El documento contrasta las diferencias entre ser una "persona" versus un "personaje". Ser una persona significa ser auténtico y expresar libremente una variedad de emociones y sentimientos sin máscaras. Esto permite crear amistades genuinas y mejorarse a uno mismo mediante la reflexión. Por el contrario, ser un personaje implica fingir e imponer una máscara o imagen fija, lo que puede provocar rechazo de los demás. El documento concluye sugiriendo que es mejor dejar de lado las máscaras para ser la mejor persona cada día.