1. CUENTO DE “PU, EL ESQUIMAL”
Érase una vez, un niño esquimal llamado Pu, que vivía en el Polo
Norte. Esta mañana se ha despertado muy contento, porque es un día
muy especial. Su papá le va a enseñar a pescar en el lago Pezelú.
Se levanta de su cama y empieza a colocarse los pantalones, las botas,
el abrigo, los guantes, el gorro y la bufanda.
Después prepara su mochila y sale del iglú.
Al salir, saluda y acaricia a los perros que están en el trineo.
Su papá lo está esperando y se montan juntos.
Los perros empiezan a correr y el trineo se va deslizando por la nieve.
De repente empieza una ventisca, el viento es tan fuerte que piensan
que se van a caer del trineo.
2. Su papa le dice: -Hace mucho viento, ¿quieres que nos volvamos?
Pero Pu, contesta: -¡No, no, yo quiero pescar y la ventisca no me va a
parar!
Como solución, su padre decide construir un iglú para resguardarse.
Una vez pasada la ventisca, deciden seguir su camino. La tormenta ha
dejado el camino con muchos montones de nieve, por lo que lo tienen
que esquivarlos con el trineo.
De pronto, escuchan el sonido lejano de un oso.
Su papa le dice: -Es un oso enfadado, ¿quieres que nos volvamos?
Pero Pu, contesta: -¡No, no, yo quiero pescar el oso no me va a parar!
El oso aparece corriendo, Pu y su padre bajan del trineo, hacen bolas
de nieve y se las lanzan, después salen corriendo hasta que dejan de
oír los gruñidos.
Por el camino encuentran un profundo río con el agua muy fría.
Su papa le dice: -El río es profundo y el agua tiene que estar muy
fría, ¿quieres que nos volvamos?
Pero Pu, contesta: -¡No, no, yo quiero pescar y el río, no me va a parar!
Muy cerca de donde están ven unas piedras, tendrán que llevar
cuidado a la hora de escogerlas, ya que las piedras de la derecha
resbalan y las de la izquierda que son amarillas no.
3. De esta manera Pu y su padre atravesaron el río.
Siguieron caminando, y la nieve era cada vez más espesa.
Su papa le dice: -La nieve es muy espesa, ¿quieres que nos volvamos?
Pero Pu, contesta: -¡No, no, yo quiero pescar y la nieve no me va a
parar!
Siguen caminando y al poco rato…¡ Han llegado al lago!
Su papá y él hacen un montón de nieve para poder sentarse y
descansar un ratito, después sacan de su mochila su caña de pescar y
se ponen manos a la obra.
Como el lago está helado, padre e hijo rompen el hielo para hacer un
agujero y se ponen a pescar.
Pu lleva mucho tiempo sentado pero no ha pescado nada aún.
Su papá le dice: -Estás cansado, ¿quieres que nos volvamos?
Pero Pu contesta: -¡No, no, yo quiero pescar y el cansancio no me va a
parar!
De repente, siente un tirón en la caña de pescar, ¡Por fin ha conseguido
pescar!
4. Pu tira con mucha, mucha fuerza y el pez ¡sale del agua
volando!, pero tiene que cogerlo antes de que caiga al suelo.
Pu grita: -¡Papá, papá he cogido mi primer pez!
Su padre le dice: -Muy bien Pu, al final tu esfuerzo y
perseverancia han tenido su recompensa.
A la hora de comer deciden encender un fuego, y colocan el
pescado para cocinarlo dándole vueltas. Después de
comérselo Pu decide ir a patinar pero al poco rato empieza a
bostezar porque está muy cansado y se acuesta en el trineo.
(Cierra los ojos para dormir y empieza a dar vueltas hasta que
se queda quieto y empieza a relajarse cogiendo aire por la
nariz muy despacio y soltándolo por la boca también muy
despacio).
Cuando vuelve a abrir los ojos Pu está ya en casa.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.