Resumen de los puntos más importantes del libro: Ésta boca mía de Joyce Meyer. Primero 6 capítulos. Preparado para la Iglesia Faro de Luz enMaleza Alta.
PARÁBOLA DEL HIJO PRÓDIGO: CLAVES PARA LA REFLEXIÓN.pdf
Ésta boca mía
1. ¡Ésta boca mía!
La solución a sus problemas está en su
boca.
Por: Joyce Meyer
2. Capítulo 1: Aprenda a hablar el lenguaje
de Dios
Capítulo 2: El efecto de las palabras en el
mundo natural.
Capítulo 3: Llamando las cosas que no
son, como si fueran.
3. Marcos 11: 22 – 23
22 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe
en Dios.
23 Porque de cierto os digo que cualquiera
que dijere a este monte: Quítate y échate
en el mar, y no dudare en su corazón, sino
creyere que será hecho lo que dice, lo que
diga le será hecho.
4. • Generalmente cuando tenemos montañas en
nuestra vida, hablamos acerca de ellas, pero la
Palabra de Dios nos instruye que les hablemos a
esas montañas, tal como lo hizo Jesús. (Ver
Marcos 11: 21 –23)
5. • Lucas 4 nos dice que cuando Jesús fue tentado por
Satanás en el desierto respondió a cada tentación
con la Palabra de Dios.
• La persistencia es vital para lograr la victoria.
Debemos establecer que es lo que creemos y
aferrarnos a ello hasta ver los resultados.
• No hay poder y es inútil hablarle a una montaña si en
nuestro corazón no perdonamos, lo cual es un
problema generalizado entre los hijos e hijas de Dios.
6. No pase por alto los “si” condicionales y los “pero”
en la Palabra de Dios.
Nuestra obediencia abre la puerta de la bendición
ya existente, debido a que su bondad fluye sobre
nosotros.
En lugar de lo cual deberíais decir: Si el
Señor quiere, viviremos y haremos esto o
aquello. Santiago 4:15)
En la Palabra de Dios hay cosas que son tan
claras que jamás necesitaremos decir: “Si es Tú
voluntad”. La salvación es un buen ejemplo de
ello.
Hay que tener
equilibrio, sabiduría, prudencia, sentido común y
7. Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca
de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y
no de mal, para daros el fin que esperáis.
Jeremías 29:11
El plan de Dios para nuestras vidas fue establecido
en el mundo espiritual antes de la fundación de la
tierra, y es un plan bueno.
NO veremos resultados positivos en nuestras vidas
si hablamos de manera negativa. Debemos recordar
que nuestras palabras se hacen realidad. Vamos tras
el reino espiritual y nos acercamos a el de acuerdo a
lo que hablamos.
8. Romanos 10: 8 - 10
8 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la
palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es
la palabra de fe que predicamos:
9 que si confesares con tu boca que Jesús
es el Señor, y creyeres en tu corazón que
Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
10 Porque con el corazón se cree para
justicia, pero con la boca se confiesa para
salvación.
9. (como está escrito: Te he puesto por padre de
muchas gentes) delante de Dios, a quien
creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las
cosas que no son, como si fuesen.
Romanos 4:17
Como imitadores de Dios debemos hacer lo que Él
hace, hablar de las cosas que no son como si
fueran.
Mantenga una lista de confesiones o declaraciones
que puedan ser sustentadas por la Biblia. Debemos
dejar de ser negativos, ya que una persona
negativa no puede ser feliz. El declarar la Palabra
de Dios nos ayuda a grabarla en el corazón.
10. Jamás recibiremos un milagro a menos que creamos
que Dios puede hacer lo imposible, y que Él lo hará por
nosotros.
Estar de acuerdo con la Palabra de Dios y expresarlo
verbalmente, nos ayuda a fortalecer nuestra fe hasta
que la manifestación de esa palabra se hace visible.
No podemos caminar con Dios en relación con su plan
para nuestras vidas, a menos que nos dispongamos a
estar de acuerdo con Él, en nuestro corazón y con
nuestras palabras.
11. Capítulo 4: Profetice su futuro.
Capítulo 5: ¿Cómo convertirse en intérprete
de Dios?
Capítulo 6: Quéjese y quédese caído o alabe
a Dios y levántese.
12. Santiago 3:2
Porque todos ofendemos
muchas veces. Si alguno no
ofende en palabra, éste es
varón perfecto, capaz
también de refrenar todo el
cuerpo.
13. Como las palabras son muy importantes y tienen
mucho poder, se nos pedirá cuenta de ellas.
(Porque por tus palabras serás justificado, y
por tus palabras serás condenado. Mateo
12:37)
Por eso es que necesitamos aprender a domar
nuestra lengua. Debemos aprender a disciplinar
nuestra boca y a responsabilizarnos por lo que sale
de ella.
Todos tendemos a exagerar horriblemente cuando
estamos bajo presión. Magnificamos o agrandamos
las cosas, las sacamos de proporción y las hacemos
ver peor de lo que son en realidad.
14. El espíritu es el que da vida; la carne para nada
aprovecha; las palabras que yo os he hablado son
espíritu y son vida. Juan 6:63
Hable palabras llenas de fe creyendo, como dijo
Jesús, que son palabras de espíritu y son vida.
A veces necesitamos ser sacudidos acerca de lo que ya
sabemos. Esto nos anima a seguir actuando de
acuerdo con los poderosos principios que hemos
olvidado.
Si estamos cansados de las cosas viejas, ya deje de
repetirlas. ¿Quiere cosas nuevas? Comience a hablar
de cosas nuevas. Pase tiempo en la presencia de Dios.
Aparte momentos específicos para estudiar su Palabra.
Descubra cuál es Su voluntad para usted.
15. Isaías 55:11
…así será mi palabra que
sale de mi boca; no volverá
a mí vacía, sino que hará lo
que yo quiero, y será
prosperada en aquello para
que la envié.
16. Si queremos que nuestras palabras transmitan el poder
de Dios, entonces Dios debe ser dueño y Señor de
nuestra boca, ella debe pertenecerle.
Los padres deben tener mucho cuidado con la forma
como le hablan a sus hijos. Ser padre es una gran
responsabilidad.
Cualquier persona que desee llegar a ser un intérprete
de Dios también debe ser o convertirse en un
exhortador. (Debe hablar palabras para el bien de los
demás.)
Las personas que únicamente quieren corregir, pero
nunca edificar, exhortar o consolar, están
desbalanceadas, desequilibradas. Y cualquier cosa
desbalanceada o desequilibrada, termina viniéndose
abajo.
18. La mejor manera de comenzar el día es con gratitud y
acción de gracias. La gente verdaderamente
agradecida no es quejumbrosa. La alabanza y la acción
de gracias son buenas, la murmuración y la quejumbre
son malas.
La alabanza y la gratitud liberan poder y sanidad física.
Podemos quejarnos y quedarnos caídos, o alabar a Dios
y levantarnos.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas
vuestras peticiones delante de Dios en toda oración
y ruego, con acción de gracias. Filipenses 4:6
19. La quejumbre debilita, mientras la acción de gracias
libera energía y poder para que nuestras oraciones
sean respondidas. Debemos asumir como un reto
diario no quejarnos no criticar a nadie. Debemos
proponernos la meta de ser tan positivos como sea
posible.
Trate de ir a la cama en la noche considerando cada
momento que tiene para ser agradecido/a, y que dar
gracias sea lo primero que usted hace en la mañana.
Agradézcale a Dios por las cosas “pequeñas” que les da.
En nuestra mente, nuestro corazón y nuestra boca
ocurre lo mismo. Lo que entra determina lo que
sale, para bien o para mal.