La ciudad de México ha experimentado un crecimiento desordenado que ha afectado su calidad de vida y sustentabilidad. Se necesita planificar mejor el desarrollo urbano para preservar el patrimonio cultural y natural, así como mejorar la movilidad y el espacio público para los ciudadanos. Un enfoque holístico que considere todos los aspectos del diseño urbano es fundamental para construir ciudades más inclusivas y sostenibles.