El documento discute la evolución de la doctrina del Movimiento Justicialista en Argentina a lo largo del tiempo. Menciona que aunque exista una base doctrinaria, esta no impide el progreso sino que sirve como fundamento para entender el mundo. Explica que en los últimos 8 años hubo actualizaciones importantes como otorgar dignidad a los trabajadores de casinos e hipódromos subsidiando sus cuentas de luz, a fin de conjugar equidad distributiva y vida digna para todos.
1. Actualización doctrinaria
Lo bueno del movimiento es que va evolucionando a partir de nuevas realidades. Si bien
hay una doctrina base, ella no impide el progreso, sino que sirve como base fundante
para entender el mundo de cierta manera.
Así, el Movimiento Justicialista ha tenido algunas actualizaciones doctrinarias, pero
sobre la base del pensamiento de Perón. Y es de hacer notar que, en 1947, en “Doctrina
Peronista”, el propio Perón dijera:
“Pensamos que en adelante, el poder político tendrá que organizarse en
forma tal que sea el Estado quien evite que las fuerzas del capital y el trabajo
entren en conflictos, asegurando la armonía que debe regir las relaciones de
ambos y por sobre todo, con la finalidad de asegurar una vida digna a los
trabajadores y un equitativo beneficio para los capitalistas”.
Lo bueno es que la base del pensamiento se sostiene a rajatabla: para eso somos todos
justicialistas ¿no? Lo difícil es cómo entender en cada tiempo la armonía. En estos 8
años, a los fines de conjugar equidad distributiva y vida digna para todos, se enfrentó
una actualización importante. Y se optó por otorgarles dignidad a los trabajadores que
iban, por ejemplo, al casino. O a los propios trabajadores de los casinos e hipódromos.
Así, como los empresarios decían que no podían pagar la cuenta de la luz y Cristina nos
dijo “Cuenten conmigo para lo que falta” (que ha sido una de las máximas de esta
campaña presidencial), los empresarios hablaron con De Vido, y les estuvimos
financiando las cuentas, por ejemplo, de la luz a los casinos. Resulta interesante ver
cómo, los cambios tecnológico y de hábitos producidos desde 1947 hicieron que fuera
posible tener carreras nocturnas y, para mayor felicidad del pueblo, y que todos
pudiéramos concurrir, la iluminación de las pistas estuviera subsidiada. Lo mismo con
los casinos, ya que gracias a la tecnología pudimos introducir máquinas eléctricas que
brindan más felicidad que una mesa de cartas o de dados. Y a los fines de no creer que
el croupier –un trabajador- era responsable de la infelicidad de otro trabajador –el
apostador-, consideramos necesario financiar alegremente el consumo eléctrico de los
casinos, como sociedad, para nuestro mayor disfrute y armonía social.
Loados sean los cielos que han permitido que la actualización doctrinaria quede en
manos de dos tipos capaces de velar por la auténtica doctrina como Boudou y De Vido,
seguramente con el guiño del General que nos mira desde el cielo.