2. Habia mejora de los medios
de transporte, el país recibió
un desplazamiento masivo
de poblacion europea.
Diversas oportunidades de
trabajo sueldos altos y una
bateria de garantías legales.
3.
4. Nació el 3 de junio de 1770 en Buenos Aires. Sus padres fueron
Domingo Francisco Belgrano Peri, italiano, y María Josefa
González Casero, porteña. Sus padres fueron Domingo Francisco
Belgrano Peri, italiano, y María Josefa González Castro, porteña.
Se recibe de abogado el 31 de enero de 1789.
Es designado vocal de la Primera Junta
de Gobierno en el año 1810
5. No se había preparado para la
guerra sino para las leyes, pero -no
sin errores- aprendió y se ganó la
admiración de San Martín. Su primer
contacto con el tema fue en 1806,
durante la Primera Invasión Inglesa.
Allí se incorporó a las milicias criollas
con otros jóvenes para defender la
ciudad y él fue elegido Capitán. Tuvo
su primer combate en las orillas del
Riachuelo. Ya en 1810, la Primera
Junta, recién asumida, decidió enviar
expediciones para extender la
Revolución a todo el Virreinato.
6. Desde el Consulado aplaudió la
aparición del periódico "Telégrafo
Mercantil": ayudó a su fundación en
1801, donde difundió sus ideas
revolucionarias. Como Secretario del
Consulado protegió los órganos
periodísticos publicados en el Río de
la Plata. El 3 de marzo de 1810
apareció el periódico "Correo de
Comercio", el cual dirigió. En sus
páginas se observa la doctrina de
Belgrano, es decir, la importancia de
la educación en el país y de la mujer,
entre otras cosas.
7. Entre 1793 y 1806 Belgrano apoyó
y también criticó el gobierno de
Carlos IV. Más tarde, participó
activamente de los
acontecimientos de mayo y fue
designado vocal de la Primera
Junta. Años después, al ser
separado del ejército, fue enviado
en 1814 como representante
argentino a cumplir una misión
diplomática en Europa junto con
Bernardino Rivadavia.
8. Dos pedazos de cielo aprisionaron
a una cinta de plata sin mansilla
y, en medio, el sol lució su maravilla
y así, sol, plata y cielo la formaron.
Esa bandera fue la que en el llano
de Salta y Tucumán, ondeó la gloria
y presidió en su mástil la victoria
que coronó la frente de Belgrano.
Esa bandera fue la que adoraron
y a cuya sombra pródiga forjaron
ideales de bien, los Hombres Grandes.
Y esa misma bandera, noble y bella,
fue para San Martín como una estrella
en su atrevido paso de los Andes.