El documento discute tres mitos comunes sobre la pobreza: 1) que siempre ha habido y habrá pobres, aunque la evidencia muestra que países como Noruega han reducido drásticamente la pobreza; 2) que los pobres no quieren trabajar, cuando en realidad muchos pobres sí trabajan; y 3) que la asistencia del estado estimula la vagancia, a pesar de que los pobres a menudo siguen trabajando aunque reciban ayuda.