenas, tema que se incluyó en la Convocatoria de la II Cumbre publicada al inicio de este año.
En una de las visitas recientes a Santa María Tlahuitoltepec presentamos a las autoridades los avances en la gestión de recursos y de
organización trabajé con el Sr. Monteforte su propuesta de cómo desarrollar los temas en la II Cumbre, trabajar tres temas cada dos
días. Los propuse a la Comisión de Seguimiento y después de mucha discusión se aceptó y forma parte del documento: Estrategias
de trabajo para los temas y subtemas de la II Cumbre. También recogí su propuesta de cómo organizar los subtemas y la cantidad
de mesas de trabajo, esto lo presenté a la Comisión de Seguimiento para su aprobación y al final de muchas explicaciones esta Comisión
dio el visto bueno.
Se señala que la Coordinación General y la Comisión de Seguimiento trabajan de forma vertical o no escuchan, que estamos trabajando
de manera aislada. Lo puedo decir sin ninguna pena y sin culpar a nadie, que en muchas cosas hemos ido avanzando muy lento porque
hemos esperado siempre tomar decisiones de grupo y no personales, sobre todo en los asuntos delicados de la II Cumbre.
Sobre el asunto concreto del llamado “Plan Rector”, es cierto que el Sr. Monteforte redactó un plan rector. La Comisión de Seguimiento
fue invitada a una reunión en Zaachila, Oaxaca y a ella asistimos algunos miembros de la Comisión de Seguimiento. En dicha reunión
el Sr. Monteforte nos dio copia del documento. Allá se dio la primera discusión sobre el documento en el que se establecía que el Comité
Estatal de Oaxaca se convertía en el “Comité Estatal de la Segunda Cumbre de Oaxaca” y en el organigrama presentado aparecía en
la parte superior como cabezas CNIC, Jëmpoj y Grupo Impulsor, abajo Coordinación General y abajo a la izquierda Cumbre Continental
de Pueblos Indígenas y a la derecha Comité Estatal Oaxaca y Comités de otros Estados de México. La discusión explicativa de que
existía una Comisión de Seguimiento de la Cumbre a nivel continental y un grupo impulsor, de que en México la responsabilidad nacional
la tenía el Congreso Nacional de Comunicación Indígena y un órgano operativo la Comisión de Seguimiento de la CNCI y dentro de ella
una Coordinación General que estaba reconocida a nivel de CNCI y de la misma Comisión de Seguimiento de la Cumbre a nivel
continental, no fue agradable. Nosotros lo que defendimos era que sólo somos parte de una estructura mayor y que esa estructura en
su esencia fue un acuerdo de la plenaria de la I Cumbre Continental que debíamos de respetar. Toda nueva organización era sólo de
apoyo a la II Cumbre, como lo estableció e V Congreso Nacional de Comunicación Indígena.
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Este documento, los que asistimos, lo llevamos a una reunión de la Comisión de Seguimiento del CNCI; se analizó, se recogieron
algunos aportes y se aceptó como un documento que planteaba puntos de vista y perspectivas distintos. Se retomó lo importante a
nuestro juicio, incluso se retomó la propuesta de presupuesto para modificar el original que se tenía en el documento base de la Comisión
de Seguimiento denominado: Proyecto de la II Cumbre Continental de Comunicación Indígena del abya Yala, debido a que detallaba
más los montos de gastos de Santa María Tlahuitoltepec.
Al Comité de Oaxaca se le encargó por acuerdo de la Comisión de Seguimiento que trabajara los talleres y laboratorios de la II Cumbre
Continental dado que existe experiencia y estaban dispuesto a hacerlo.
A nivel de comunicadores todo se sabe y mucho se sabe según los intereses de quienes difunden la información y en la generalidad de
los casos no profundizamos las causas o las cuestiones de fondo. El caso es que recibimos comunicación del colectivo Ojo de Agua
firmado Sergio Julián Caballero, su Coordinador General, de fecha 11 de julio de 2013, en la que nos aclara que Ojo de Agua
Comunicación (Comunicación Indígena S.C.) “no juega papel alguno en la coordinación de la II Cumbre, y que tampoco forma parte del
grupo convocante” así como nos muestra de manera muy amable que observará y respetará el acuerdo tomado “hace ya varios meses,
de que ninguna organización ni grupo debe utilizar la Cumbre para sobresalir o protagonizar. Por esta razón pedimos, de la manera más
cordial y solidaria, que retiren el nombre y logotipo de Ojo de Agua que aparece en los documentos de convocatoria y organización de
dicho evento”. Nada hemos dicho de esto, solamente respetamos la prudencia y el contenido del comunicado.
Hace más o menos como un mes recibí una llamada del compañero Braulio Vásquez de Tlahuitoltepec, pidiéndome una reunión porque
los compañeros del Comité de Oaxaca querían hablar conmigo. Me alegré mucho porque estaba seguro que iba a conocer los avances
en la organización de los talleres y laboratorios. La reunión se efectuó en el Instituto de Investigaciones en Humanidades de la
Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca que es donde laboro.
Estuvieron el Sr. Monteforte, el compañero Melquiades de Radio N’andia, el compañero Rigoberto de Unicem, David del Instituto
Superior Intercultural Ayuuk, el compañero Braulio y otras tres personas más cuyos nombres no conozco. Las observaciones que me
hicieron fueron, entre los puntos más críticos, “Que la Cumbre no promueve protagonismos ni permite que ninguna institución u
organización se monte sobre ella”, “Que el control de la Cumbre no puede depositarse en manos del gobierno”, “Que la toma de
decisiones debe ser consensuada y no vertical”, “Que la actual coordinación de la Cumbre no está cumpliendo con el papel que les
corresponde”, “Que no se ve un avance claro en cuanto a su gestión, planeación y convocatoria”, “Que el manejo de fondos no se realiza
de manera transparente”; decían desconocer todas las decisiones tomadas, a nombre de la Cumbre, sin consulta previa y consenso de
las y los organizadores y pidieron información sobre el plan metodológico y pidieron que el financiamiento logrado o por obtener pasara
a la autoridad de Tlahuitoltepec y que la operación de la Cumbre pase a manos del Comité Estatal y la comunidad sede. Me invitaron a
que me sumara a otros esfuerzos mejores.
Empecé por aclararles que la Comisión de Seguimiento no había recibido ningún recurso para manejar en estos dos años pasados y
que hemos trabajado solamente con los recursos personales de cada uno, por lo mismo no entendía el señalamiento de que no seamos
transparentes en el manejo de algo que no se tiene. Pasé al informarles los logros obtenidos para conseguir financiamiento por el apoyo
de una diputada, que ya se tenía un ofrecimiento de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, quien a través de la Subsecretaría
de Comunicaciones había enviado una comisión a la que acompañamos, a Tlahuitoltepec, para ver en campo las necesidades y formular
un presupuesto más pertinente, con base al proyecto que le habíamos entregado. También les informé que pronto iba a tener otras
reuniones con la diputada que nos estaba apoyando y con la Subsecretaria de Comunicaciones para conocer los avances de la gestión.
Sobre los otros planteamientos les pedí que asistieran a la reunión de la Comisión de Seguimiento de la CNCI que iba a pedir se
convocara urgentemente para que a ella les hicieran la petición de que pasara la Cumbre a sus manos, porque no dependía de mí esa
decisión dado que solamente soy un coordinador general. No asistió ninguno de los presentes, excepto nuestro compañero Braulio.
A pocos días de esa reunión se publicó el comunicado del Sr. Monteforte en que manifestaba que Ojo de Agua se retiraba. Son casi los
mismos argumentos que me señalaron personalmente en Oaxaca en la reunión del Instituto de Investigaciones en Humanidades.
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Como indígena que soy desde que tengo conciencia de mí, desde que tengo identidad propia forjada a través de la lucha política,
siempre me he opuesto a todo tipo de dominio, incluyendo la dominación cultural que es una práctica colonial. Yo llegué a la lucha por
nuestros derechos como pueblos indígenas desde 1976 y mi esfuerzo por ser libre no ha disminuido.
Tengo muchos errores sin duda pero he aprendido a oír y recoger lo que se inscribe en los propósitos comunes de nuestra lucha; sin
embargo nunca me ha gustado ceder la dirección de mi pensamiento ni mi decisión a otros actores que están fuera de los colectivos u
organizaciones a las que me debo. He recibido muchos aportes de científicos sociales y otros expertos no indígenas procurando
mantener mi propia voz, identidad e independencia y en el caso de mis responsabilidades de dirigencia todas las veces que las he
tenido, desde hace 37 años que estoy en la lucha, siempre me baso en acuerdos de mis bases y reuniones colectivas.
Admito que en el campo de la comunicación indígena tengo pocos años, porque empecé con la creación de la revista Etnias en la
década de los ochenta.
Haciendo eco a la petición de algunos hermanos que piden mayor información desde hace algunos días, quiero ocuparme cuando
menos de uno de los señalamientos que contiene la comunicación del Sr. Monteforte, dice. “La alianza que se pretende establecer con
el Gobierno Federal es a todas luces un despropósito que no considera los atropellos y los agravios sufridos cada día por los pueblos y
comunidades indígenas de nuestro país”.
La idea de la defensa de los derechos a la comunicación de nuestros pueblos indígenas en México no es nueva. Desde el 2007 con la
declaración de inconstitucionalidad de la llamada “Ley Televisa” por la Suprema Corte de Justicia en México, porque no se reconocían
los derechos de los pueblos indígenas a la comunicación, nace el Congreso Nacional de Comunicación Indígena para exigir se
contemplen nuestros derechos en una ley reglamentaria o se legisle para tener una ley de comunicación indígena. Llevamos cinco
Congresos Nacionales con la misma propuesta. Recientemente se ha entregado un documento con los puntos mínimos necesarios que
debe tomarse en cuenta en la nueva ley que pedimos.
En la construcción de nuestras propuestas hemos tenido la ayuda de comunicadores y expertos en derecho, no indígenas que se han
sumado a nuestra causa.
La Comisión de Seguimiento que representa este Congreso Nacional de Comunicación Indígena tiene la misma composición plural, hay
indígenas y no indígenas trabajando juntos, pero las decisiones finales, aún en esta diversidad, las tomamos los indígenas y hemos
tenido el respeto y la consideración de comunicadores y expertos no indígenas que trabajan con nosotros. En realidad hemos vivido la
autonomía no como principio teórico solamente sino como una práctica permanente.
Desde nuestra constitución como Congreso Nacional de la Comunicación Indígena, nos hemos tratado de acercar al gobierno de México
en sus diferentes instancias. Quizá ha sido el poder legislativo, quien más nos ha oído en la Cámara de Diputados y Senadores. El
poder ejecutivo no se ha prestado a mucho diálogo desde hace más de 10 años, pero hemos seguido insistiendo.
En el Foro Permanente de la ONU sobre las cuestiones indígenas y en reuniones de otros organismos de ese nivel nos hemos
presentado para solicitar le pidan al gobierno de México el apoyo para la II Cumbre. Hemos sido escuchados y lo han planteado a nivel
de recomendación.
En febrero de este 2013 nos acercamos a la Comisión Nacional de Pueblos Indígenas solicitando el apoyo financiero para la Cumbre,
con el apoyo de un diputado y del Comisionado para el Diálogo con los Pueblos Indígenas del Poder Ejecutivo actual. Reconocemos
que fracasamos en la gestión pero no se ha desmayado en ningún momento.
Seguimos buscando el apoyo encontramos una diputada de la nueva legislatura que nos abrió la puerta de la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes y ésta abrió la puerta de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público quien en una apertura sin
precedente, aceptó apoyarnos en el financiamiento de esta II Cumbre.
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Asimismo nos han ofrecido las instancias de gobierno un absoluto respeto en nuestros trabajos y una completa colaboración para que
la II Cumbre se realice en las mejores condiciones para el logro de nuestros propósitos, sin ningún tipo de injerencia.
Según nuestra experiencia nacional, en México ninguna Secretaría de Estado hace nada sin conocimiento del Presidente de la
República. Por eso, para nosotros, Comisión de Seguimiento del Congreso Nacional de Comunicación Indígena, pensamos que era una
cortesía ajustada a nuestros principios invitarlo a la ceremonia de inauguración; pensamos que se daba una oportunidad que el jefe del
Poder Ejecutivo conociera lo que hacemos y lo que queremos en materia de comunicación indígena y además se comprometiera con la
comunicación indígena, sobre todo porque tenemos la necesidad de una legislación adecuada para contar con una ley en la que se
establecieran compromisos de gobierno más definitorios en materia de reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas en
materia de comunicación, ante la situación de que se está formulando dicha ley por la reciente aprobación de la reforma a la Ley de
Telecomunicaciones. Creemos que la II Cumbre nos va a visibilizar a los comunicadores indígenas y que los políticos mexicanos deben
saber que existimos.
Es verdad que la experiencia que tenemos los comunicadores indígenas y ya no digamos de nuestros pueblos, con el gobierno
mexicano, no han sido de experiencias positivas. Hemos tenido decomisos de aparatos de radiodifusoras, encarcelamiento de
comunicadores indígenas e incluso asesinatos de comunicadores indígenas como en la región triqui de Oaxaca. Todavía existen
crímenes que permanecen impunes y nuestra exigencia de justicia es continua.
Van tres gobiernos con éste que mantenemos nuestros reclamos y pese a las negativas de ser debidamente atendidos no hemos cejado
en el empeño de querer abrir las puertas para ser escuchados. Recientes hechos empiezan a vislumbrar nuevas posibilidades de que
las cosas pueden cambiar, aunque no sabemos en qué medida.
Explicamos todo esto, porque a algunos colectivos les ha molestado que hayamos invitado al Presidente de México a la inauguración
de la Cumbre y a otros porque hemos recibido apoyo oficial. Nosotros, que estamos ubicados del lado de los que no son escuchados ni
tomados en cuenta, consideramos que abrir las puertas es importante. Para algunos quizá esto sea un error. Respetamos esta decisión.
Pedimos su comprensión y tolerancia sobre esta decisión. Hemos actuado en el marco de nuestra propia autonomía y no hemos querido
lastimar a nadie. Nosotros pensamos que habíamos logrado la oportunidad de establecer una comunicación que hasta el momento ha
estado cerrada.
Señalamos que en ningún momento hemos olvidado nuestra lucha por los derechos y nuestra responsabilidad de mantener la autonomía
de la Cumbre. Nosotros en el marco de la situación política de México, lo hemos hecho porque necesitamos que el gobierno nos oiga.
Los que ya tienen voz, los que tienen construido caminos de acceso al poder, su posición es otra y ésta debe ser respetada. Pero cada
uno vive su biografía social e histórica.
A los colectivos indígenas del Abya Yala que les haya molestado nuestra acción, les pedimos que vengan a esta II Cumbre y aprovechen
el espacio para establecer políticas y estrategias adecuadas para este tipo de problemas. También les pedimos sean solidarios con
nuestra realidad. Nosotros somos en este país los que hemos puesto los muertos, los que hemos sufrido de diversas maneras la
represión, los que de diversas formas sufrimos la invisibilidad política. Una parte de nuestra lucha es modificar esta realidad. Por eso
buscamos, de algún modo, abrir los cauces para que nuestras voces y las voces de nuestros pueblos sean escuchadas.
No les pido que no duden de nosotros porque los indígenas tenemos ya poco en qué confiar, pero si tienen necesidad de aclarar algo
importante nos pregunten y después fijar posiciones o acuerdos a partir de lo que les digamos, no de lo que otros digan por nosotros.
Nos confiaron una responsabilidad en la I Cumbre de La María Piendamó, Colombia. Nosotros hemos trabajado para ello durante más
de dos años sin ningún apoyo financiero. Estamos cumpliendo la responsabilidad que nos confiaron y así debe ser. Aceptamos desde
que nos dieron la responsabilidad que iban a haber problemas. No sabíamos de qué tipo.
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Hoy vivimos este desencuentro. Creemos que el diálogo e intercambio de experiencias en la II Cumbre es el espacio para este tipo de
problemas y para construir caminos que ayuden a los organizadores de las futuras Cumbres.
En mi caso asumo la responsabilidad histórica y social que me toca vivir.
Nos vemos en Santa María Tlahuitoltepec en la II Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala.
Oaxaca de Juárez, Oax., 12 de septiembre de 2013
FRATERNALMENTE
FRANCO GABRIEL HERNÁNDEZ
COORDINADOR GENERAL DE LA II CUMBRE