España tiene varias regiones biogeográficas distintas que albergan una gran diversidad de especies de plantas y animales. La región mediterránea abarca la mayor parte del país y se caracteriza por veranos cálidos e inviernos suaves, mientras que las regiones alpinas del norte son más frías y húmedas. Cada región tiene su propia colección única de flora y fauna que se han adaptado a sus respectivos climas y condiciones.