1. ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA:
El interior del planeta, como el de otros planetas terrestres (planetas cuyo volumen
está ocupado principalmente de material rocoso), está dividido en capas. La Tierra
tiene una corteza externa de silicatos solidificados, un manto viscoso, y un núcleo
con otras dos capas, una externa semisólida, mucho más fluida que el manto y
una interna sólida. Muchas de las rocas que hoy forman parte de la corteza se
formaron hace menos de 100 millones (1×10 8) de años. Sin embargo, las
formaciones minerales más antiguas conocidas tienen 4.400 millones (44×108) de
años, lo que nos indica que, al menos, el planeta ha tenido una corteza sólida
desde entonces.1
Gran parte de nuestro conocimiento acerca del interior de la Tierra ha sido inferido
de otras observaciones. Por ejemplo, la fuerza de la gravedad es una medida de la
masa terrestre. Después de conocer el volumen del planeta, se puede calcular su
densidad. El cálculo de la masa y volumen de las rocas de la superficie, y de las
masas de agua, nos permiten estimar la densidad de la capa externa. La masa
que no está en la atmósfera o en la corteza debe encontrarse en las capas
internas.
La estructura de la tierra puede establecerse según dos criterios diferentes. Según
su composición química, el planeta puede dividirse en corteza, manto y núcleo
(externo e interno); según sus propiedades físicas se definen la litosfera, la
astenosfera, la mesosfera y el núcleo (externo e interno).2
ORIGEN Y FUNCIONAMIENTO DE LAS PLACAS TECTONICAS:
La teoría de la tectónica de placas, llamada también “de la tectónica global “, parte
de la idea de la “ deriva de los continentes “, cuya síntesis había realizado
Degenera a comienzos de siglo.
Se puede resumir de la siguiente manera: el fondo de los océanos está recorrido
por franjas longitudinales de montañas volcánicas basálticas, los dorsales
oceánicos, con una fosa en medio, el rift. Bajo estas dorsales, la corteza terrestre
o litosfera, rígida y con un espesor de 50 a 100 km, presenta fisuras por donde
asciende basalto procedente de la astenosfera. Es ésta una capa subyacente de
700 a 800 km de espesor, recorrida por corrientes de convección, “motores “de la
2. deriva, que han provocado la rotura de la litosfera y el ascenso de enormes
cantidades de basalto.
Este basalto separa paulatinamente (algunos centímetros anuales según cálculos
por satélites) ambos fragmentados de litosfera, que constituyen sendas placas.
Cada placa puede estar formada únicamente por basalto solidificado, como en el
centro del Pacífico, o bien soportar una masa continental esencialmente granítica,
de densidad inferior a la del basalto.
No son, pues, los continentes los que derivan, sino las placas, que se separan de
las dorsales a la manera de las alfombras rodantes. Así se forman y amplían los
océanos. La corteza terrestre actual es un mosaico de seis placas principales. Al
tener el globo dimensiones constantes, partes de las antiguas placas desaparecen
en la astenosfera, hundiéndose bajo otra placa y siguiendo un plano inclinado en
las zonas de subducción
Así se explican algunos fenómenos geomorfológicos capitales: las grandes fosas
oceánicas, donde una placa puramente basáltica se hunde bajo otra que soporta o
no un continente; la formación de cadenas montañosas, allí donde chocan dos
placas portadoras de sendos continentes, y los terremotos más importantes, que
se producen en las zonas de subducción.
QUE SON LOS TERREMOTOS:
Un terremoto es el movimiento brusco de la Tierra (con mayúsculas, ya que nos
referimos al planeta), causado por la brusca liberación de energía acumulada
durante un largo tiempo. La corteza de la Tierra está conformada por una docena
de placas de aproximadamente 70 km de grosor, cada una con diferentes
características físicas y químicas. Estas placas ("tectónicas") se están
acomodando en un proceso que lleva millones de años y han ido dando la forma
que hoy conocemos a la superficie de nuestro planeta, originando los continentes
y los relieves geográficos en un proceso que está lejos de completarse.
Habitualmente estos movimientos son lentos e imperceptibles, pero en algunos
casos estas placas chocan entre sí como gigantescos témpanos de tierra sobre un
océano de magma presente en las profundidades de la Tierra, impidiendo su
desplazamiento. Entonces una placa comienza a desplazarse sobre o bajo la otra
originando lentos cambios en la topografía. Pero si el desplazamiento es
dificultado comienza a acumularse una energía de tensión que en algún momento
se liberará y una de las placas se moverá bruscamente contra la otra rompiéndola
y liberándose entonces una cantidad variable de energía que origina el Terremoto.
Las zonas en que las placas ejercen esta fuerza entre ellas se denominan fallas y
son, desde luego, los puntos en que con más probabilidad se originen fenómenos
sísmicos. Sólo el 10% de los
terremotos ocurren alejados de los límites de estas placas.
3. La actividad subterránea originada por un volcán en proceso de erupción puede
originar un fenómeno similar.
En general se asocia el término terremoto con los movimientos sísmicos de
dimensión considerable, aunque rigurosamente su etimología significa
"movimiento de la Tierra".
QUE SON LOS TSUNAMI:
Un tsunami (se pronuncia tsuu-NA-mili) es una serie de olas, que se generan en
un océano u otros cuerpos de agua, a causa de terremoto deslizamientos de
tierra, erupción volcánica o impacto de meteoritos. Los tsunamis generan grandes
daños cuando chocan contra las costas. Algunas personas llaman a los tsunamis,
"olas de mareas", pero estas olas monstruosamente gigantes realmente tienen
muy poco que ver con las mareas, de manera que el término de "olas de marea"
en realidad es incorrecto.
Las olas de un Tsunami son diferentes a las que llegan hasta las orillas de los
mares o lagos. Este tipo de olas son generadas por los vientos que hay mar
adentro, y son olas bastante pequeñas en comparación con las olas de un
tsunami. Las olas de un tsunami en el océano abierto pueden tener más de 100
kilómetros de largo. ¡Eso es lo que medirían 1 000 canchas de fútbol americano!
Las olas son inmensas, y viajan muy de prisa, a una velocidad aproximada de 700
km/hr., pero tienen sólo un metro de altura cuando están mar adentro.
A medida que un tsunami viaja en dirección a las aguas menos profundas de la
costa, desacelera y aumenta en altura. Aún cuando es muy difícil ver a un tsunami
en el mar, cuando llega a la costa puede crecer hasta alcanzar muchos metros de
altura y, a medida que se acerca de la costa, desarrollar mucha energía. Cuando
finalmente llega a la costa, podría parecer que el tsunami es una marea que crece
o decrece rápidamente, o una serie de olas con una altura máxima de hasta 30
metros.
Pocos minutos antes de que un tsunami choque contra la costa, el agua que se
encuentra cerca de la costa se retirará y podrá verse el fondo marino. Por lo
general, la primera ola no es la más grande, y cada 10 a 60 minutos llegarán más
olas. Estas olas se mueven mucho más rápidamente de lo que puede correr una
persona. El peligro de un tsunami puede durar muchas horas después de la
primera ola. Diferente a otro tipo de olas, las olas de un tsunami no se giran ni
rompen.
Las costas afectadas por un tsunami se erosionarán severamente. Un tsunami
puede causar inundaciones hasta cientos de metros tierra adentro. El agua se
mueve con tal fuerza que es capaz de destrozar casas y otro tipo de edificaciones.
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