Van Gogh Piazzolla Verdades

VINCENT VAN GOGH 1850 - 1890 ¡ADMIRE LAS OBRAS! ¡ESCUCHE A PIAZZOLLA! ¡LEA LOS MENSAJES!

Después de algún tiempo percibes la diferencia, la sutil diferencia, entre dar la mano y encadenar el alma.

Aprendes que no importa en cuántos pedazos se partió tu corazón, el mundo no se detiene para que tú lo arregles.

Y aprendes que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad.

Y empiezas a aprender que besos no son contratos y regalos no son promesas.

Empiezas a aprender que no debes compararte con los demás.

Y aprendes que algunas personas simplemente no son importantes...

Empiezas a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un adulto y no con la tristeza de un niño.

Aprendes que las verdaderas amistades continúan creciendo a pesar de la distancia.

Y que lo importante no es lo que tienes en la vida, sino a quién tienes en la vida.

Y que los buenos amigos son la familia que te permitirán escoger.

Aprendes que no tienes que cambiar de amigos si comprendes que los amigos cambian.

Percibes que tu amigo y tú pueden hacer qualquier cosa, o nada, y pasar bien esos momentos.

Descubres que te llevará mucho tiempo convertirte en la persona que quieres ser, y que el tiempo es muy corto.

Aprendes que, o controlas tus actos, o ellos te controlarán a ti.

Y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad...

porque no importa cuán delicada y frágil sea una situación, siempre existen dos opiniones.

Aprendes que los héroes son personas que hacen lo que sea necesario, enfrentando las consecuencias .

Aprendes que la paciencia requiere mucha práctica.

Descubres que algunas veces la persona que esperas te ayudará cuando caigas, no te ayudará a levantarte.

Aprendes que nunca debes decir a un niño que es un tonto, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia que se lo creyera .

Aprendes que no siempre es suficiente ser perdonado, algunas veces tienes que aprender a perdonarte a ti mismo.

Aprendes que con la misma severidad con la que juzgas, serás en algún momento condenado.

Finalmente, aprendes que... ¡No es posible retroceder el tiempo!

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