3. • “Para que si tardo, sepas
cómo debes conducirte en
la casa de Dios, que es la
iglesia del Dios viviente,
columna y baluarte de la
verdad”.
• 1 Timoteo 3:15.
4. • De nada nos sirve gritar ¡Amén!, cuando no hay valor
para predicar, cuando nos quedamos callados porque
te falta valor.
Que Dios nos revista de valor y poder para predicar
porque el mundo lo necesita.
Pedro por falta de valor negó tres veces a su maestro,
somos portadores de la verdad eterna y necesitamos
valor para predicarla.