Juan García Merino nació en 1933 en una familia humilde en Galicia, España. Debido a dificultades económicas desde una edad temprana, Juan tuvo que trabajar en múltiples oficios para ayudar a su familia. Sirvió en el ejército y aprendió el oficio de soldador, viajando extensamente. Más tarde se casó y tuvo tres hijos, mudándose varias veces por su trabajo. Finalmente se estableció en Santurtzi donde vivió el resto de su vida, hasta fallecer de cán
1. ¿Trabajar para vivir, o vivir para trabajar?
El día 18 de octubre de 1933, nace Juan García Merino en el seno de una familia humilde y
trabajadora, en la localidad gallega de Villanova De Arousa. Con padre marino y madre
sirvienta en casas de burgueses pudientes, Juan se crio con sus cinco hermanos menores.
Juan es siempre un “chiquillo” más alto que sus amigos, delgado, con ojos color marrón oscuro
y pelo castaño. Su piel era algo de lo que más destacaba en el, ya que su tez era muy morena
proveniente de los genes de su abuela de origen Amerindio.
Tiene 3 años cuando estalla la Guerra Civil Española, que afecta a su familia en asuntos
económicos y alimenticios. Crece durante la postguerra viéndose obligado a buscar crustáceos
y demás en el puerto de su localidad natal, además de ingerir hasta las peladuras de las patas
por escasez de vivieres.
Se queda huérfano de padre a los 6 años, debido a una apendicitis que se diagnostica
demasiado tarde y que no se puede curar.
Pasado un año, con 7 años de edad, empieza a acudir a la escuela pública del municipio, en la
que aprende lo básico: a leer y a escribir. Allí conoce y hace muchos amigos con los que en un
futuro no mantendrá relación debido a su trabajo.
Debido a los problemas económicos de su madre, viuda y con 6 hijos, Juan, que en ese
momento tiene 12 años, se marcha por toda Galicia como aprendiz de diferentes oficios, entre
los cuales se encuentran, la construcción y la metalurgia en general. Con esto mandaba a casa
un miserable sueldo, que ayudaba en algo a la alimentación de sus hermanos.
Sigue trabajando 8 años, hasta cumplir la edad requerida para el servicio militar obligatorio,
que es de 20. Pasa dos años aquí, en infantería de marina, destinado en Lagraña, Ferrol. Aquí
se hace “popular” por tener un gran sentido del humor y ser bueno contando chistes. Un día
cuando se encuentra de guardia junto a sus compañeros, debido al hambre, deciden coger un
pato de un estanque público y robar unas patatas de un huerto cercano. Cuecen todo durante
horas. El resultado de este curioso plato es que las patatas están literalmente desechas,
mientas que el pato esta durísimo. Aun así se lo terminan comiendo si rechistar.
Acaba la mili con la edad de 22 años. Entonces aprende el oficio de soldador y viaja por toda la
península Ibérica. Gracias a su empleo también, conoce mundo, viendo lugares como Francia,
Italia y Libia.
A la edad de 29 años, conoce a una joven alta y delgada, llamada María, en Sabiñanigo,
Huesca. Un año después, con 30 años se casa con ella. Sigue cambiando de lugar de residencia,
ahora junto a María. Primero van a Tarragona, donde tienen a su primera hija: María, con la
edad de 31 años. Al año siguiente, con 32, debe irse a Cádiz durante unos pocos días por lo que
decide dejar a María embarazada, ya casi de 9 meses, en Sabiñanigo, su pueblo natal junto
con su hija. En ese corto periodo de tiempo nace su segundo hijo: Juan. Con sus 33 años de
edad, deben irse a vivir a Castellón. Allí nace su tercer y último hijo: Andrés.
2. Con 35 años, viven 2 años aproximadamente en la localidad de Puertollano, Ciudad Real,
donde había un cuartel del ejército español.
A la edad de 40 años, se ve obligado a trasladar su residencia a “El Gran Bilbao” ya que allí la
industria está en su auge y el trabajo es mucho más duradero. Primero se afincan en la
localidad de Sestao, pero durante un corto periodo de tiempo, debido a que “Altos Hornos”
emite grandes niveles de polución lo que es bastante dañino para la salud de la familia.
Finalmente se asienta con su familia en Santurtzi, con la edad de 41 años.
Allí desarrolla su gran afición por el motor, especialmente en las motos. Debido a su bajo nivel
económico no puede permitirse comprarse motos de gran cilindrada por lo que tiene que
conformarse con 4 de las famosas “Vespa”. Un severo accidente, a la edad de 43 años, le hace
replantearse seguir con su afición, por lo que la abandona y sigue conservando las motos como
un simple coleccionista.
Continúa su vida, sin ningún hecho relevante, simplemente criando a sus hijos y disfrutando de
la vida.
Desgraciadamente, en el año 1986, con 53 años, su suerte cambia para mal, ya que su segundo
hijo Juan fallece debido a una aplasia medular, enfermedad que impide que a la medula la
producción de plaquetas.
Después la alegría vuelve a su vida, en el año 90, con 57 años, se casa su hija María y en el año
92, con 59, su hijo Andrés.
Tres años después, nace su primer nieto, Jon hijo de María, cuando él tiene 62 años. Ese
mismo año se jubila ya por diversas pequeñas enfermedades. Dos años después, cuando él
tiene 64 años, nace su nieto Yeray hijo de Andrés.
Los siguientes años se dedica a cuidar de sus nietos. Desgraciadamente el 29 de enero de
1999, la tristeza vuelve a llenar su vida, ya que su esposa y amor María fallece, cuando él tenía
66 años.
Continúan pasando algunos años, en los que comienza a padecer ya de algunos problemas de
salud. Anecdóticamente, con 67 años de edad, el día 1 de mayo de 2001, día del trabajador,
con lo que el había trabajado, fallece en “su día” en el hospital de Cruces debido a un cáncer
de páncreas, que aun habiéndolo tratado con “quimio” no se pudo curar.