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TUTANKHAMON: ANATOMÍA DE UNA MOMIA
RECAPITULACIÓN Y CONCLUSIÓN
RAFAEL AGUSTÍ TORRES
EGIPTÓLOGO
EX PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE EGIPTOLOGÍA
El 4 de noviembre de 1922, un equipo de excavación que trabajaba en el Valle de los
Reyes dirigido por el egiptólogo británico Howard Carter, realizó el que ha sido
catalogado por muchos como el mayor descubrimiento arqueológico de la historia, la
tumba del faraón Tutankhamon de la XVIII dinastía. Mucho se ha escrito y hablado
sobre el descubrimiento de la tumba y el fabuloso tesoro de más de 5.000 piezas que
contenía, lechos, tronos, cofres, ataúdes, estatuas, shabtis, carros, capillas, etc., pero
poco se ha hablado, en comparación, de la momia del rey y de sus características
físicas, como era, cuanto medía, que edad tenía en el momento de morir, qué causó su
muerte. Después de un somero y poco profesional primer examen, el cuerpo del rey
descansó durante décadas oculto en su tumba del Valle de los Reyes, no sería hasta
1968 que la ciencia volvió a tener contacto con el cuerpo del joven rey, numerosos y
sofisticados exámenes le fueron realizados desde 1968 hasta 2009, el resultado es un
mayor conocimiento de la naturaleza y aspecto físico del rey aunque todavía quedan
preguntas por resolver, en el presente trabajo se exponen de forma resumida, para no
cansar al lector ni aburrirle con terminología médica, en qué consistieron dichos
análisis así como algunas de las teorías más conocidas y divulgadas acerca de las
posibles causas de la muerte del faraón Tutankhamon, por último, se dará una
conclusión sobre este punto, teniendo en cuenta los resultados de los análisis
científicos hasta ahora conocidos.
EL PRINCIPIO
La momia de Tutankhamon apareció a la vista el 28 de octubre de 1925, después de
que Howard Carter y su equipo retiraran la tapa del tercer y último ataúd
antropomorfo perteneciente al ajuar funerario del faraón que había estado sellado en
su tumba del Valle de los Reyes (KV 62) por 3.300 años. Habían pasado casi tres años,
desde el 4 de noviembre de 1922, cuando la excavación de Carter descubrió la primera
escalera que conducía al oculto enterramiento en el Valle de los Reyes y que supuso
uno de los grandes hitos arqueológicos de la historia.
Howard Carter (1874 – 1939)
Tumba de Tutankhamon (escaleras de acceso)
Tras el descubrimiento del cuerpo, surgió mucho debate respecto a la causa exacta de
la muerte del joven rey, esto dio lugar a numerosos estudios y procedimientos
médicos realizados sobre sus restos hasta los albores de 2010 y, gracias al avance de la
tecnología médica, se pudo averiguar la verdadera edad, genealogía y, quizá, la causa
de la muerte del joven faraón. Surgieron teorías que afirmaban que su muerte se
produjo a causa de una herida en batalla, un accidente de carro, un golpe en la cabeza,
una virosis o por envenenamiento, pero los estudios científicos realizados entre 1990 y
2010 revelaron que el joven monarca padeció de osteonecrosis, enfermedad que se
vio complicada por el padecimiento de malaria, lo que al final, probablemente fue la
causa de su muerte. Días después de abrir la cámara funeraria (cámara D en el plano
de la tumba hecho por Carter), Carter, en compañía de varios ayudantes y del
fotógrafo Harry Burton, comenzó a desmantelar metódicamente la serie de capillas
funerarias hechas de madera chapada en oro que encerraban el sarcófago de cuarcita
de Tutankhamon y este, a su vez, los tres ataúdes antropoides en el último de los
cuales se hallaba la momia del rey.
Plano de la tumba de Tutankhamon (KV62) puede verse el pasillo de acceso a la
Antecámara, el Anexo, la Cámara Funeraria y el Tesoro.
Este trabajo comenzó la mañana del día 13 de octubre de 1925 y terminó el día 22 del
mismo mes; el día 23 Carter abrió el sarcófago de cuarcita y comenzó a separar los
ataúdes interiores, durante el proceso se hallaron varias capas hechas de una tela
rojiza que envolvía el último ataúd que estaba adornado con un collarete floral cosido
en papiro y ubicado en la zona del pecho.
Howard Carter trabajando con los ataúdes antropomorfos
Tercer ataúd interior, dentro se hallaba la momia del faraón Tutankhamon
Carter trabajando con el tercer ataúd antropomorfo
El día 24 de octubre se tomaron las primeras fotografías de esta operación, Carter
describió en su diario este momento:
“No fue hasta que se hicieron estos registros fotográficos, que fui capaz de quitar la
cubierta de lino e inspeccionar por primera vez el ataúd principal. La extracción del
revestimiento fue una operación simple en comparación con los otros que hemos
tenido que encarar, pero lo que me reveló fue un hecho sorprendente al saber que
este ataúd está hecho de oro sólido”.
(Howard Carter & Arthur Mace, 1925)
Carter también escribió que la segunda ofrenda floral sobre el pecho del ataúd se veía
en buenas condiciones pero se desintegró cuando la tocó.
La momia de Tutankhamon cubierta con velo, collares y la máscara funeraria
El día 25 de octubre se produjo el traslado de los ataúdes al suelo de la tumba, una
operación que necesitó el trabajo de 8 hombres. Los días 26 y 27 de octubre separó la
espalda de los ataúdes medios con el último, finalmente, el día 28 de octubre, abrió la
tapa del ataúd de oro y se encontró frente a la momia del rey y su máscara funeraria:
“La momia del joven rey estaba cuidadosamente envuelta con el oro de la máscara, de
expresión triste pero tranquila, que simbolizaba a Osiris (…) como yace en el ataúd
debe haber sido un joven alto; desde la parte superior de la máscara funeraria hasta
las extremidades inferiores mide 6 pies. En la garganta de la máscara de oro,
bellamente labrada con semblante juvenil, se encuentran tres collares con cuentas de
oro macizo, más abajo sobre las manos cruzadas se encuentra un escarabeo (…). De las
manos hacia abajo, la momia real ha sido cubierta por una libación que ha oscurecido
los vendajes y oculta los detalles de las bandas de oro con incrustaciones que llevan
textos y un filo con hileras de perlas (…) la emanación de humedad ha causado cierto
deterioro”.
(Howard Carter & Arthur Mace, 1925)
Máscara funeraria de Tutankhamon como se vio por primera vez
Máscara funeraria de Tutankhamon, en la fotografía aparece sin la falsa barba
Máscara funeraria de Tutankhamon (Museo Egipcio de El Cairo)
Los días 29, 30 y 31 se tomaron las fotografías y se catalogaron las piezas presentes
sobre la momia, Carter intentó extraer la máscara funeraria pero estaba pegada, así
como la propia momia del rey, al fondo del ataúd debido a los ungüentos vertidos
durante los rituales funerarios y que, con el paso del tiempo se habían endurecido y
ennegrecido. Ante esta situación, Carter expuso el ataúd al sol con la esperanza de que
el fuerte calor derritiera la capa de ungüentos solidificados, al no conseguirlo, sometió
el ataúd a la acción de lámparas y fuentes de calor, sin resultados positivos, por último
se utilizaron cuchillos al rojo vivo para poder retirar la máscara funeraria, todas estas
prácticas (absolutamente lamentables y que Carter no menciona en sus escritos)
llevaron a que el cuerpo del rey sufriera daños. Entre los días 3 y 18 de noviembre de
1925, se realizaron estudios sobre la momia (que seguía dentro del ataúd), incluida la
primera autopsia, estos estudios terminaron el día 19 de noviembre.
LAS AUTOPSIAS DE DERRY
El 11 de noviembre de 1925 a las 9:45 de la mañana, comenzó el primer examen
realizado a la momia de Tutankhamon. Este examen se realizó en el corredor principal
de la tumba de Seti II (KV 15) en el Valle de los Reyes, adonde fue trasladado el ataúd
que contenía la momia del faraón. Entre los asistentes se hallaban Howard Carter,
Pierre Lacau (Director del Servicio de Antigüedades de Egipto), el químico Alfred Lucas,
el fotógrafo oficial del equipo de excavación Harry Burton, diferentes representantes
oficiales del Gobierno (Museo Egipcio de El Cairo, Inspectoría del Servicio de
Antigüedades), y Douglas E. Derry, de la Facultad de Anatomía de la Universidad de El
Cairo y responsable del estudio, junto a su asistente Saleh Bey Hamdi.
La autopsia de 1925
A las 10:35 de la mañana, Derry realizó la primera incisión longitudinal en las capas
externas de vendajes que recubrían la momia con objeto de llegar hasta el cuerpo del
rey. Tanto el cuerpo como los vendajes estaban fuertemente adheridos al ataúd
debido a los ungüentos funerarios ennegrecidos lo que dificultaba en gran manera el
trabajo forense, ante esta situación, Carter y Derry optaron por cortar el cuerpo del rey
en varias partes dejándolo en el ataúd, este proceder causó notables daños en la
integridad de la momia. Durante el examen, Derry notó una fractura en el fémur
izquierdo y en que la rótula izquierda se hallaba suelta, así mismo se evidenciaba, por
las características craneales, que Tutankhamon y el cuerpo encontrado en la tumba KV
55 tenían una estrecha y fuerte relación de parentesco (ambos individuos comparten,
además, el mismo tipo sanguíneo A2).
Momia de Tutankhamon
Se determinó que la estatura de la momia era de 1,63 m., por lo que se estima que el
rey en vida debió tener una altura algo superior al 1,67 m. (un hecho prácticamente
confirmado por un segundo estudio hecho por R.G. Harrison en 1968) lo que equivalía
a la altura de las dos estatuas negras del rey que se hallaban a los lados de la puerta de
acceso a la cámara funeraria en el momento del descubrimiento de su tumba. Sobre la
base de la estructura ósea y, en particular, la falta de fusión de la epífisis (cada uno de
los extremos de un hueso largo, la zona en la que se sitúan las articulaciones) se
estimó que el rey murió a una edad de entre 17 y 19 años (en 1968, sobre la base del
estado de erupción de la muelas del juicio, se confirmó una edad al momento de morir
de 19 años). El examen de Derry pudo aportar elementos valiosos para hacernos una
primera impresión de cómo era el faraón Tutankhamon, su estatura, edad en el
momento de su muerte, características craneales, su apariencia general como un joven
de aspecto sano y delicado, y con una ligera curvatura en su espalda (escoliosis), así
mismo notó algunas fracturas, sobre todo en la pierna izquierda y señaló su evidente
relación con el cuerpo de la KV 55, por otra parte, esta autopsia no pudo determinar la
causa de la muerte del faraón.
Las dos estatuas negras de Tutankhamon puede verse una de las grandes capillas en el
interior de la cámara funeraria
Este análisis, valioso, sin embargo estuvo ensombrecido por el trato dado al cuerpo del
rey, ya que se cortaron las piernas, la cabeza, el tronco y, además, se desmembraron
varias partes del cuerpo, dedos, pene (que originalmente se encontraba vendado en
forma erecta, aspecto este junto al color ennegrecido de la momia, que llevó a Salima
Ikram a interpretarlo como la intención de los embalsamadores de presentar al faraón
como un Osiris resucitado).
La cabeza de la momia de Tutankhamon fue separada
Carter trato de que se realizaran radiografías al cuerpo del rey, pero el radiólogo murió
durante su viaje a Egipto. Una vez terminada la autopsia, el equipo de Carter construyó
una bandeja de madera, la llenó de arena y volvió a recomponer la momia sobre la
cama de arena, algunas partes pequeñas del cuerpo del rey (dedos, un pulgar,
vértebras, etc.) quedaron diseminadas sobre la arena y la rótula izquierda, que se
hallaba suelta, se colocó en la mano izquierda de la momia; ésta bandeja fue colocada
dentro de uno de los ataúdes y, finalmente, todo se introdujo en el sarcófago de
cuarcita donde el cuerpo reposó durante más de cuarenta años.
En la cámara E conocida como el “Tesoro” en el plano de la tumba hecho por Carter, se
halló dentro de una caja de madera de 61 cm. y sin decoración, dos pequeños ataúdes
antropomorfos (de 57,7 y 49,5 cm. de longitud respectivamente) coloreados de negro
por los ungüentos vertidos sobre ellos y decorados con bandas de oro, cada uno de
estos ataúdes presentaba la inscripción “Osiris” sin ningún otro nombre específico.
Una vez abiertos los pequeños ataúdes, se observó la presencia de un segundo ataúd
(nº 317a y nº 317b en el catálogo de Carter y con una longitud de 30 y 39,5 cm.
respectivamente), estos ataúdes estaban hechos también de madera y decorados con
pan de oro en donde se hallaron dos fetos de sexo femenino. El feto más pequeño
(317a) se conservaba en buenas condiciones, envuelto en una triple capa de vendas y
llevando en la cabeza una pequeña máscara de cartonaje dorado con los rasgos
faciales marcados en negro. El feto más grande (317b) estaba en peores condiciones
de conservación que el anterior, se hallaba, también, envuelto en una triple capa de
vendas pero sin máscara funeraria, a este respecto es probable que dada la similitud,
el material y el tamaño, esta máscara faltante sea la hallada por Edward R. Ayrton,
quien trabajaba para Theodore Davis, en diciembre de 1907 en la denominada KV54
del Valle de los Reyes, este lugar no es una tumba, en realidad se trata de un pozo de
embalsamamiento de 1,17 x 1,69 m. y que ocupa un área total de dos metros
cuadrados, allí se encontró cerámica, platos, bolsas con natrón, pectorales florales,
telas de lino y restos de lo que parece ser un banquete funerario, todo datado en los
últimos años del reinado de Tutankhamon.
Objetos procedentes de la KV54, cachette de embalsamamiento (Metropolitan
Museum of Art, New York)
La autopsia de estas momias se llevó a cabo por Douglas E. Derry en 1932, la momia
317a era un feto de aproximadamente cinco meses de gestación, de 27, 7 cm de
longitud, sin cejas ni pestañas y con los párpados todavía cerrados. Este feto
presentaba un pequeño resto de cordón umbilical y Derry le asignó el sexo femenino,
no hubo incisión abdominal y, aparentemente, no se practicó ningún procedimiento de
embalsamamiento. La momia 317b, de 36 cm de longitud y de sexo femenino, tenía las
pestañas y cejas visibles y los globos oculares estaban en el estado final de desarrollo.
En el caso de esta momia se observó una pequeña incisión abdominal de
aproximadamente 2 cm a través de la cual se introdujo material de relleno en el
abdomen, una tira de tejido de lino similar se había introducido en el cráneo a través
de las fosas nasales. Se supuso que el bebé había muerto inmediatamente después del
nacimiento ya que se le había retirado el cordón umbilical y tenía cerrado el ombligo.
El análisis corporal más reciente llevado a cabo por el profesor R.G. Harrison de la
Universidad de Liverpool (Reeves, C.N. 2003, p. 124) reveló que el bebé se vio afectado
por la deformidad de Sprengel (escápula elevada, una enfermedad congénita rara),
espina bífida (malformación congénita por cierre incompleto del tubo neuronal al final
del primer mes de vida debida a la dificultad de la madre para procesar el ácido fólico)
y escoliosis, y que la edad en el momento de su muerte era de 9 meses. Se da por
sentado que ambos cuerpos pertenecen a las pequeñas hijas de Tutankhamon y su
esposa la reina Ankhesenamon.
Caja de madera donde pueden verse los dos ataúdes que contenían las momias de las
dos hijas de Tutankhamon y la reina Ankhesenamon.
Momia 317a
Momia 317b
Desde los estudios realizados bajo la supervisión de Howard Carter ha habido tres
importantes exámenes adicionales relacionados con la momia de Tutankhamon
realizados con técnicas y equipos médicos más modernos y, por supuesto, con mucha
más profesionalidad y cuidado, comenzaremos con los estudios radiológicos realizados
en 1968.
LAS RADIOGRAFÍAS DE 1968
En 1968, R. G. Harrison, profesor de anatomía de la Universidad de Liverpool, utilizó
una máquina de rayos x portátil para realizar las primeras radiografías de la momia de
Tutankhamon y así poder tener una mejor visión de la conformación interna de la
momia y determinar mejor la edad y la causa de la muerte de Tutankhamon. Uno de
los hallazgos más extraños fue que el esternón (hueso del pecho) y la mayor parte de
las costillas frontales faltaban. La eliminación de estos huesos no formaba parte del
proceso de embalsamamiento habitual, lo que llevó a Harrison a creer que podían
haber sido eliminados durante el proceso de embalsamamiento porque estaban muy
dañados. Harrison descubrió rápidamente que Carter no fue tan cuidadoso como dijo
en muchas de sus notas personales. La momia del rey no fue re-envuelta después de
los exámenes de 1925, lo que llevó a un mayor deterioro debido a los elementos
externos muy poco adecuados (calor y humedad dentro de la tumba) a los que se vio
expuesta la momia durante los siguientes 42 años. También parte de la piel y el
esqueleto fueron dañados con el fin de extraer los amuletos y objetos de joyería
(alrededor de 150) que fueron envueltos con la momia durante el vendaje de la misma.
Ambas manos estaban cortadas, las dos piernas fueron separadas de la pelvis, y la
cabeza fue separada del cuerpo con el fin de poder retirar la máscara funeraria. Aún
más notable era el hecho de que la oreja derecha y el pene del rey faltaban, pero las
fotografías tomadas originalmente durante los exámenes de 1925 revelaban que
ambas partes del cuerpo de Tutankhamon estaban presentes (estos restos fueron
posteriormente localizados diseminados en la cama de arena construida por el equipo
de Carter) Harrison supuso que la leve curvatura en la columna vertebral y los
pequeños fragmentos de hueso que se localizaron dentro de la bóveda craneal, fueron
ocasionados durante el proceso de embalsamamiento, el hecho de que se
descubrieran estos fragmentos de cráneo llevó a algunos investigadores a suponer que
el rey fue asesinado por un golpe en la base del cráneo, pero las radiografías de 1968
no podían apoyar o desmentir esa teoría (Harrison, R. G. & Abdalla, A. B. 1972, pp. 81-
14). La lesión de la mandíbula izquierda (que ya había sido observada por Derry en
1925) mostraba algunos signos de curación que tuvieron lugar antes de la muerte del
rey; la momia tenía una de sus piernas rotas pero no se pudo determinar si esta
fractura fue causada por un traumatismo en vida del rey, como resultado del proceso
de embalsamamiento o por el examen de Carter de 1925; por otro lado, a partir de las
radiografías tomadas en 1968, se estableció que el faraón Tutankhamon no había
muerto de tuberculosis, como se había sugerido anteriormente.
´
Radiografía del cráneo de Tutankhamon
LAS RADIOGRAFÍAS DE 1978
Otra serie de radiografías fueron tomadas en 1978 por James E. Harris, de la
Universidad de Michigan; al igual que en 1968, la máquina de rayos x fue llevada a la
tumba. Esta serie de radiografías confirmó la falta del esternón y las costillas, así como
los pequeños fragmentos de hueso dentro de la cavidad craneal, además, reveló una
diferencia inusual en la densidad de la base del hueso occipital, este hallazgo junto a
los pequeños fragmentos de hueso motivaron a Bob Brier a proponer su hipótesis del
asesinato de Tutankhamon.
TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA DE 2005
El 15 de enero de 2005, bajo la dirección de Zahi Hawass, Secretario General del
Consejo Supremo de Antigüedades y la supervisión de la Dra. Madiha Khattab, decana
de la Facultad de Medicina de la Universidad de El Cairo, la momia de Tutankhamon
fue retirada de la tumba para poder realizarle una tomografía computarizada (TC). La
exploración permitió la reconstrucción forense precisa del cuerpo y el rostro del
faraón, así como lo que podría ser una prueba de la causa de su muerte. Para este
análisis se empleó un tomógrafo Siemens y contó con el patrocinio de la National
Geographic Society participando, además de los especialistas egipcios (radiólogos,
patólogos y anatomistas), científicos procedentes de Italia y Suiza. El equipo encontró
la momia del faraón en muy mal estado debido al daño causado por el equipo de
Carter y por las inadecuadas condiciones de conservación, la momia del rey se hallaba
dividida en varios pedazos, las extremidades superiores e inferiores desmanteladas,
faltaban partes que, originalmente, estaban unidas al cuerpo, algunas de estas partes
permanecían diseminadas en la bandeja de arena construida por el equipo de Carter,
los brazos del rey que originalmente se hallaban doblados, estaban ahora de lado. El
escaneo duró aproximadamente 15 minutos y se analizaron unas 1.700 imágenes que
revelaron una importante cantidad de información. Las pruebas demostraron que no
había lesión traumática en la cabeza, se halló también una pequeña fisura en el hueso
palatino (el palatino es un hueso de la cara, par, corto y compacto de forma irregular
que ocupa, junto a los huesos maxilares superiores, la porción más posterior de la
cara) que había sido pasado desapercibida en los exámenes anteriores. La forma
alargada del cráneo se interpretó como dolicocefalia que es un tipo de
craneosinostosis, es decir, una malformación del cráneo causada por el cierre
temprano de la sutura sagital, dando lugar a un cráneo alargado; sin embargo, algunos
expertos han desechado esta interpretación y en vez de dolicocefalia han visto más
bien una condición de braquicefalia en el cráneo de Tutankhamon (la braquicefalia
implica un desarrollo craneal en el que prevalece la longitud sobre el ancho y con un
desarrollo de delante hacia atrás), esta última condición también ha sido observada en
el cráneo del cuerpo encontrado en la tumba KV55 lo que demuestra, una vez más, la
muy estrecha relación parenteral entre ambos individuos, por otra parte, es
importante destacar que la ausencia de dolicocefalia implicaría la ausencia del
síndrome de Marfan (una enfermedad autosómica dominante y hereditaria - el gen
defectuoso puede ser heredado en un 50% -, rara, del tejido conectivo que afecta a
distintas estructuras, incluyendo el esqueleto, los pulmones, el corazón, los ojos y los
vasos sanguíneos) ya que la dolicocefalia es un síntoma característico de este síndrome
por lo que se podría descartar que tanto Tutankhamon como el cuerpo de la KV 55
hayan padecido síndrome de Marfan; sea un diagnóstico u otro, lo que es cierto es que
el alargamiento de ambos cráneos debe considerarse dentro de los rangos de la
normalidad y por tanto no obedece a causas patológicas.
Cráneo procedente de la tumba KV55
Imágenes comparativas de los cráneos de la KV55 (izquierda) y Tutankhamon (centro y
derecha)
La boca presentaba paleta hendida (pequeña hendidura en el cielo de la boca) no
asociada con ninguna deformación facial, dientes inferiores ligeramente desalineados,
grandes incisivos frontales y la sobremordida típica en otros reyes de su familia
(tutmósidas).
Ortopantomografía de Tutankhamon
Con base al análisis de la madurez ósea (fusión de las placas epifisarias, es decir, cada
uno de los extremos de un hueso largo donde se sitúan las articulaciones; y a las
suturas craneales aún abiertas) junto al estado de las muelas del juicio (no totalmente
erupcionadas), se estableció que la edad de Tutankhamon en el momento de su
muerte era de 19 años. La tomografía computarizada demostró que el faraón gozaba
de buena salud y no mostró ningún signo de convalecencia a largo plazo, se trataba de
un joven bien alimentado, saludable, de constitución ligera y que no padeció
malnutrición infantil ni enfermedades infecciosas importantes, pero esta apariencia no
era tan saludable como se verá más adelante. Su estatura, en vida, era de entre 1,69 y
1,70 metros. El análisis estudió la escoliosis del rey determinando que hay una ligera
curva en la columna, pero que no se trata de una escoliosis patológica puesto que no
existe rotación ni deformación asociada a las vértebras, la curva en la columna podría
deberse a la posición en que los embalsamadores colocaron el cuerpo del rey durante
el proceso de embalsamamiento. Se determinó que la extracción del cerebro se realizó
por la nariz ya que los septos nasales (las paredes cartilaginosas que separan las fosas
nasales) estaban destruidos. Sobre el proceso de embalsamamiento de la cabeza del
faraón se propusieron dos posibilidades, una ruta principal y una ruta secundaria por
donde se introdujeron los líquidos de embalsamamiento. En el primer caso, hay casi
total coincidencia en que los líquidos de embalsamamiento fueron introducidos varias
veces en la cavidad craneal a través de la nariz. Al principio el cuerpo se hallaba
colocado boca arriba lo que produjo que el líquido embalsamador se acumulara en la
parte posterior del cráneo; posteriormente la cabeza quedó inclinada hacia atrás
provocando que el líquido de embalsamamiento se acumulara en la parte superior del
cráneo.
Imagen lateral del cráneo de Tutankhamon
Por otro lado, algunos miembros del equipo ven una segunda ruta de introducción del
líquido de embalsamamiento en la cavidad craneal, esta otra ruta sería la parte
superior del cuello, ya que la primera vértebra cervical (las vértebras cervicales son las
que se sitúan en el cuello permitiendo su movilidad, entre el cráneo con el cual
soportan su peso y las vértebras torácicas) y el foramen magnum (el orificio mayor
situado en la parte pósteroinferior de la base del cráneo) estaban fracturados, lo que
indicaría que se realizó aquí un agujero para introducir el líquido, pero se ha
especulado que esta fractura también pudo haberla realizado el equipo de Carter para
poder extraer la máscara funeraria. Yo no creo que esto último sea cierto, observando
la posición del agujero y su perfecto borde, además de que asociado a este agujero
han sido hallados restos intracraneales de líquido embalsamador, soy de la opinión de
que el líquido de embalsamamiento fue introducido dentro del cráneo de
Tutankhamon a través de las dos rutas antes mencionadas y, por supuesto, la teoría de
que este orificio fue debido a un asesinato producido por un objeto punzante (punta
de lanza, espada, cuchillo, etc., me parece sencillamente sin ninguna posibilidad).
Imagen de scan del cráneo de Tutankhamon
El análisis de 2005 examinó con especial atención las fracturas de las piernas de la
momia. Como ya hemos expuesto anteriormente, existe una fractura del fémur
inferior izquierdo a nivel de la placa epifisaria y que es diferente a las fracturas y/o
cortes realizados por el equipo de Carter durante su manipulación de la momia de
Tutankhamon, la fractura presenta bordes irregulares en lugar de filosos y se han
hallado dos capas de material de embalsamamiento en su interior, por esta razón cabe
deducir que esta fractura pudo haber sido causada en vida del rey (lo más probable) o
durante el proceso de embalsamamiento, pero no por el equipo de Carter. Además,
este tipo de fracturas, a diferencia de muchos otros, es frecuente en hombres jóvenes
en la fase final de la adolescencia, por tanto una fractura ocurrida en vida. La fractura
no presenta evidencias de curación (aunque las evidencias de un proceso así podrían
haber quedado ocultas por el material de embalsamamiento) dado que la herida de la
piel asociada a la fractura todavía había estado abierta, se deduce, por tanto, que la
fractura debió ocurrir en un periodo corto de tiempo, algunos días como máximo,
antes de la muerte del faraón. El equipo de Carter había ya notado que la rótula de
esta pierna estaba suelta, lo que indicaría que esta zona del cuerpo sufrió un daño
elevado, una parte del equipo de 2005, que apoya esta observación, señala también
una fractura de la rótula derecha y la pierna derecha, en base a esto se ha propuesto la
posibilidad de que el rey sufriera un accidente del que resultó una rotura de pierna con
herida abierta, esta rotura pudo no haber sido la causa de la muerte del faraón, pero sí
pudo serlo una infección vinculada a la propia herida.
Imagen de scan de la fractura del fémur izquierdo
El equipo de 2005 también analizó la ausencia de varias costillas delanteras y del
esternón así como la falta de la mayor parte de la zona central del tórax. Los extremos
de las costillas están cortados de forma limpia, evidentemente por medio de un
instrumento afilado, esto no evidencia ningún trauma extenso en el tórax ya que un
trauma de este tipo se hubiera reflejado en otras partes del cuerpo, especialmente en
las vértebras, por lo tanto las interpretaciones son que estos cortes fueron realizados
bien por los embalsamadores o bien por el equipo de Carter. A este respecto es
conveniente señalar que el equipo de Carter no menciona la falta de estas partes del
cuerpo del faraón y, además, en las primeras imágenes originales que muestran el
cuerpo del rey in situ, se observan un collar y una cadena hechos de cuentas y que
cubren el pecho, por lo tanto es probable que las partes faltantes del cuerpo de
Tutankhamon sea responsabilidad del equipo de Carter aunque esto todavía está por
aclarar. El análisis del proceso de embalsamamiento refleja que este fue realizado con
todo cuidado y detalle. Estos exámenes realizados en 2005 fueron los más completos
efectuados hasta la fecha, y aunque aportaron muchos e importantes datos no
pudieron dar un dictamen concluyente sobre la causa o causas de la muerte del rey, el
dictamen probable fue, causa de muerte: necrosis ósea complicada con una infección
severa de malaria.
EXÁMENES DE 2007 Y 2009
De septiembre del año 2007 a octubre del año 2009, 11 momias reales de la dinastía
XVIII relacionadas con Tutankhamon fueron sometidas a exhaustivos exámenes
genéticos y radiológicos. Un equipo científico, bajo la dirección de Zahi Hawass, tomó
muestras de ADN del tejido óseo de estas momias con objeto de establecer un árbol
genealógico familiar y, además, hallar alguna evidencia de enfermedad patológica que
pudiera ser causa de muerte de Tutankhamon. El estudio realizado fue capaz de
proporcionar un árbol genealógico de cinco generaciones, revelando que la momia
hallada en la tumba KV55 y la momia identificada como YLKV35, “Dama Joven”, hallada
en la tumba KV35 (Amenhotep II), fueron identificados como los padres de
Tutankhamon y para esta identificación se han propuesto los nombres de Akhenaton
(Amenhotep IV) y la Esposa Real Kiya, respectivamente, sin embargo no existe un
consenso generalizado acerca de la identidad de estas dos momias por lo que, según
sea esta identificación, se podrá establecer una relación u otra de Tutankhamon
dentro de la familia real de la XVIII dinastía, un tema que constituye uno de los grandes
enigmas de la Egiptología (para mayor información sobre este asunto puede
consultarse mi trabajo La Tumba KV55 y el Misterio de la Momia de Akhenaton,
publicado en Academia).
Momia YLKV35 identificada como la madre del faraón Tutankhamon
Se descubrió que la familia de Tutankhamon presentaba un gran número de
irregularidades genéticas, cuatro de estas momias, incluyendo la de Tutankhamon,
mostraban signos de haber padecido malaria tropical.
Linaje familiar de Tutankhamon establecido por ADN
Tanto los restos de la KV55 como Tutankhamon, presentaban (aunque menos evidente
en Tutankhamon) caracteres asociados a la ginecomastia, es decir, un agrandamiento
patológico de una o ambas glándulas mamarias en los hombres y que son relacionados
con el síndrome de Marfan. En este sentido el examen de la momia de Tutankhamon y
del cuerpo de la KV55 se hace difícil ya que falta parte del tórax y la pelvis en el caso de
Tutankhamon y, en el caso de los restos de la KV55, estas partes están muy
fragmentadas. Ya hemos comentado anteriormente la cuestión de la tipología craneal
de ambos cuerpos, no dolicocefalia, sí braquicefalia, esto sumado a la ausencia de
otros síntomas típicos asociados al síndrome de Marfan excluiría probablemente que
tanto Tutankhamon como el cuerpo de la tumba KV55 hubieran sido afectados por
esta dolencia, aunque este aspecto sigue siendo controvertido ya que muchas de las
representaciones de Akhenaton nos muestran a un hombre con rasgos físicos
típicamente femeninos (caderas anchas, p. ej.).
Estatua colosal del faraón Akhenaton (Amenhotep IV) representándolo con caderas
femeninas
Se puso especial interés en el examen de la momia de Tutankhamon para verificar
cualquier patología y posibles causas de muerte (Hawass, Zahi et al. 2010, pp. 643-
645), el cuerpo también fue sometido a radiografías que corroboraron muchos de los
hallazgos realizados durante los exámenes de TC de 2005. No se detectaron
malformaciones o daños traumáticos en la cabeza y el tronco, mientras que había una
fractura en la pierna izquierda; un examen de los pies también permitió comprobar
que el pie derecho mostraba características consistentes con una posible deformidad
atribuible a pie equino (una deformidad del pie humano en la que este se encuentra
permanentemente en una posición de flexión) y que presentaba un arco bajo con un
ángulo Rocher de 132º/ valor estándar 126º, así como necrosis con algunos tejidos que
faltaban; el pie izquierdo, a su vez, presentaba el segundo y tercer dedos de abducción
(movimiento de la zona anterior del pie hacia fuera), el segundo dedo también era más
corto porque carecía de la falange media (oligodactilia/hipopalangismo). El diagnóstico
fue “necrosis ósea aséptica y temprana en el segundo y tercer metatarsiano del pie
izquierdo” (enfermedad de Kohler) ciertamente todavía en curso en el momento de la
muerte del rey, esta dolencia podía ser parcialmente corregida por el uso de un
bastón.
Imágenes de scan donde se muestran las características de los pies de Tutankhamon
Fotografía donde se puede observar el estado actual de los pies del faraón
Tutankhamon
Este diagnóstico se correspondería con la gran cantidad de bastones (alrededor de
130) encontrados en la tumba de Tutankhamon, todos ellos con evidentes muestras de
desgaste. Por otra parte, la discapacidad del rey también podría ser atestiguada por
algunos hallazgos hechos entre los objetos procedentes de su tumba donde, para la
realización de actividades particulares que normalmente se llevarían a cabo en
posición de pie, como la caza, el rey en cambio, es representado sentado. Un
descubrimiento adicional se derivó del examen de ADN plasmodial (Hawass, Zahi et al.
2010, p. 645) la detección de que, al menos, cuatro de los caracteres objeto de
investigación (Tutankhamon, Yuya, Thuya y una momia procedente de la tumba TT320
que estaba siendo usada como muestra de control) habían sido afectados por el
Plasmodium falciparum responsable de la malaria tropical, la forma más grave de la
enfermedad (Hawass, Zahi et al. 2010, p. 646). Sin embargo no se pudo establecer la
época de la infección o si fue la causa de la muerte de alguno de los sujetos
examinados, incluso si, en el caso de Tutankhamon y Yuya, hubo múltiples infecciones
de múltiples cepas del parásito (la esposa de Yuya, Thuya, resultó ser afectada por una
sola cepa viral la, para entonces, avanzada edad de ambos, calculada en torno a los 50
años, dio a entender que, o bien la malaria pudo haber sido la causa de la muerte, o
que la larga exposición a patógenos de la malaria en la población egipcia, podría haber
creado una especie de inmunización natural, aunque parcial; la condición relacionada
con Tutankhamon puede haber sido diferente. El informe final (Hawass, Zahi et al.
2010, p. 646) describe un panorama general decididamente crítico: el rey sufría de pie
zambo, con malformación en el pie izquierdo, padeció la enfermedad de Kohler y
aunque joven, le era necesario ayudarse de bastones para poder caminar debido a sus
huesos necróticos (la osteonecrosis es también conocida como necrosis avascular, una
enfermedad resultado de la pérdida temporal o permanente del flujo de sangre al
interior de los huesos, sin sangre, el tejido óseo muere y causa que el hueso colapse, si
el proceso involucra a los huesos cerca de una articulación, normalmente lleva al
colapso de la superficie de la articulación); algunos de estos trastornos unidos a una
fractura en la pierna izquierda, pudieron haber sido los responsables de la inflamación
acumulativa e inmunosupresora que pudo padecer el faraón, por lo que, débil, una
infección por malaria pudo haber sido mortal. El resultado final del análisis no pudo,
por lo tanto, hacer un diagnóstico definitivo de la causa de la muerte del faraón sólo
emitir una hipótesis concausal.
DIVERSAS TEORÍAS SOBRE LA MUERTE DE TUTANKHAMON
Desde el descubrimiento de la momia de Tutankhamon, surgieron especulaciones y
teorías acerca de la causa exacta de la muerte del faraón. Hay egiptólogos de amplia
trayectoria, así como profesionales formados en otros campos que han dedicado
mucho tiempo a la investigación sobre las causas de la muerte de Tutankhamon y que
tienen diferentes ideas acerca del asunto. Seguidamente vamos a exponer algunas de
esas teorías:
Bob Brier: Bob Brier es un egiptólogo que se especializa en Paleopatología, utilizó
pruebas del estado de la momia de Tutankhamon, incluyendo la existencia de los
fragmentos de cráneo así como otros datos históricos de la época, para apoyar su
teoría de que el faraón fue asesinado por su Virrey quien conspiró para matarlo
cuando el joven faraón fue capaz de gobernar de forma autónoma (Brier, Bob, 2010).
Paul Doherty: Paul Doherty, un historiador británico, autor de varios artículos y libros
sobre el Antiguo Egipto, ha utilizado evidencia física recogida sobre la momia para
postular la teoría de que Tutankhamon sufría el síndrome de Marfan, una enfermedad
heredada genéticamente y que, al final, lo llevó a la muerte (Doherty, P. C. 2002).
Christine El Mahdy: la egiptóloga argumenta que Tutankhamon murió por causas
naturales, por lo que ella cree fue, probablemente, un tipo de tumor, para ello aduce
que, según el análisis original de Carter, Tutankhamon tuvo un entierro rápido ya que
algunos elementos del embalsamamiento parecían haber sido hechos de forma
apresurada, esto probaría, después de una muerte inesperada, que el faraón
necesitaba ser enterrado rápidamente para evitar así una lucha por el poder, lucha que
podría aparecer si el proceso de embalsamamiento y entierro duraba el tiempo
habitual, 70 días (El Mahdy, Ch. 2001).
Michael R. King: Michael R. King, detective estudioso de la figura de Tutankhamon,
junto a Gregory M. Cooper, analista del FBI, emitieron la teoría de que Tutankhamon
fue asesinado, utilizando la evidencia forense y sus conocimientos y experiencia en
Criminología, llegaron a la conclusión de que es probable que Tutankhamon fuera
asesinado por Ay, quien sucedió en el trono al joven faraón después de su muerte
(King, M. R. & Cooper, G. 2006).
Cristian Timman y Christian Meyer: Timman y Meyer, ambos médicos y científicos del
Instituto Bernhard Nocht de Medicina Tropical de Hamburgo, han utilizado las pruebas
médicas más recientes realizadas a la momia de Tutankhamon por Zahi Hawass,
concluyendo que el faraón no murió de una combinación de enfermedad ósea y
malaria, en su lugar han planteado la anemia de células falciformes como causa
determinante de la muerte (la anemia de células falciformes es una alteración de la
sangre que hace que el glóbulo rojo se deforme y adquiera la apariencia de una hoz, lo
que entorpece la circulación sanguínea y causa microinfartos, hemólisis y anemia).
Estos investigadores creen que esta enfermedad resultó fatal cuando Tutankhamon
también contrajo la malaria severa que fue de carácter mortal en el Antiguo Egipto,
concluyendo que, debido a un gen recesivo de células falciformes, el rey no estaba
inmunizado contra este tipo de malaria, lo que habría resultado fatal (Timman C. &
Meyer, Ch. 2010).
CONCLUSIÓN
En base a todos los datos anteriormente expuestos y haber analizado diversas
posibilidades, mi conclusión acerca de la constitución física y posible causa de muerte
del faraón Tutankhamon es la siguiente:
Tutankhamon era un joven de aspecto delicado y aparentemente sano, esto último al
menos, durante los primeros años de su vida y adolescencia. De una estatura
promedio para su época, bien alimentado y poco robusto.
Reconstrucción facial del rostro del faraón Tutankhamon
Sin embargo, el joven rey padecía una serie de trastornos relacionados con su
estructura ósea (hay que recordar la serie de particularidades y patologías asociadas a
los miembros de su linaje) que pudieron hacerse más agudos con el pasar de los años
(uso de bastones para caminar). Entre estas patologías debemos destacar la
osteonecrósis, Tutankhamon era una persona con huesos muy delicados. Estas
complicaciones que afectaban a su sistema óseo pudieron ser la causa principal de la
muerte del rey. Una caída, bien sea en el palacio real, durante una cacería en carro o
motivada por una caída de caballo (la caza y la equitación además de ser un deporte
muy apreciado por la realeza, también tenía un fuerte componente simbólico y
propagandístico, en el caso de Tutankhamon, además debido a su estado físico de
movilidad, constituiría una actividad personalmente muy gratificante), era motivo más
que suficiente para producir un traumatismo severo que, en el caso del joven rey con
sus huesos delicados y frágiles, pudo desembocar en una fractura con herida abierta y
la consecuente infección generalizada o sepsis es decir, un síndrome de anormalidades
fisiológicas, patológicas y bioquímicas potencialmente mortales asociadas a una
infección, estas anormalidades son secundarias a una respuesta inmunitaria
desbalanceada frente a la infección, que termina dañando los tejidos y órganos
propios y conduciendo a una disfunción multiorgánica.
Cofre procedente de la tumba de Tutankhamon mostrando al rey en una escena de
batalla montado en carro
Si además, el rey había pasado o estaba pasando por una infección de malaria tropical
que causa el 90% de todos los casos de muerte por malaria y que tiene unos síntomas
como fiebre, escalofríos, sudoración, dolor de cabeza, vómitos, heces con sangre,
dolores musculares, ictericia, shock, trastornos del sistema nervioso central y coma,
entre otros, tenemos un cuadro clínico muy comprometido para el joven rey. No se
sabe en qué momento Tutankhamon padeció la malaria, pero si la padeció poco antes
del accidente o durante el accidente, sería una causa importante en la muerte del rey,
sí sabemos, por diferentes elementos florales descubiertos en su tumba, que
Tutankhamon debió morir en primavera. Si el faraón estaba pasando una infección por
malaria sería una posible causa para producir un accidente traumático (golpe, caída)
por los síntomas antes descritos (fiebre, shock, coma). Lo que es evidente es que,
Tutankhamon padecía patología ósea y que debido a una fractura grave con herida
abierta motivada por distintas causas, pero a mi entender un accidente, el rey sufrió
un cuadro infeccioso general que lo llevó a la muerte prematura. Esta muerte
prematura e inesperada del rey puede explicar por qué Tutankhamon tuvo que ser
sepultado en una tumba que, originalmente, no estaba destinada para él. Por tanto,
descarto cualquier teoría acerca del asesinato del rey, también es descartable que la
fractura en la pierna izquierda fuera causada durante un acto de guerra. Acerca de la
posibilidad de muerte por envenenamiento, debemos descartarla ya que en el cuerpo
los rastros de cualquier veneno hubieran desaparecido durante el proceso de
embalsamamiento, además, no parece muy probable. En líneas generales, concuerdo
con el diagnóstico realizado en 2005 (ya que, para mí, la malaria es un factor concausal
pero no puede declararse como fundamental) Tutankhamon murió por una fractura
ocasionada, casi sin duda, por un accidente fortuito, dada la patología ósea del rey,
esta fractura fue una causa fundamental de muerte, con herida abierta, sepsis y,
finalmente, el fallecimiento prematuro del rey ocurrido no más de cinco días después
del accidente.
Sin duda alguna, quedan cuestiones sin responder, pero el cuadro general, para mí, es
bastante claro, creo que las hipótesis sobre el asesinato deben ser descartadas y que la
realidad fue más simple, un accidente, complicado por un cuadro patológico previo y
en desarrollo, ocasionó la muerte del más famoso de todos los faraones de Egipto,
pero como siempre, el futuro tiene la última palabra.
Portada de la edición original de la obra fundamental The Tomb of Tut. Ankh. Amen de
Howard Carter & Arthur Mace
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  • 1. TUTANKHAMON: ANATOMÍA DE UNA MOMIA RECAPITULACIÓN Y CONCLUSIÓN RAFAEL AGUSTÍ TORRES EGIPTÓLOGO EX PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE EGIPTOLOGÍA
  • 2. El 4 de noviembre de 1922, un equipo de excavación que trabajaba en el Valle de los Reyes dirigido por el egiptólogo británico Howard Carter, realizó el que ha sido catalogado por muchos como el mayor descubrimiento arqueológico de la historia, la tumba del faraón Tutankhamon de la XVIII dinastía. Mucho se ha escrito y hablado sobre el descubrimiento de la tumba y el fabuloso tesoro de más de 5.000 piezas que contenía, lechos, tronos, cofres, ataúdes, estatuas, shabtis, carros, capillas, etc., pero poco se ha hablado, en comparación, de la momia del rey y de sus características físicas, como era, cuanto medía, que edad tenía en el momento de morir, qué causó su muerte. Después de un somero y poco profesional primer examen, el cuerpo del rey descansó durante décadas oculto en su tumba del Valle de los Reyes, no sería hasta 1968 que la ciencia volvió a tener contacto con el cuerpo del joven rey, numerosos y sofisticados exámenes le fueron realizados desde 1968 hasta 2009, el resultado es un mayor conocimiento de la naturaleza y aspecto físico del rey aunque todavía quedan preguntas por resolver, en el presente trabajo se exponen de forma resumida, para no cansar al lector ni aburrirle con terminología médica, en qué consistieron dichos análisis así como algunas de las teorías más conocidas y divulgadas acerca de las posibles causas de la muerte del faraón Tutankhamon, por último, se dará una conclusión sobre este punto, teniendo en cuenta los resultados de los análisis científicos hasta ahora conocidos. EL PRINCIPIO La momia de Tutankhamon apareció a la vista el 28 de octubre de 1925, después de que Howard Carter y su equipo retiraran la tapa del tercer y último ataúd antropomorfo perteneciente al ajuar funerario del faraón que había estado sellado en su tumba del Valle de los Reyes (KV 62) por 3.300 años. Habían pasado casi tres años, desde el 4 de noviembre de 1922, cuando la excavación de Carter descubrió la primera escalera que conducía al oculto enterramiento en el Valle de los Reyes y que supuso uno de los grandes hitos arqueológicos de la historia. Howard Carter (1874 – 1939)
  • 3. Tumba de Tutankhamon (escaleras de acceso) Tras el descubrimiento del cuerpo, surgió mucho debate respecto a la causa exacta de la muerte del joven rey, esto dio lugar a numerosos estudios y procedimientos médicos realizados sobre sus restos hasta los albores de 2010 y, gracias al avance de la tecnología médica, se pudo averiguar la verdadera edad, genealogía y, quizá, la causa de la muerte del joven faraón. Surgieron teorías que afirmaban que su muerte se
  • 4. produjo a causa de una herida en batalla, un accidente de carro, un golpe en la cabeza, una virosis o por envenenamiento, pero los estudios científicos realizados entre 1990 y 2010 revelaron que el joven monarca padeció de osteonecrosis, enfermedad que se vio complicada por el padecimiento de malaria, lo que al final, probablemente fue la causa de su muerte. Días después de abrir la cámara funeraria (cámara D en el plano de la tumba hecho por Carter), Carter, en compañía de varios ayudantes y del fotógrafo Harry Burton, comenzó a desmantelar metódicamente la serie de capillas funerarias hechas de madera chapada en oro que encerraban el sarcófago de cuarcita de Tutankhamon y este, a su vez, los tres ataúdes antropoides en el último de los cuales se hallaba la momia del rey. Plano de la tumba de Tutankhamon (KV62) puede verse el pasillo de acceso a la Antecámara, el Anexo, la Cámara Funeraria y el Tesoro. Este trabajo comenzó la mañana del día 13 de octubre de 1925 y terminó el día 22 del mismo mes; el día 23 Carter abrió el sarcófago de cuarcita y comenzó a separar los ataúdes interiores, durante el proceso se hallaron varias capas hechas de una tela rojiza que envolvía el último ataúd que estaba adornado con un collarete floral cosido en papiro y ubicado en la zona del pecho.
  • 5. Howard Carter trabajando con los ataúdes antropomorfos Tercer ataúd interior, dentro se hallaba la momia del faraón Tutankhamon
  • 6. Carter trabajando con el tercer ataúd antropomorfo El día 24 de octubre se tomaron las primeras fotografías de esta operación, Carter describió en su diario este momento: “No fue hasta que se hicieron estos registros fotográficos, que fui capaz de quitar la cubierta de lino e inspeccionar por primera vez el ataúd principal. La extracción del revestimiento fue una operación simple en comparación con los otros que hemos tenido que encarar, pero lo que me reveló fue un hecho sorprendente al saber que este ataúd está hecho de oro sólido”. (Howard Carter & Arthur Mace, 1925) Carter también escribió que la segunda ofrenda floral sobre el pecho del ataúd se veía en buenas condiciones pero se desintegró cuando la tocó.
  • 7. La momia de Tutankhamon cubierta con velo, collares y la máscara funeraria El día 25 de octubre se produjo el traslado de los ataúdes al suelo de la tumba, una operación que necesitó el trabajo de 8 hombres. Los días 26 y 27 de octubre separó la espalda de los ataúdes medios con el último, finalmente, el día 28 de octubre, abrió la tapa del ataúd de oro y se encontró frente a la momia del rey y su máscara funeraria: “La momia del joven rey estaba cuidadosamente envuelta con el oro de la máscara, de expresión triste pero tranquila, que simbolizaba a Osiris (…) como yace en el ataúd debe haber sido un joven alto; desde la parte superior de la máscara funeraria hasta las extremidades inferiores mide 6 pies. En la garganta de la máscara de oro, bellamente labrada con semblante juvenil, se encuentran tres collares con cuentas de oro macizo, más abajo sobre las manos cruzadas se encuentra un escarabeo (…). De las manos hacia abajo, la momia real ha sido cubierta por una libación que ha oscurecido los vendajes y oculta los detalles de las bandas de oro con incrustaciones que llevan textos y un filo con hileras de perlas (…) la emanación de humedad ha causado cierto deterioro”. (Howard Carter & Arthur Mace, 1925)
  • 8. Máscara funeraria de Tutankhamon como se vio por primera vez Máscara funeraria de Tutankhamon, en la fotografía aparece sin la falsa barba
  • 9. Máscara funeraria de Tutankhamon (Museo Egipcio de El Cairo)
  • 10. Los días 29, 30 y 31 se tomaron las fotografías y se catalogaron las piezas presentes sobre la momia, Carter intentó extraer la máscara funeraria pero estaba pegada, así como la propia momia del rey, al fondo del ataúd debido a los ungüentos vertidos durante los rituales funerarios y que, con el paso del tiempo se habían endurecido y ennegrecido. Ante esta situación, Carter expuso el ataúd al sol con la esperanza de que el fuerte calor derritiera la capa de ungüentos solidificados, al no conseguirlo, sometió el ataúd a la acción de lámparas y fuentes de calor, sin resultados positivos, por último se utilizaron cuchillos al rojo vivo para poder retirar la máscara funeraria, todas estas prácticas (absolutamente lamentables y que Carter no menciona en sus escritos) llevaron a que el cuerpo del rey sufriera daños. Entre los días 3 y 18 de noviembre de 1925, se realizaron estudios sobre la momia (que seguía dentro del ataúd), incluida la primera autopsia, estos estudios terminaron el día 19 de noviembre. LAS AUTOPSIAS DE DERRY El 11 de noviembre de 1925 a las 9:45 de la mañana, comenzó el primer examen realizado a la momia de Tutankhamon. Este examen se realizó en el corredor principal de la tumba de Seti II (KV 15) en el Valle de los Reyes, adonde fue trasladado el ataúd que contenía la momia del faraón. Entre los asistentes se hallaban Howard Carter, Pierre Lacau (Director del Servicio de Antigüedades de Egipto), el químico Alfred Lucas, el fotógrafo oficial del equipo de excavación Harry Burton, diferentes representantes oficiales del Gobierno (Museo Egipcio de El Cairo, Inspectoría del Servicio de Antigüedades), y Douglas E. Derry, de la Facultad de Anatomía de la Universidad de El Cairo y responsable del estudio, junto a su asistente Saleh Bey Hamdi. La autopsia de 1925
  • 11. A las 10:35 de la mañana, Derry realizó la primera incisión longitudinal en las capas externas de vendajes que recubrían la momia con objeto de llegar hasta el cuerpo del rey. Tanto el cuerpo como los vendajes estaban fuertemente adheridos al ataúd debido a los ungüentos funerarios ennegrecidos lo que dificultaba en gran manera el trabajo forense, ante esta situación, Carter y Derry optaron por cortar el cuerpo del rey en varias partes dejándolo en el ataúd, este proceder causó notables daños en la integridad de la momia. Durante el examen, Derry notó una fractura en el fémur izquierdo y en que la rótula izquierda se hallaba suelta, así mismo se evidenciaba, por las características craneales, que Tutankhamon y el cuerpo encontrado en la tumba KV 55 tenían una estrecha y fuerte relación de parentesco (ambos individuos comparten, además, el mismo tipo sanguíneo A2). Momia de Tutankhamon Se determinó que la estatura de la momia era de 1,63 m., por lo que se estima que el rey en vida debió tener una altura algo superior al 1,67 m. (un hecho prácticamente confirmado por un segundo estudio hecho por R.G. Harrison en 1968) lo que equivalía a la altura de las dos estatuas negras del rey que se hallaban a los lados de la puerta de acceso a la cámara funeraria en el momento del descubrimiento de su tumba. Sobre la base de la estructura ósea y, en particular, la falta de fusión de la epífisis (cada uno de los extremos de un hueso largo, la zona en la que se sitúan las articulaciones) se estimó que el rey murió a una edad de entre 17 y 19 años (en 1968, sobre la base del
  • 12. estado de erupción de la muelas del juicio, se confirmó una edad al momento de morir de 19 años). El examen de Derry pudo aportar elementos valiosos para hacernos una primera impresión de cómo era el faraón Tutankhamon, su estatura, edad en el momento de su muerte, características craneales, su apariencia general como un joven de aspecto sano y delicado, y con una ligera curvatura en su espalda (escoliosis), así mismo notó algunas fracturas, sobre todo en la pierna izquierda y señaló su evidente relación con el cuerpo de la KV 55, por otra parte, esta autopsia no pudo determinar la causa de la muerte del faraón. Las dos estatuas negras de Tutankhamon puede verse una de las grandes capillas en el interior de la cámara funeraria Este análisis, valioso, sin embargo estuvo ensombrecido por el trato dado al cuerpo del rey, ya que se cortaron las piernas, la cabeza, el tronco y, además, se desmembraron varias partes del cuerpo, dedos, pene (que originalmente se encontraba vendado en forma erecta, aspecto este junto al color ennegrecido de la momia, que llevó a Salima Ikram a interpretarlo como la intención de los embalsamadores de presentar al faraón como un Osiris resucitado).
  • 13. La cabeza de la momia de Tutankhamon fue separada Carter trato de que se realizaran radiografías al cuerpo del rey, pero el radiólogo murió durante su viaje a Egipto. Una vez terminada la autopsia, el equipo de Carter construyó una bandeja de madera, la llenó de arena y volvió a recomponer la momia sobre la cama de arena, algunas partes pequeñas del cuerpo del rey (dedos, un pulgar, vértebras, etc.) quedaron diseminadas sobre la arena y la rótula izquierda, que se hallaba suelta, se colocó en la mano izquierda de la momia; ésta bandeja fue colocada dentro de uno de los ataúdes y, finalmente, todo se introdujo en el sarcófago de cuarcita donde el cuerpo reposó durante más de cuarenta años. En la cámara E conocida como el “Tesoro” en el plano de la tumba hecho por Carter, se halló dentro de una caja de madera de 61 cm. y sin decoración, dos pequeños ataúdes antropomorfos (de 57,7 y 49,5 cm. de longitud respectivamente) coloreados de negro por los ungüentos vertidos sobre ellos y decorados con bandas de oro, cada uno de estos ataúdes presentaba la inscripción “Osiris” sin ningún otro nombre específico. Una vez abiertos los pequeños ataúdes, se observó la presencia de un segundo ataúd (nº 317a y nº 317b en el catálogo de Carter y con una longitud de 30 y 39,5 cm.
  • 14. respectivamente), estos ataúdes estaban hechos también de madera y decorados con pan de oro en donde se hallaron dos fetos de sexo femenino. El feto más pequeño (317a) se conservaba en buenas condiciones, envuelto en una triple capa de vendas y llevando en la cabeza una pequeña máscara de cartonaje dorado con los rasgos faciales marcados en negro. El feto más grande (317b) estaba en peores condiciones de conservación que el anterior, se hallaba, también, envuelto en una triple capa de vendas pero sin máscara funeraria, a este respecto es probable que dada la similitud, el material y el tamaño, esta máscara faltante sea la hallada por Edward R. Ayrton, quien trabajaba para Theodore Davis, en diciembre de 1907 en la denominada KV54 del Valle de los Reyes, este lugar no es una tumba, en realidad se trata de un pozo de embalsamamiento de 1,17 x 1,69 m. y que ocupa un área total de dos metros cuadrados, allí se encontró cerámica, platos, bolsas con natrón, pectorales florales, telas de lino y restos de lo que parece ser un banquete funerario, todo datado en los últimos años del reinado de Tutankhamon. Objetos procedentes de la KV54, cachette de embalsamamiento (Metropolitan Museum of Art, New York) La autopsia de estas momias se llevó a cabo por Douglas E. Derry en 1932, la momia 317a era un feto de aproximadamente cinco meses de gestación, de 27, 7 cm de longitud, sin cejas ni pestañas y con los párpados todavía cerrados. Este feto presentaba un pequeño resto de cordón umbilical y Derry le asignó el sexo femenino, no hubo incisión abdominal y, aparentemente, no se practicó ningún procedimiento de embalsamamiento. La momia 317b, de 36 cm de longitud y de sexo femenino, tenía las pestañas y cejas visibles y los globos oculares estaban en el estado final de desarrollo. En el caso de esta momia se observó una pequeña incisión abdominal de aproximadamente 2 cm a través de la cual se introdujo material de relleno en el abdomen, una tira de tejido de lino similar se había introducido en el cráneo a través de las fosas nasales. Se supuso que el bebé había muerto inmediatamente después del
  • 15. nacimiento ya que se le había retirado el cordón umbilical y tenía cerrado el ombligo. El análisis corporal más reciente llevado a cabo por el profesor R.G. Harrison de la Universidad de Liverpool (Reeves, C.N. 2003, p. 124) reveló que el bebé se vio afectado por la deformidad de Sprengel (escápula elevada, una enfermedad congénita rara), espina bífida (malformación congénita por cierre incompleto del tubo neuronal al final del primer mes de vida debida a la dificultad de la madre para procesar el ácido fólico) y escoliosis, y que la edad en el momento de su muerte era de 9 meses. Se da por sentado que ambos cuerpos pertenecen a las pequeñas hijas de Tutankhamon y su esposa la reina Ankhesenamon. Caja de madera donde pueden verse los dos ataúdes que contenían las momias de las dos hijas de Tutankhamon y la reina Ankhesenamon. Momia 317a
  • 16. Momia 317b Desde los estudios realizados bajo la supervisión de Howard Carter ha habido tres importantes exámenes adicionales relacionados con la momia de Tutankhamon realizados con técnicas y equipos médicos más modernos y, por supuesto, con mucha más profesionalidad y cuidado, comenzaremos con los estudios radiológicos realizados en 1968. LAS RADIOGRAFÍAS DE 1968 En 1968, R. G. Harrison, profesor de anatomía de la Universidad de Liverpool, utilizó una máquina de rayos x portátil para realizar las primeras radiografías de la momia de Tutankhamon y así poder tener una mejor visión de la conformación interna de la momia y determinar mejor la edad y la causa de la muerte de Tutankhamon. Uno de los hallazgos más extraños fue que el esternón (hueso del pecho) y la mayor parte de las costillas frontales faltaban. La eliminación de estos huesos no formaba parte del proceso de embalsamamiento habitual, lo que llevó a Harrison a creer que podían haber sido eliminados durante el proceso de embalsamamiento porque estaban muy dañados. Harrison descubrió rápidamente que Carter no fue tan cuidadoso como dijo en muchas de sus notas personales. La momia del rey no fue re-envuelta después de los exámenes de 1925, lo que llevó a un mayor deterioro debido a los elementos externos muy poco adecuados (calor y humedad dentro de la tumba) a los que se vio expuesta la momia durante los siguientes 42 años. También parte de la piel y el esqueleto fueron dañados con el fin de extraer los amuletos y objetos de joyería (alrededor de 150) que fueron envueltos con la momia durante el vendaje de la misma. Ambas manos estaban cortadas, las dos piernas fueron separadas de la pelvis, y la cabeza fue separada del cuerpo con el fin de poder retirar la máscara funeraria. Aún más notable era el hecho de que la oreja derecha y el pene del rey faltaban, pero las fotografías tomadas originalmente durante los exámenes de 1925 revelaban que
  • 17. ambas partes del cuerpo de Tutankhamon estaban presentes (estos restos fueron posteriormente localizados diseminados en la cama de arena construida por el equipo de Carter) Harrison supuso que la leve curvatura en la columna vertebral y los pequeños fragmentos de hueso que se localizaron dentro de la bóveda craneal, fueron ocasionados durante el proceso de embalsamamiento, el hecho de que se descubrieran estos fragmentos de cráneo llevó a algunos investigadores a suponer que el rey fue asesinado por un golpe en la base del cráneo, pero las radiografías de 1968 no podían apoyar o desmentir esa teoría (Harrison, R. G. & Abdalla, A. B. 1972, pp. 81- 14). La lesión de la mandíbula izquierda (que ya había sido observada por Derry en 1925) mostraba algunos signos de curación que tuvieron lugar antes de la muerte del rey; la momia tenía una de sus piernas rotas pero no se pudo determinar si esta fractura fue causada por un traumatismo en vida del rey, como resultado del proceso de embalsamamiento o por el examen de Carter de 1925; por otro lado, a partir de las radiografías tomadas en 1968, se estableció que el faraón Tutankhamon no había muerto de tuberculosis, como se había sugerido anteriormente. ´ Radiografía del cráneo de Tutankhamon
  • 18. LAS RADIOGRAFÍAS DE 1978 Otra serie de radiografías fueron tomadas en 1978 por James E. Harris, de la Universidad de Michigan; al igual que en 1968, la máquina de rayos x fue llevada a la tumba. Esta serie de radiografías confirmó la falta del esternón y las costillas, así como los pequeños fragmentos de hueso dentro de la cavidad craneal, además, reveló una diferencia inusual en la densidad de la base del hueso occipital, este hallazgo junto a los pequeños fragmentos de hueso motivaron a Bob Brier a proponer su hipótesis del asesinato de Tutankhamon. TOMOGRAFÍA COMPUTARIZADA DE 2005 El 15 de enero de 2005, bajo la dirección de Zahi Hawass, Secretario General del Consejo Supremo de Antigüedades y la supervisión de la Dra. Madiha Khattab, decana de la Facultad de Medicina de la Universidad de El Cairo, la momia de Tutankhamon fue retirada de la tumba para poder realizarle una tomografía computarizada (TC). La exploración permitió la reconstrucción forense precisa del cuerpo y el rostro del faraón, así como lo que podría ser una prueba de la causa de su muerte. Para este análisis se empleó un tomógrafo Siemens y contó con el patrocinio de la National Geographic Society participando, además de los especialistas egipcios (radiólogos, patólogos y anatomistas), científicos procedentes de Italia y Suiza. El equipo encontró la momia del faraón en muy mal estado debido al daño causado por el equipo de Carter y por las inadecuadas condiciones de conservación, la momia del rey se hallaba dividida en varios pedazos, las extremidades superiores e inferiores desmanteladas, faltaban partes que, originalmente, estaban unidas al cuerpo, algunas de estas partes permanecían diseminadas en la bandeja de arena construida por el equipo de Carter, los brazos del rey que originalmente se hallaban doblados, estaban ahora de lado. El escaneo duró aproximadamente 15 minutos y se analizaron unas 1.700 imágenes que revelaron una importante cantidad de información. Las pruebas demostraron que no había lesión traumática en la cabeza, se halló también una pequeña fisura en el hueso palatino (el palatino es un hueso de la cara, par, corto y compacto de forma irregular que ocupa, junto a los huesos maxilares superiores, la porción más posterior de la cara) que había sido pasado desapercibida en los exámenes anteriores. La forma alargada del cráneo se interpretó como dolicocefalia que es un tipo de craneosinostosis, es decir, una malformación del cráneo causada por el cierre temprano de la sutura sagital, dando lugar a un cráneo alargado; sin embargo, algunos expertos han desechado esta interpretación y en vez de dolicocefalia han visto más bien una condición de braquicefalia en el cráneo de Tutankhamon (la braquicefalia implica un desarrollo craneal en el que prevalece la longitud sobre el ancho y con un desarrollo de delante hacia atrás), esta última condición también ha sido observada en el cráneo del cuerpo encontrado en la tumba KV55 lo que demuestra, una vez más, la muy estrecha relación parenteral entre ambos individuos, por otra parte, es
  • 19. importante destacar que la ausencia de dolicocefalia implicaría la ausencia del síndrome de Marfan (una enfermedad autosómica dominante y hereditaria - el gen defectuoso puede ser heredado en un 50% -, rara, del tejido conectivo que afecta a distintas estructuras, incluyendo el esqueleto, los pulmones, el corazón, los ojos y los vasos sanguíneos) ya que la dolicocefalia es un síntoma característico de este síndrome por lo que se podría descartar que tanto Tutankhamon como el cuerpo de la KV 55 hayan padecido síndrome de Marfan; sea un diagnóstico u otro, lo que es cierto es que el alargamiento de ambos cráneos debe considerarse dentro de los rangos de la normalidad y por tanto no obedece a causas patológicas. Cráneo procedente de la tumba KV55
  • 20. Imágenes comparativas de los cráneos de la KV55 (izquierda) y Tutankhamon (centro y derecha) La boca presentaba paleta hendida (pequeña hendidura en el cielo de la boca) no asociada con ninguna deformación facial, dientes inferiores ligeramente desalineados, grandes incisivos frontales y la sobremordida típica en otros reyes de su familia (tutmósidas). Ortopantomografía de Tutankhamon Con base al análisis de la madurez ósea (fusión de las placas epifisarias, es decir, cada uno de los extremos de un hueso largo donde se sitúan las articulaciones; y a las suturas craneales aún abiertas) junto al estado de las muelas del juicio (no totalmente erupcionadas), se estableció que la edad de Tutankhamon en el momento de su muerte era de 19 años. La tomografía computarizada demostró que el faraón gozaba de buena salud y no mostró ningún signo de convalecencia a largo plazo, se trataba de un joven bien alimentado, saludable, de constitución ligera y que no padeció malnutrición infantil ni enfermedades infecciosas importantes, pero esta apariencia no era tan saludable como se verá más adelante. Su estatura, en vida, era de entre 1,69 y 1,70 metros. El análisis estudió la escoliosis del rey determinando que hay una ligera curva en la columna, pero que no se trata de una escoliosis patológica puesto que no
  • 21. existe rotación ni deformación asociada a las vértebras, la curva en la columna podría deberse a la posición en que los embalsamadores colocaron el cuerpo del rey durante el proceso de embalsamamiento. Se determinó que la extracción del cerebro se realizó por la nariz ya que los septos nasales (las paredes cartilaginosas que separan las fosas nasales) estaban destruidos. Sobre el proceso de embalsamamiento de la cabeza del faraón se propusieron dos posibilidades, una ruta principal y una ruta secundaria por donde se introdujeron los líquidos de embalsamamiento. En el primer caso, hay casi total coincidencia en que los líquidos de embalsamamiento fueron introducidos varias veces en la cavidad craneal a través de la nariz. Al principio el cuerpo se hallaba colocado boca arriba lo que produjo que el líquido embalsamador se acumulara en la parte posterior del cráneo; posteriormente la cabeza quedó inclinada hacia atrás provocando que el líquido de embalsamamiento se acumulara en la parte superior del cráneo. Imagen lateral del cráneo de Tutankhamon Por otro lado, algunos miembros del equipo ven una segunda ruta de introducción del líquido de embalsamamiento en la cavidad craneal, esta otra ruta sería la parte superior del cuello, ya que la primera vértebra cervical (las vértebras cervicales son las que se sitúan en el cuello permitiendo su movilidad, entre el cráneo con el cual soportan su peso y las vértebras torácicas) y el foramen magnum (el orificio mayor situado en la parte pósteroinferior de la base del cráneo) estaban fracturados, lo que indicaría que se realizó aquí un agujero para introducir el líquido, pero se ha especulado que esta fractura también pudo haberla realizado el equipo de Carter para poder extraer la máscara funeraria. Yo no creo que esto último sea cierto, observando la posición del agujero y su perfecto borde, además de que asociado a este agujero han sido hallados restos intracraneales de líquido embalsamador, soy de la opinión de que el líquido de embalsamamiento fue introducido dentro del cráneo de
  • 22. Tutankhamon a través de las dos rutas antes mencionadas y, por supuesto, la teoría de que este orificio fue debido a un asesinato producido por un objeto punzante (punta de lanza, espada, cuchillo, etc., me parece sencillamente sin ninguna posibilidad). Imagen de scan del cráneo de Tutankhamon El análisis de 2005 examinó con especial atención las fracturas de las piernas de la momia. Como ya hemos expuesto anteriormente, existe una fractura del fémur inferior izquierdo a nivel de la placa epifisaria y que es diferente a las fracturas y/o cortes realizados por el equipo de Carter durante su manipulación de la momia de Tutankhamon, la fractura presenta bordes irregulares en lugar de filosos y se han hallado dos capas de material de embalsamamiento en su interior, por esta razón cabe deducir que esta fractura pudo haber sido causada en vida del rey (lo más probable) o durante el proceso de embalsamamiento, pero no por el equipo de Carter. Además, este tipo de fracturas, a diferencia de muchos otros, es frecuente en hombres jóvenes en la fase final de la adolescencia, por tanto una fractura ocurrida en vida. La fractura no presenta evidencias de curación (aunque las evidencias de un proceso así podrían haber quedado ocultas por el material de embalsamamiento) dado que la herida de la piel asociada a la fractura todavía había estado abierta, se deduce, por tanto, que la fractura debió ocurrir en un periodo corto de tiempo, algunos días como máximo,
  • 23. antes de la muerte del faraón. El equipo de Carter había ya notado que la rótula de esta pierna estaba suelta, lo que indicaría que esta zona del cuerpo sufrió un daño elevado, una parte del equipo de 2005, que apoya esta observación, señala también una fractura de la rótula derecha y la pierna derecha, en base a esto se ha propuesto la posibilidad de que el rey sufriera un accidente del que resultó una rotura de pierna con herida abierta, esta rotura pudo no haber sido la causa de la muerte del faraón, pero sí pudo serlo una infección vinculada a la propia herida. Imagen de scan de la fractura del fémur izquierdo El equipo de 2005 también analizó la ausencia de varias costillas delanteras y del esternón así como la falta de la mayor parte de la zona central del tórax. Los extremos de las costillas están cortados de forma limpia, evidentemente por medio de un
  • 24. instrumento afilado, esto no evidencia ningún trauma extenso en el tórax ya que un trauma de este tipo se hubiera reflejado en otras partes del cuerpo, especialmente en las vértebras, por lo tanto las interpretaciones son que estos cortes fueron realizados bien por los embalsamadores o bien por el equipo de Carter. A este respecto es conveniente señalar que el equipo de Carter no menciona la falta de estas partes del cuerpo del faraón y, además, en las primeras imágenes originales que muestran el cuerpo del rey in situ, se observan un collar y una cadena hechos de cuentas y que cubren el pecho, por lo tanto es probable que las partes faltantes del cuerpo de Tutankhamon sea responsabilidad del equipo de Carter aunque esto todavía está por aclarar. El análisis del proceso de embalsamamiento refleja que este fue realizado con todo cuidado y detalle. Estos exámenes realizados en 2005 fueron los más completos efectuados hasta la fecha, y aunque aportaron muchos e importantes datos no pudieron dar un dictamen concluyente sobre la causa o causas de la muerte del rey, el dictamen probable fue, causa de muerte: necrosis ósea complicada con una infección severa de malaria. EXÁMENES DE 2007 Y 2009 De septiembre del año 2007 a octubre del año 2009, 11 momias reales de la dinastía XVIII relacionadas con Tutankhamon fueron sometidas a exhaustivos exámenes genéticos y radiológicos. Un equipo científico, bajo la dirección de Zahi Hawass, tomó muestras de ADN del tejido óseo de estas momias con objeto de establecer un árbol genealógico familiar y, además, hallar alguna evidencia de enfermedad patológica que pudiera ser causa de muerte de Tutankhamon. El estudio realizado fue capaz de proporcionar un árbol genealógico de cinco generaciones, revelando que la momia hallada en la tumba KV55 y la momia identificada como YLKV35, “Dama Joven”, hallada en la tumba KV35 (Amenhotep II), fueron identificados como los padres de Tutankhamon y para esta identificación se han propuesto los nombres de Akhenaton (Amenhotep IV) y la Esposa Real Kiya, respectivamente, sin embargo no existe un consenso generalizado acerca de la identidad de estas dos momias por lo que, según sea esta identificación, se podrá establecer una relación u otra de Tutankhamon dentro de la familia real de la XVIII dinastía, un tema que constituye uno de los grandes enigmas de la Egiptología (para mayor información sobre este asunto puede consultarse mi trabajo La Tumba KV55 y el Misterio de la Momia de Akhenaton, publicado en Academia).
  • 25. Momia YLKV35 identificada como la madre del faraón Tutankhamon Se descubrió que la familia de Tutankhamon presentaba un gran número de irregularidades genéticas, cuatro de estas momias, incluyendo la de Tutankhamon, mostraban signos de haber padecido malaria tropical. Linaje familiar de Tutankhamon establecido por ADN
  • 26. Tanto los restos de la KV55 como Tutankhamon, presentaban (aunque menos evidente en Tutankhamon) caracteres asociados a la ginecomastia, es decir, un agrandamiento patológico de una o ambas glándulas mamarias en los hombres y que son relacionados con el síndrome de Marfan. En este sentido el examen de la momia de Tutankhamon y del cuerpo de la KV55 se hace difícil ya que falta parte del tórax y la pelvis en el caso de Tutankhamon y, en el caso de los restos de la KV55, estas partes están muy fragmentadas. Ya hemos comentado anteriormente la cuestión de la tipología craneal de ambos cuerpos, no dolicocefalia, sí braquicefalia, esto sumado a la ausencia de otros síntomas típicos asociados al síndrome de Marfan excluiría probablemente que tanto Tutankhamon como el cuerpo de la tumba KV55 hubieran sido afectados por esta dolencia, aunque este aspecto sigue siendo controvertido ya que muchas de las representaciones de Akhenaton nos muestran a un hombre con rasgos físicos típicamente femeninos (caderas anchas, p. ej.). Estatua colosal del faraón Akhenaton (Amenhotep IV) representándolo con caderas femeninas
  • 27. Se puso especial interés en el examen de la momia de Tutankhamon para verificar cualquier patología y posibles causas de muerte (Hawass, Zahi et al. 2010, pp. 643- 645), el cuerpo también fue sometido a radiografías que corroboraron muchos de los hallazgos realizados durante los exámenes de TC de 2005. No se detectaron malformaciones o daños traumáticos en la cabeza y el tronco, mientras que había una fractura en la pierna izquierda; un examen de los pies también permitió comprobar que el pie derecho mostraba características consistentes con una posible deformidad atribuible a pie equino (una deformidad del pie humano en la que este se encuentra permanentemente en una posición de flexión) y que presentaba un arco bajo con un ángulo Rocher de 132º/ valor estándar 126º, así como necrosis con algunos tejidos que faltaban; el pie izquierdo, a su vez, presentaba el segundo y tercer dedos de abducción (movimiento de la zona anterior del pie hacia fuera), el segundo dedo también era más corto porque carecía de la falange media (oligodactilia/hipopalangismo). El diagnóstico fue “necrosis ósea aséptica y temprana en el segundo y tercer metatarsiano del pie izquierdo” (enfermedad de Kohler) ciertamente todavía en curso en el momento de la muerte del rey, esta dolencia podía ser parcialmente corregida por el uso de un bastón. Imágenes de scan donde se muestran las características de los pies de Tutankhamon
  • 28. Fotografía donde se puede observar el estado actual de los pies del faraón Tutankhamon Este diagnóstico se correspondería con la gran cantidad de bastones (alrededor de 130) encontrados en la tumba de Tutankhamon, todos ellos con evidentes muestras de desgaste. Por otra parte, la discapacidad del rey también podría ser atestiguada por algunos hallazgos hechos entre los objetos procedentes de su tumba donde, para la realización de actividades particulares que normalmente se llevarían a cabo en posición de pie, como la caza, el rey en cambio, es representado sentado. Un descubrimiento adicional se derivó del examen de ADN plasmodial (Hawass, Zahi et al. 2010, p. 645) la detección de que, al menos, cuatro de los caracteres objeto de investigación (Tutankhamon, Yuya, Thuya y una momia procedente de la tumba TT320 que estaba siendo usada como muestra de control) habían sido afectados por el Plasmodium falciparum responsable de la malaria tropical, la forma más grave de la enfermedad (Hawass, Zahi et al. 2010, p. 646). Sin embargo no se pudo establecer la época de la infección o si fue la causa de la muerte de alguno de los sujetos examinados, incluso si, en el caso de Tutankhamon y Yuya, hubo múltiples infecciones de múltiples cepas del parásito (la esposa de Yuya, Thuya, resultó ser afectada por una sola cepa viral la, para entonces, avanzada edad de ambos, calculada en torno a los 50 años, dio a entender que, o bien la malaria pudo haber sido la causa de la muerte, o que la larga exposición a patógenos de la malaria en la población egipcia, podría haber creado una especie de inmunización natural, aunque parcial; la condición relacionada con Tutankhamon puede haber sido diferente. El informe final (Hawass, Zahi et al. 2010, p. 646) describe un panorama general decididamente crítico: el rey sufría de pie zambo, con malformación en el pie izquierdo, padeció la enfermedad de Kohler y aunque joven, le era necesario ayudarse de bastones para poder caminar debido a sus huesos necróticos (la osteonecrosis es también conocida como necrosis avascular, una enfermedad resultado de la pérdida temporal o permanente del flujo de sangre al interior de los huesos, sin sangre, el tejido óseo muere y causa que el hueso colapse, si el proceso involucra a los huesos cerca de una articulación, normalmente lleva al
  • 29. colapso de la superficie de la articulación); algunos de estos trastornos unidos a una fractura en la pierna izquierda, pudieron haber sido los responsables de la inflamación acumulativa e inmunosupresora que pudo padecer el faraón, por lo que, débil, una infección por malaria pudo haber sido mortal. El resultado final del análisis no pudo, por lo tanto, hacer un diagnóstico definitivo de la causa de la muerte del faraón sólo emitir una hipótesis concausal. DIVERSAS TEORÍAS SOBRE LA MUERTE DE TUTANKHAMON Desde el descubrimiento de la momia de Tutankhamon, surgieron especulaciones y teorías acerca de la causa exacta de la muerte del faraón. Hay egiptólogos de amplia trayectoria, así como profesionales formados en otros campos que han dedicado mucho tiempo a la investigación sobre las causas de la muerte de Tutankhamon y que tienen diferentes ideas acerca del asunto. Seguidamente vamos a exponer algunas de esas teorías: Bob Brier: Bob Brier es un egiptólogo que se especializa en Paleopatología, utilizó pruebas del estado de la momia de Tutankhamon, incluyendo la existencia de los fragmentos de cráneo así como otros datos históricos de la época, para apoyar su teoría de que el faraón fue asesinado por su Virrey quien conspiró para matarlo cuando el joven faraón fue capaz de gobernar de forma autónoma (Brier, Bob, 2010). Paul Doherty: Paul Doherty, un historiador británico, autor de varios artículos y libros sobre el Antiguo Egipto, ha utilizado evidencia física recogida sobre la momia para postular la teoría de que Tutankhamon sufría el síndrome de Marfan, una enfermedad heredada genéticamente y que, al final, lo llevó a la muerte (Doherty, P. C. 2002). Christine El Mahdy: la egiptóloga argumenta que Tutankhamon murió por causas naturales, por lo que ella cree fue, probablemente, un tipo de tumor, para ello aduce que, según el análisis original de Carter, Tutankhamon tuvo un entierro rápido ya que algunos elementos del embalsamamiento parecían haber sido hechos de forma apresurada, esto probaría, después de una muerte inesperada, que el faraón necesitaba ser enterrado rápidamente para evitar así una lucha por el poder, lucha que podría aparecer si el proceso de embalsamamiento y entierro duraba el tiempo habitual, 70 días (El Mahdy, Ch. 2001). Michael R. King: Michael R. King, detective estudioso de la figura de Tutankhamon, junto a Gregory M. Cooper, analista del FBI, emitieron la teoría de que Tutankhamon fue asesinado, utilizando la evidencia forense y sus conocimientos y experiencia en Criminología, llegaron a la conclusión de que es probable que Tutankhamon fuera asesinado por Ay, quien sucedió en el trono al joven faraón después de su muerte (King, M. R. & Cooper, G. 2006).
  • 30. Cristian Timman y Christian Meyer: Timman y Meyer, ambos médicos y científicos del Instituto Bernhard Nocht de Medicina Tropical de Hamburgo, han utilizado las pruebas médicas más recientes realizadas a la momia de Tutankhamon por Zahi Hawass, concluyendo que el faraón no murió de una combinación de enfermedad ósea y malaria, en su lugar han planteado la anemia de células falciformes como causa determinante de la muerte (la anemia de células falciformes es una alteración de la sangre que hace que el glóbulo rojo se deforme y adquiera la apariencia de una hoz, lo que entorpece la circulación sanguínea y causa microinfartos, hemólisis y anemia). Estos investigadores creen que esta enfermedad resultó fatal cuando Tutankhamon también contrajo la malaria severa que fue de carácter mortal en el Antiguo Egipto, concluyendo que, debido a un gen recesivo de células falciformes, el rey no estaba inmunizado contra este tipo de malaria, lo que habría resultado fatal (Timman C. & Meyer, Ch. 2010). CONCLUSIÓN En base a todos los datos anteriormente expuestos y haber analizado diversas posibilidades, mi conclusión acerca de la constitución física y posible causa de muerte del faraón Tutankhamon es la siguiente: Tutankhamon era un joven de aspecto delicado y aparentemente sano, esto último al menos, durante los primeros años de su vida y adolescencia. De una estatura promedio para su época, bien alimentado y poco robusto. Reconstrucción facial del rostro del faraón Tutankhamon
  • 31. Sin embargo, el joven rey padecía una serie de trastornos relacionados con su estructura ósea (hay que recordar la serie de particularidades y patologías asociadas a los miembros de su linaje) que pudieron hacerse más agudos con el pasar de los años (uso de bastones para caminar). Entre estas patologías debemos destacar la osteonecrósis, Tutankhamon era una persona con huesos muy delicados. Estas complicaciones que afectaban a su sistema óseo pudieron ser la causa principal de la muerte del rey. Una caída, bien sea en el palacio real, durante una cacería en carro o motivada por una caída de caballo (la caza y la equitación además de ser un deporte muy apreciado por la realeza, también tenía un fuerte componente simbólico y propagandístico, en el caso de Tutankhamon, además debido a su estado físico de movilidad, constituiría una actividad personalmente muy gratificante), era motivo más que suficiente para producir un traumatismo severo que, en el caso del joven rey con sus huesos delicados y frágiles, pudo desembocar en una fractura con herida abierta y la consecuente infección generalizada o sepsis es decir, un síndrome de anormalidades fisiológicas, patológicas y bioquímicas potencialmente mortales asociadas a una infección, estas anormalidades son secundarias a una respuesta inmunitaria desbalanceada frente a la infección, que termina dañando los tejidos y órganos propios y conduciendo a una disfunción multiorgánica. Cofre procedente de la tumba de Tutankhamon mostrando al rey en una escena de batalla montado en carro Si además, el rey había pasado o estaba pasando por una infección de malaria tropical que causa el 90% de todos los casos de muerte por malaria y que tiene unos síntomas como fiebre, escalofríos, sudoración, dolor de cabeza, vómitos, heces con sangre, dolores musculares, ictericia, shock, trastornos del sistema nervioso central y coma, entre otros, tenemos un cuadro clínico muy comprometido para el joven rey. No se sabe en qué momento Tutankhamon padeció la malaria, pero si la padeció poco antes del accidente o durante el accidente, sería una causa importante en la muerte del rey, sí sabemos, por diferentes elementos florales descubiertos en su tumba, que Tutankhamon debió morir en primavera. Si el faraón estaba pasando una infección por
  • 32. malaria sería una posible causa para producir un accidente traumático (golpe, caída) por los síntomas antes descritos (fiebre, shock, coma). Lo que es evidente es que, Tutankhamon padecía patología ósea y que debido a una fractura grave con herida abierta motivada por distintas causas, pero a mi entender un accidente, el rey sufrió un cuadro infeccioso general que lo llevó a la muerte prematura. Esta muerte prematura e inesperada del rey puede explicar por qué Tutankhamon tuvo que ser sepultado en una tumba que, originalmente, no estaba destinada para él. Por tanto, descarto cualquier teoría acerca del asesinato del rey, también es descartable que la fractura en la pierna izquierda fuera causada durante un acto de guerra. Acerca de la posibilidad de muerte por envenenamiento, debemos descartarla ya que en el cuerpo los rastros de cualquier veneno hubieran desaparecido durante el proceso de embalsamamiento, además, no parece muy probable. En líneas generales, concuerdo con el diagnóstico realizado en 2005 (ya que, para mí, la malaria es un factor concausal pero no puede declararse como fundamental) Tutankhamon murió por una fractura ocasionada, casi sin duda, por un accidente fortuito, dada la patología ósea del rey, esta fractura fue una causa fundamental de muerte, con herida abierta, sepsis y, finalmente, el fallecimiento prematuro del rey ocurrido no más de cinco días después del accidente. Sin duda alguna, quedan cuestiones sin responder, pero el cuadro general, para mí, es bastante claro, creo que las hipótesis sobre el asesinato deben ser descartadas y que la realidad fue más simple, un accidente, complicado por un cuadro patológico previo y en desarrollo, ocasionó la muerte del más famoso de todos los faraones de Egipto, pero como siempre, el futuro tiene la última palabra. Portada de la edición original de la obra fundamental The Tomb of Tut. Ankh. Amen de Howard Carter & Arthur Mace
  • 33. BIBLIOGRAFÍA Agustí Torres, Rafael 2016 La Tumba KV55 y el Misterio de la Momia de Akhenaton. Academia.edu Bartoloni, A. & Zammarchi, L. 2012 “Clinical aspects of uncomplicated and severe malaria”. Mediterranean Journal of Hematology and Infectious Diseases. 4(1). Bickerstaff, Dylan 2007 Embalming Caches in The Valley of the Kings. KMT, p. 48. Boyer, R. S., Rodin, E. A., Grey, T. C. & Conolly, R.C. 2003 The skull and cervical spinc radiographs of Tutankhamen: A critical appraisal. Am. J. Neuroradiol. 24: 1142-7. Booth, Charlotte 2007 The Boy Behind the Mask: Meeting the Real Tutankhamun. Oneworld Publications, Oxford. Braunstein, E. M., White, S. J., Russel W. & Harris, J. E. 1988 Paleoradiologic evaluation of the Egyptian royal mummies. Skeletal Radiol 17:348-52. Brier, Bob 2010 The Murder of Tutankhamen: A True Story. New York, Berkley Trade. Burridge, A. L. 2000a Marfan syndrome and the 18th dynasty royal family of Ancient Egypt (Part 1). Paleopathol Newsl, 110: 6-11. Burridge, A. L. 2000b Marfan syndrome and the 18th dynasty royal family of Ancient Egypt (Part 2). Paleopathol Newsl. 111: 8-13. Campillo Valero, D. & Subirá de Galdácano, M. Eulalia 2004 Antropología física para arqueólogos. Ed. Ariel/Planeta, Barcelona.
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