La terapia física durante el embarazo puede ayudar a aliviar dolores y mejorar la movilidad mediante ejercicios suaves y estiramientos. Algunas condiciones que se pueden tratar son dolores de espalda, rigidez en las articulaciones y problemas musculares. La terapia física es segura durante el embarazo siempre que se eviten movimientos bruscos y se escuche el cuerpo.