La importancia de valorar y aprovechar nuestro tiempo. Escrito por Robert Torres

1. “Si malgastas tu tiempo, el tiempo te malgastará a vos”
William Shakespeare
El día de hoy cuando me levanté me puse a reflexionar sobre la cantidad de cientos de
horas que transcurren en la vida de un ser humano hasta su etapa adulta, puede
parecer mucho tiempo. No obstante, una persona de 70 años por ejemplo ha vivido
una media de poco más de 25 200 días, 604 800 horas y 36 288 000 minutos. De
verdad el tiempo que transcurre nuestra vida en este mundo es tan reducido que
realmente me dejó algo perplejo.
De ahí que desde el primer día que salimos del vientre de nuestras madres, nuestro
propio tiempo empieza a correr, nunca parará y somos nosotros los que junto con él
algún día tendremos que irnos. Algunos pierden la noción del tiempo, y únicamente se
dan cuenta, cuando es ya demasiado tarde, por lo tanto quieren correr tanto como
puedan detrás de los años que ya se han ido. En consecuencia en esos momentos
aflora la nostalgia sobre lo que pudo haber sido y no fué, de la travesía que no se
recorrió y de los sueños que no se pudieron realizar. En cierto modo, eso es muy
desolador, porque esta es solo una vida y por lo tanto solo existe una oportunidad para
iniciar y culminar nuestros objetivos de vida.
Algunas personas dicen que el tiempo es oro, en mi caso personal recuerdo haber
escuchado a mis abuelos mencionar una frase que hace alusión a que el tiempo
perdido hasta los santos lo lloran. Creo que en el fondo este proverbio tiene mucho
sentido, pues considero que el tiempo varía según la percepción que cada persona
tiene de él, por esta razón no debería de desperdiciarse en cosas sin importancia y se
debería de emplear en cumplir nuestros más anhelados sueños y metas, como dijo un
señor cantautor venezolano llamado Simón Díaz en su canción Caballo Viejo “El
tiempo no tiene el mismo significado para un joven de 20 años que para un hombre de
50”
Cada persona debería disponer y ordenar su propio tiempo. Dicen que lo hay para
todo, para amar, trabajar, para recrearse, para reír, para llorar, para crecer etc. Por
consiguiente, las horas que se han ido, nunca se recobrarán y por más que luchemos
ellas ya no estarán, pues hasta el mismo tiempo valga la redundancia tienen su propio
tiempo y si no lo sabemos aprovechar, lo podemos perder definitivamente. Como todo
cada momento de nuestra vida tiende a terminar, sin embargo nosotros somos los que
al final seguimos permaneciendo.
Una vez conocí a una persona la cual me dijo que el tiempo para el que ama es muy
corta, para el que espera es eterna y para el que sufre es demasiado largo. Así que
este como tal, transcurre sin o con nuestra participación. Pues depende de cada uno
como lo viva, debido a que el hoy es el resultado de cómo hemos vivido el pasado. Yo
lo veo de esta manera, cada minuto es como si estuviéramos en un campo de batalla y
cada minuto hacemos elecciones, que eventualmente nos traerán consecuencias, las
queramos o no. Por esta razón, hay que vivir cada día, hora, minuto y segundo lo
mejor que se pueda, hay que hacer de nuestras vidas la mejor experiencia y si algún
día llegáramos a fallar hay que levantarse y no perder el tiempo protestando de los
infortunios. Análogamente nunca hay que detenerse a mirar lo que dejamos detrás en
la vida, pues cada día nuevo nos ofrece una nueva oportunidad.
En resumidas cuentas, si queremos ser exitosos en cualquier aspecto o etapa de
nuestra vida hay que mirar siempre en solo dos direcciones, hacia la punta de los pies
para saber dónde estamos parados, y hacia adelante para saber a dónde nos
dirigimos. Por lo tanto, ¿Qué harás con tu vida? Dejarás que el tiempo lo decida, o lo
decidirás con tu propio destino?