Una amiga de 17 años se enamoró de un empresario casado de 40 años que conoció en una confitería. A pesar de los intentos de la narradora por convencerla de que era una mala idea por la diferencia de edad y el estado civil del hombre, la amiga consideró fugarse con él. Luego de una hora de conversación, la narradora logró persuadirla de olvidarse del empresario para evitar sufrimiento.