Federica acude a urgencias con un dolor intenso en la rodilla derecha que lleva tiempo padeciendo. El médico diagnostica una artrosis avanzada y le comenta que debería haber acudido antes a su médico de atención primaria. Federica explica que ha estado cuidando a su marido enfermo y que el centro de salud está lejos y colapsado, además su médico solo le recetaba analgésicos y reposo que no podía seguir. El médico le receta un tratamiento y le pide que vuelva a su mé
1. PRACTICA FEDERICA
Se adjunta el ejemplo de aplicación con el siguiente relato:
Federica tiene 68 años y acude a Urgencias porque se encuentra muy dolorida de
su rodilla derecha. Ya lleva bastante tiempo con este dolor, y ella piensa: “quizá debería
haber acudido mucho antes al médico, pero total, también era un dolor, al principio,
muy leve, y una no va a estar viniendo al médico por cada dolor que tenga”. Federica,
además, es una persona con muchos recursos, su abuela era practicante, y siempre
recurre a la mantita de calor y al aceite de romero, que, según su abuela, “es mano de
santo”, y para Federica, esa opinión es sagrada.
El médico que la ve, tras hacerle una radiografía, le comenta que se trata de una
artrosis de evolución que se encuentra en una etapa artrítica, pero que no se trata de una
urgencia hospitalaria y que por qué se ha acercado a Atención Especializada y no a su
Médico de atención Primaria. Que lo suyo hubiera sido que ella hubiera sido remitida
desde su Centro de Salud a su Centro Hospitalario de referencia o a su Centro de
Especialidades, para que un especialista, dígase, un reumatólogo, le hubiera hecho una
valoración. “No entiendo cómo, Federica, llevando tanto tiempo con ese dolor, aunque
sé que ahora es más fuerte, no se lo ha comentado a su médico de Atención Primaria”.
Entonces, Federica le comenta al médico de urgencias: “He estado los últimos
meses encargada de mi marido con Alzheimer que ha fallecido hace 20 días. Imagínese
lo que he estado viviendo, sin apenas tiempo, sin dormir, preocupándome día y noche
de una persona a la que había que hacérselo todo. Además, el Centro de Salud, aunque
me queda cerca, está a una distancia que no podía recorrer y, cuando lo hacía, tenía que
2. ir muy temprano para pedir el número. Usted no sabe la que se lía allí todas las
mañanas, hasta se dan voces la gente, se pelean por el sitio en la cola, una locura. Otra
cosa, y en confianza, también le voy a decir, no es que no le haya consultado este
problema a mi doctora, es que, mire usted, en gran medida, sí que se lo he comentado,
pero ella siempre alude a temas de la edad, que si las consecuencias de la menopausia y
no sé qué más cosas, pero vamos, que yo lo entiendo, que no soy una chiquilla, pero el
problema es el tratamiento, que lo único que me manda es antiinflamatorios, analgésicos
y reposo…como usted comprenderá, de reposo nada con el jaelo que tengo yo en mi
casa, bueno, ahora desgraciadamente, desde que mi Paco se murió, ya todo ha
cambiado… y, por otro lado, ¡si es que a todos nos mandan lo mismo!. Si no recuerdo
mal, una vez me mandó al traumatólogo – prosiguió- éste al rehabilitador y terminé en
el fisioterapeuta, un chico fantástico que me alivió mucho durante las sesiones y, bueno,
luego he estado algunos meses mejor. Pero, si le digo la verdad, aquello también era una
locura, yo iba en horario de mañana, allí había más gente que en la guerra, las criaturas,
en fin, hacían lo que podían con nosotros, que si uno se colocaba en un rincón haciendo
algo para la espalda, otro en una escalerita para subir con los dedos, otro movía una
rueda, a otra le daba un masaje, en fin, qué se yo, una barbaridad. La verdad es que me
gustaban las charlas que me daban todas las semanas, aunque, sinceramente, me hubiera
gustado también que me hicieran más masajes. Me enseñaron muchos ejercicios y, en
fin, también tengo que reconocer que tenía que haber seguido haciéndolos, pero ya se
sabe,… además, cuesta trabajo adaptar las cosas que te dicen a la vida normal, a la de
todos los días... y es que no he tenido tiempo… y de la mitad de los ejercicios ya ni me
acuerdo…. Yo creo que si usted me hiciera una resonancia o un TAC….no sé”. Igual
usted conoce a algún médico de pago que me pueda ver pronto.
3. Entonces, el médico, le comenta: “bueno Federica, yo le voy a poner un
tratamiento específico para aliviar el dolor, pero debe ir de nuevo a su médico de
Atención Primaria, no obstante, le voy a hacer un análisis de sangre, que ya sabe usted
que es “protocolo” aquí en urgencias y, bueno, por la edad que tiene, quiero verificar
algunos datos y, también valorar su tratamiento en función del tensión arterial, que veo
que la tiene alta. En cualquier caso, es su médico de atención primaria el que debe
controlar todos los aspectos de su historia clínica, indíquele que le fue bien la
Fisioterapia, igual la vuelve a remitir con ellos. Y Federica, comenta: “hay un chiquillo
fisioterapeuta en la plaza de mi pueblo que dicen que es muy bueno, ¿voy a su
consulta?, es que, de aquí a que me vean pueden pasar meses”. Y el médico, le
responde: “bueno, usted verá, yo no le digo eso, pero vamos, que lo que usted vea bien,
yo le digo que vaya a su médico de Atención Primaria antes. Ea, coja su número y ahora
la llamamos para el análisis de sangre”.