2. Hace mucho tiempo, en un país
lejano existía un castillo, el más
grande que pudieras imaginar.
En él, vivía una hermosa niña
llamada Carolina, ella tenía un
hermoso perro llamado Diamante;
el más valiente de todo el
castillo, con un gran olfato
gracias a su grande y negra nariz.
3. De repente un día, Carolina
salió a pasear con su perro por
todo el castillo, lo que ellos no
sabían era la gran sorpresa
que les esperaba en la parte
trasera de castillo, un Hada se
encontraba posada en la
hierba llorando por tener una
de sus alas rotas.
Diamante con su olfato la
detectó rápidamente y guió a
Carolina a aquel lugar.
4. El Hada era muy pequeña y
hermosa, sus alas eran de color
azul y vestía un hermoso traje
del mismo color. Carolina corrió
junto con Diamante y al llegar al
lugar vio a la pobre Hada
llorando, la niña la tomó con
mucho cuidado y la llevó al
castillo.
Le preparó una crema con mucho
amor y fe para poder ponerla en
la herida que tenía la pequeña
Hada. Se la puso y así pudo curar
su dolor.
5. A la mañana siguiente milagrosamente
el Hada despertó y con su magia y
gracias a los cuidados y el gran amor
que le demostró Carolina su ala se
curó. En agradecimiento el Hada hizo
que el jardín de Carolina fuera el
más bello de todo el mundo.
Diamante fue el más feliz porque
podría jugar todos los días en bello
lugar con muchas flores y grandes
colores.
6. Carolina le pidió al Hada que se quedara para siempre,
pero ella respondió que su tarea en la vida era cuidar
la naturaleza y hacer que todas las flores y plantas
del mundo pudieran crecer y florecer.
Carolina lo entendió y el Hada les prometió por
siempre visitarlos a diario.
FIN