El documento describe el efecto positivo de los elogios en las personas. Los elogios aumentan la autoestima y confianza, lo que hace que las personas sean más amables con los demás. También ayudan a suavizar las fricciones de la vida cotidiana. Los niños en especial necesitan reconocimiento y aprecio a través de elogios. La historia de un niño que buscaba aprobación después de portarse bien ilustra cómo los elogios motivan la buena conducta.
1. EL MÁGICO EFECTO DEL ELOGIO
Los seres humanos necesitan que los alienten. Sentir la calidez de la aprobación,aumenta la
confianza en sí mismo.
En la persona cuya autoestima se ha elevado, se obra una especie de milagro. Repentinamente
le caen mejor los demás y se hace más amable y solidaria, con quienes le rodean.
El elogio, también contribuye a suavizar los inevitables roces de la convivencia cotidiana. Una
buena y saludable vida familiar se nutre de ellos. Los niños, en especial, están deseosos de
reconocimiento y aprecio.
Una joven madre contó ésta anécdota: "Mi hijito se porta mal a menudo, de manera que debo
regañarlo. Pero un día su conducta fue especialmente buena, sin embargo esa noche, después
de acomodarlo en su cama y al bajar por las escaleras lo oí llorar: fui a verlo, y lo encontré con
la cara hundida en la almohada. Entre sollosos me preguntó si no había sido un buen niño.
"La pregunta me traspasó como un puñal - agregó la madre- nunca había dudado en corregirlo
cuando hacía algo malo; pero cuando se portó bien, ni siquiera lo noté. Lo había mandado a
dormir sin darle una palabra de reconocimiento."
EL ELOGIO hace que la gente, dé lo mejor de sí pero quien lo dá siente también la satisfacción
de haber creado en el otro un especial estado de ánimo, de la misma manera como "... las
flores dejan siempre parte de su fragancia en la mano de quien las ofrece".
GOTTFRIED VON KRONEMBERG