Este documento presenta el contenido para realizar la Asamblea Parroquial de 2013 en una parroquia. La asamblea ayudará a evaluar los programas pastorales del año y planear nuevas acciones para 2014. También se revisarán los compromisos de la asamblea anterior y la visita pastoral del obispo. Se recordará el contenido del Motu Proprio "Porta Fidei" del Papa Benedicto XVI para el Año de la Fe, así como los desafíos a la fe descritos en el documento. La asamblea busca fortal
1. CONTENIDO
PARA
LA
REALIZACIÓN
DE
LA
ASAMBLEA
PARROQUIAL
2013
Primera
parte
VER
1.
Para
la
ubicación:
La
Asamblea
parroquial
que
estamos
iniciando,
nos
ayudará
a
evaluar
el
o
los
programas
de
la
acción
pastoral
de
la
parroquia
asumidos
para
el
año
en
curso.
Una
vez
evaluado
el
camino
recorrido
reforzaremos
y
proyectaremos
nuevas
acciones
a
realizar
durante
el
año
2014.
Valoremos
la
oportunidad
que
nos
ofrece
esta
Asamblea
para
orar,
reflexionar
asumir
nuestra
realidad
socio
pastoral,
en
razón
de
transformarla,
logrando
el
paso
de
una
pastoral
de
mera
conservación
a
una
pastoral
decididamente
misionera.
En
comunión
con
la
Iglesia
diocesana
y
continental,
esperamos
fortalecer
y
renovar
los
compromisos
contenidos
y
expresados
tanto
en
los
Objetivos,
Iniciativas
y
Metas
del
PDP,
como
en
las
acciones
en
pro
de
la
Misión
Continental
y
para
la
celebración
del
Año
de
la
Fe.
Nos
ayudará
mucho
tener
a
la
mano
tanto
los
compromisos
a
mediano
y
largo
plazo
de
la
pasada
Asamblea
parroquial,
realizada
el
año
pasado,
como
también
los
asumidos
durante
la
Visita
Pastoral
del
Obispo
a
la
parroquia
y
las
iniciativas
o
propuestas
para
la
Misión
Continental
Permanente
y
para
la
celebración
del
año
de
la
fe.
2.
El
contenido
del
Motu
Proprio
“Porta
Fidei”:
Para
ubicar
el
acercamiento
a
la
realidad,
especialmente
en
las
propuestas
para
la
Misión
Continental
encarnada
en
nuestro
PDP,
nos
ayudaremos
recordando
el
contenido
del
Motu
Proprio
“Porta
Fidei”.
Iniciemos
pues,
haciendo
resonar
la
intención
del
Santo
Padre,
Benedicto
XVI,
al
convocar
el
Año
de
la
Fe,
con
los
dos
motivos
muy
concretos;
por
una
parte
la
celebración
por
los
50
años
del
Concilio
Vaticano
II,
y
por
otra
la
celebración
de
los
20
años
de
la
publicación
del
Catecismo
de
la
Iglesia
católica,
fruto
más
importante
del
mismo
Concilio.
El
año
de
la
fe
también
reflejó
el
ambiente
y
los
trabajos
para
la
realización
del
sínodo
de
los
Obispos
con
el
tema
“la
nueva
Evangelización
para
la
transmisión
de
la
fe
cristiana”.
No
podemos
olvidar
que
el
año
pasado,
la
Asamblea
tomó
como
punto
de
iluminación
junto
con
el
motu
proprio
porta
fidei,
la
nota
con
indicaciones
pastorales
para
el
año
de
fe,
de
la
Congregación
para
la
doctrina
de
la
fe.
Sin
duda
que
trabajamos
dichos
documentos
y
nos
han
ayudado
a
vivir
un
tiempo
de
reflexión
y
redescubrimiento
de
la
Fe,
y
han
orientado
nuestra
mirada
hacia
Jesucristo
que
inició
y
completa
nuestra
Fe
(cfr.
Heb.
12,
2).
Desde
su
convocatoria,
el
motu
proprio
nos
confirmó
que
la
FE
no
es
una
teoría,
sino
el
encuentro
con
una
Persona,
Jesucristo;
y
en
consonancia
con
la
V
CELAM
y
nuestro
PDP,
consideramos
la
propuesta
pastoral
en
recomenzar
desde
Cristo
nuestra
identidad
discipular
y
misionera,
para
dar
“Un
nuevo
rostro
de
Iglesia
el
Tlaxcala
de
hoy”
2. El
Santo
Padre,
en
el
número
2
de
la
carta,
presentó
la
realidad
en
que
se
vive
la
fe
de
la
Iglesia
mediante
cuatro
razones:
1.
Señaló
que
la
prioridad
de
los
cristianos
de
hoy
son
sus
compromisos
sociales,
culturales
y
políticos,
sin
preocuparse
por
profundizar
en
su
Fe.
2.
Constató
la
profunda
Crisis
de
Fe.
3.
La
presencia
de
una
Mentalidad
reducida
a
los
logros
científicos
y
tecnológicos
y
4.
La
búsqueda
del
sentido
último
de
la
existencia.
Ante
tal
realidad
dijo
el
Santo
Padre,
no
debemos
permanecer
con
los
brazos
cruzados;
“No
podemos
dejar
que
la
sal
se
vuelva
sosa
y
la
luz
permanezca
oculta
(cf.
Mt
5,
13-‐16),
por
eso
hoy
necesitamos
tomar
la
actitud
de
la
samaritana,
y
sentir
como
ella,
la
necesidad
de
acercarnos
al
pozo
para
escuchar
a
Jesús,
que
nos
invita
a
creer
en
él
y
a
extraer
el
agua
viva
que
mana
de
su
fuente
(cf.
Jn
4,
14).”
Fue
motivadora
para
nuestras
iniciativas
pastorales
en
pro
de
la
Misión
Continental
y
para
vivir
el
año
de
la
fe
la
invitación
a
“…
descubrir
de
nuevo
el
gusto
de
alimentarnos
con
la
Palabra
de
Dios,
transmitida
fielmente
por
la
Iglesia,
y
del
Pan
de
la
vida,
ofrecido
como
sustento
a
todos
los
que
son
sus
discípulos”
(P.F.
3)
y
seguramente
así
lo
estamos
haciendo.
También
nos
invitó
a
cuestionar
nuestra
vida
de
fe,
sumiendo
la
experiencia
de
los
primeros
discípulos
cuando
le
preguntaron:
¿Qué
tenemos
que
hacer
para
realizar
las
obras
de
Dios?
(Jn
6,
28)
y
como
ya
conocemos
la
respuesta
de
Jesús:
La
obra
de
Dios
es
ésta:
que
creáis
en
el
que
él
ha
enviado
(Jn
6,
29).
Por
lo
tanto
estamos
convencidos
que
“Creer
en
Jesucristo
es,
el
camino
para
poder
llegar
de
modo
definitivo
a
la
salvación.”
El
Santo
Padre
propuso
como
objetivos
para
vivir
el
año
de
la
fe:
A).
Introducir
a
toda
la
Iglesia
en
un
tiempo
de
reflexión
y
redescubrimiento
de
la
fe
(PF
4).
Indudablemente
que
la
fe
nos
ha
llevado
a
redescubrir
y
fortalecer
nuestro
camino
de
la
salvación,
(vida
nueva)
y
seguramente
ha
consolidado
nuestra
alegría
y
entusiasmo
prolongando
y
manteniendo
intensamente
el
encuentro
con
Cristo
vivo.
B).
Profundizar
en
las
enseñanzas
del
Concilio
Vaticano
II
y
en
el
Catecismo
de
la
Iglesia
Católica
(PF
5
y
11).
Seguramente
que
con
la
lectura
de
sus
4
Constituciones
dogmáticas,
sus
9
Decretos
y
sus
3
declaraciones
hemos
recordado,
profundizado
en
su
conocimiento
y
asimilado
su
contenido,
de
tal
modo
que
sus
documentos
los
tenemos
y
presentamos
como
textos
cualificados
y
normativos
del
Magisterio,
dentro
de
la
Tradición
de
la
Iglesia.
Lo
mismo
podemos
decir
del
conocimiento
y
manejo
del
Catecismo
de
la
Iglesia
Católica,
en
lo
que
se
refiere
a
la
formación
y
renovación
de
la
vida
de
fe
y
experiencia
eclesial
de
la
parroquia.
C).
Invitar
a
los
cristianos
a
una
renovada
conversión
al
Señor
con
un
testimonio
de
los
creyentes
más
creíble
(PF
6
y
9).
En
el
número
6
de
la
carta,
el
Santo
Padre
nos
dijo
que:
“La
renovación
de
la
Iglesia
pasa
también
a
través
del
testimonio
ofrecido
por
la
vida
de
los
creyentes:
con
su
misma
existencia
en
el
3. mundo,
los
cristianos
están
llamados
efectivamente
a
hacer
resplandecer
la
Palabra
de
verdad
que
el
Señor
Jesús
nos
dejó.”
D).
Redescubrir
la
alegría
de
creer
y
volver
a
encontrar
el
entusiasmo
de
comunicar
la
fe
(PF
7).
“La
fe
crece
cuando:
se
vive
como
experiencia
de
un
amor
que
se
recibe,
cuando
se
comunica
como
experiencia
de
gracia
y
gozo”
Los
cuatro
objetivos
centrados
en
la
profesión
de
fe
nos
han
ayudado
a:
reanimarla,
purificarla,
confirmarla
y
confesarla.
La
“Profesión
de
Fe”,
durante
todo
este
año,
la
hemos
vivido
cada
día
como
acto
consciente
y
firme
por
el
cual
decidimos
entregarnos
totalmente
y
con
plena
libertad
a
Dios,
logrando
la
unidad
profunda
entre
el
acto
de
fe
y
los
contenidos
de
la
misma,
a
los
que
prestamos
asentimiento,
teniendo
en
cuenta
que:
“Con
el
corazón
se
cree
y
con
los
labios
se
profesa”
(Rom.10,
10)
y
así
la
fe
nos
motivó
para
vivir
permanentemente
en
el
deseo
de
decidirnos
a
estar
con
el
Señor
para
vivir
con
Él
(cf.
PF
10).
Es
importante
recordar
las
acciones
concretas
propuestas
en
el
motu
proprio,
para
continuar:
a)
Intensificando
la
reflexión
sobre
la
fe,
intensificando
la
celebración
de
la
Eucaristía
(PF
n.
9)
mediante
el
testimonio
de
la
caridad
(PF
n.14),
b)
a
poner
la
mirada
Fija
en
Jesucristo,
pues
en
Jesús
encuentra
su
cumplimiento
todo
afán
y
todo
anhelo
del
corazón
humano,
c)
seguir
el
ejemplo
de
María,
d)
seguir
el
ejemplo
de
los
apóstoles,
e)
seguir
el
ejemplo
de
los
discípulos.
El
año
de
la
fe
se
ofreció
como
oportunidad
para
hacer
cada
vez
más
fuerte
nuestra
relación
con
Cristo,
el
Señor,
pues
sólo
en
él
tenemos
la
certeza
para
mirar
al
futuro
y
la
garantía
de
un
amor
auténtico
y
duradero.
No
olvidemos
que
la
carta
concluyó
afirmado
la
urgencia
de
llegar
a
auténtica
Profesión
de
Fe,
tanto
personal
como
comunitaria,
puesto
que
“Lo
que
el
mundo
necesita
hoy
de
manera
especial
es
el
testimonio
creíble
de
los
que,
iluminados
en
la
mente
y
el
corazón
por
la
Palabra
del
Señor,
son
capaces
de
abrir
el
corazón
y
la
mente
de
muchos
al
deseo
de
Dios…”
(PF
n.
15),
confiados
a
la
valiosa
intercesión
de
Madre
de
Dios,
proclamada
«bienaventurada
porque
ha
creído»
(Lc
1,
45).
En
la
Nota
que
el
Papa
Benedicto
XVI
pidió
a
la
Sagrada
Congregación
para
la
doctrina
de
la
fe
para
que
ofreciera
indicaciones
pastorales
se
sugiere:
Cap.
IV,
En
el
ámbito
de
las
parroquias
/
comunidades
/
asociaciones
/
movimientos
1.
Como
preparación
al
Año
de
la
fe,
todos
los
fieles
están
invitados
a
leer
y
meditar
la
Carta
apostólica
“Porta
Fidei”
del
Santo
Padre
Benedicto
XVI.
2.
El
Año
de
la
fe
«será
también
una
ocasión
propicia
para
intensificar
la
celebración
de
la
fe
en
la
liturgia,
y
de
modo
particular
en
la
Eucaristía».
En
la
Eucaristía,
misterio
de
la
fe
y
fuente
de
la
nueva
4. evangelización,
la
fe
de
la
Iglesia
es
proclamada,
celebrada
y
fortalecida.
Todos
los
fieles
están
invitados
a
participar
de
ella
en
forma
consciente,
activa
y
fructuosa,
para
ser
auténticos
testigos
del
Señor.
3.
Los
sacerdotes
podrán
dedicar
mayor
atención
al
estudio
de
los
documentos
del
Concilio
Vaticano
II
y
del
Catecismo
de
la
Iglesia
Católica,
recogiendo
sus
frutos
para
la
pastoral
parroquial
–catequesis,
predicación,
preparación
a
los
sacramentos,
etc.–
y
proponiendo
ciclos
de
homilías
sobre
la
fe
o
algunos
de
sus
aspectos
específicos,
como
por
ejemplo,
“el
encuentro
con
Cristo”,
“los
contenidos
fundamentales
del
Credo”
y
“la
fe
y
la
Iglesia”.
4.
Los
catequistas
podrán
apelar
aún
más
a
la
riqueza
doctrinal
del
Catecismo
de
la
Iglesia
Católica
y,
bajo
la
responsabilidad
de
los
respectivos
párrocos,
guiar
grupos
de
fieles
en
la
lectura
y
la
profundización
común
de
este
valioso
instrumento,
con
la
finalidad
de
crear
pequeñas
comunidades
de
fe
y
testimonio
del
Señor
Jesús.
5.
Se
espera
por
parte
de
las
parroquias
un
renovado
compromiso
en
la
difusión
y
distribución
del
Catecismo
de
la
Iglesia
Católica
y
de
otros
subsidios
aptos
para
las
familias,
auténticas
iglesias
domésticas
y
lugares
primarios
de
la
transmisión
de
la
fe.
El
contexto
de
tal
difusión
podría
ser,
por
ejemplo,
las
bendiciones
de
las
casas,
el
bautismo
de
adultos,
las
confirmaciones
y
los
matrimonios.
Esto
contribuirá
a
confesar
y
profundizar
la
doctrina
católica
«en
nuestras
casas
y
con
nuestras
familias,
para
que
cada
uno
sienta
con
fuerza
la
exigencia
de
conocer
y
transmitir
mejor
a
las
generaciones
futuras
la
fe
de
siempre».
6.
Será
conveniente
promover
misiones
populares
y
otras
iniciativas
en
las
parroquias
y
en
los
lugares
de
trabajo,
para
ayudar
a
los
fieles
a
redescubrir
el
don
de
la
fe
bautismal
y
la
responsabilidad
de
su
testimonio,
conscientes
de
que
la
vocación
cristiana
«por
su
misma
naturaleza,
es
también
vocación
al
apostolado».
7.
En
este
tiempo,
los
miembros
de
los
Institutos
de
Vida
Consagrada
y
de
las
Sociedades
de
Vida
Apostólica
son
llamados
a
comprometerse
en
la
nueva
evangelización
mediante
el
aporte
de
sus
propios
carismas,
con
una
renovada
adhesión
al
Señor
Jesús,
fieles
al
Santo
Padre
y
a
la
sana
doctrina.
8.
Las
comunidades
contemplativas
durante
el
Año
de
la
fe
dedicarán
una
particular
atención
a
la
oración
por
la
renovación
de
la
fe
en
el
Pueblo
de
Dios
y
por
un
nuevo
impulso
en
su
transmisión
a
las
jóvenes
generaciones.
9.
Las
Asociaciones
y
los
Movimientos
eclesiales
están
invitados
a
hacerse
promotores
de
iniciativas
específicas
que,
mediante
la
contribución
del
propio
carisma
y
en
colaboración
con
los
pastores
locales,
se
incorporen
al
gran
evento
del
Año
de
la
fe.
Las
nuevas
Comunidades
y
Movimientos
eclesiales,
en
modo
creativo
y
generoso,
encontrarán
los
medios
más
eficaces
para
ofrecer
su
testimonio
de
fe
al
servicio
de
la
Iglesia.
10.
Todos
los
fieles,
llamados
a
reavivar
el
don
de
la
fe,
tratarán
de
comunicar
su
propia
experiencia
de
fe
y
caridad,
dialogando
con
sus
hermanos
y
hermanas,
incluso
de
otras
confesiones
cristianas,
sin
dejar
de
lado
a
los
creyentes
de
otras
religiones
y
a
los
que
no
creen
o
son
indiferentes.
Así
se
espera
que
todo
el
pueblo
cristiano
comience
una
especie
de
misión
entre
las
personas
con
quienes
viven
y
trabajan,
conscientes
de
haber
«recibido
la
buena
nueva
de
la
salvación
para
comunicarla
a
todos»
5. 3.
Para
revisar
los
compromisos:
Tanto
el
Consejo
Parroquial
como
los
Nueve
Equipos,
sin
excluir
a
los
movimientos,
grupos
y
asociaciones
laicales,
tienen
su
origen
como
estrategia
para
la
renovación
pastoral
de
la
parroquia
en
clave
misionera
y
responden
a
la
estrategia
del
Plan
Diocesano
de
Pastoral
2009
–
2019,
que
pretende:
“ANUNCIAR
CON
FIDELIDAD
Y
ENTUSIASMO
LA
BUENA
NUEVA
DEL
REINO
DE
DIOS,
MOSTRANDO
EL
ROSTRO
ATRACTIVO
DE
JESUCRISTO
RESUCITADO,
PARA
QUE
LAS
PERSONAS,
LAS
COMUNIDADES
Y
LA
SOCIEDAD
TLAXCALTECA
EN
EL
TENGAN
VIDA”
A
la
Luz
de
nuestra
misión
como
Iglesia
diocesana,
proyectamos
y
realizamos
la
Visita
Pastoral
del
Señor
Obispo
a
la
parroquia,
en
tres
etapas:
1.
preparación
espiritual
y
pastoral
de
la
parroquia,
2.
el
desarrollo
de
Visita
con
diferentes
encuentros
y
reuniones
parroquiales
y
3.
El
seguimiento
de
la
visita.
Durante
la
visita
pastoral,
en
el
encuentro
del
Sr.
Obispo
con
el
Párroco,
con
los
Sacerdotes
en
el
caso
donde
hay
varios,
con
el
o
los
vicarios
parroquiales,
con
el
consejo
pastoral,
con
cada
uno
de
los
nueve
equipos
parroquiales
y
con
los
movimientos,
grupos
y
asociaciones
laicales,
fiscales,
mayordomos
y
con
la
comunidad
parroquial,
ahí
asumimos
compromisos
a
corto
y
mediano
plazo
en
razón
de
renovar
la
organización
de
la
parroquia,
llevando
a
su
cumplimiento
los
objetivos,
iniciativas
y
metas
del
PDP.
Dichos
compromisos
se
han
generado
en
razón
de
una
renovación
pastoral
de
la
parroquia,
que
tocara
a
las
personas,
los
métodos
y
las
estructuras
pastorales,
desde
el
modelo
de
parroquia
Misionera
y
en
perspectiva
de
la
Misión
Continental,
propuesta
en
el
marco
de
la
V
CELAM.
Con
toda
esta
memoria
histórica
llegamos
al
momento
de
revisar
cada
una
de
las
propuestas
o
compromisos
del
consejo
pastoral,
de
que
cada
uno
de
los
nueve
equipo,
movimientos,
grupos
y
asociaciones,
y
de
la
parroquia,
compromisos
que
seguramente
en
cada
instancia
los
ha
tenido
presente
en
su
programación
2013.
Al
concluir
la
visita
se
entregó
a
cada
párroco
un
acta
conteniendo
todo
el
material
trabajado
antes
y
durante
la
visita,
ahí
están
también
los
compromisos.
No
olvidemos
que
la
existencia
de
cada
uno
de
estos
organismos
y
estructuras
en
cada
parroquia
nos
han
ayudado
y
ayudarán
a
ser
y
aparecer
como:
“UNA
DIÓCESIS
QUE
VIVA
EN
COMUNIÓN,
DONDE
SACERDOTES,
CONSAGRADOS
Y
LAICOS,
CON
UNA
ÓPTIMA
FORMACIÓN
INICIAL
Y
PERMANENTE
SE
ENCUENTREN
CON
JESUCRISTO,
VIVAN
EN
ÉL
Y
LO
HAGAN
PRESENTE
EN
LA
REALIDAD
SOCIAL”.
4.
Para
trabajar
en
el
Ver:
Concluida
la
iluminación,
se
respondemos
las
siguientes
preguntas:
1.-‐
¿Qué
compromisos
se
cumplieron
y
cuales
faltan
de
cumplirse?
2.-‐
¿Qué
ha
favorecido
y
qué
ha
impedido
o
dificultado
su
realización?
Se
reúne
el
consejo
parroquial,
los
nueve
equipos,
los
movimientos,
grupos
y
asociaciones
laicales,
fiscales,
mayordomos
etc.
y
evalúan
sus
propios
compromisos,
como
los
asumidos
en
pro
de
la
misión
6. Continental,
y
del
año
de
la
fe,
un
secretario
toma
nota
de
los
resultados
de
la
primera
y
segunda
pregunta
y
luego
los
presenta
en
plenario
a
todos
los
participantes.
Escuchadas
las
respuestas
de
todos
se
retoma
lo
más
significativo
de
las
causas
que
han
favorecido,
qué
han
impedido
o
dificultado
la
realización
de
sus
compromisos
y
se
prepara
un
resumen
o
síntesis
para
tenerlo
en
cuenta
en
los
siguientes
momentos
de
la
Asamblea:
en
el
Juzgar
y
en
el
Actuar.
Nb.
Se
cuenta
con
el
presente
material
y
un
resumen
de
“Porta
Fidei”
en
Power
Point
realizado
por
MFC
y
se
pone
a
su
servicio
en
el
portal
de
la
diócesis.
7.
ILUMINACIÓN
DE
SER
Y
QUEHACER
DEL
CONSEJO
PARROQUIAL
DE
PASTORAL
Y
DE
LOS
EQUIPOS
DE
PASTORAL
DESDE
EL
PDP
Segunda
parte
el
JUZGAR
La
funcionalidad
de
Consejo
Pastoral
y
de
los
Nueve
Equipos
Parroquiales
Sobre
el
Ser
y
Quehacer
del
Consejo
Parroquial
de
Pastoral
se
ha
entregado
un
material
donde
explica
de
manera
muy
amplia
todo
lo
relativo
a
esta
estructura
importantísima
y
clave
para
la
aplicación
del
PDP.
Sobre
los
9
equipos
de
pastoral
que
pide
el
plan
se
ha
trabajado
mucho
y
contamos
con
el
material
de
la
Visita
Pastoral
de
nuestro
Obispo
Francisco
a
las
parroquias
de
la
diócesis:
Con
esta
estructura
y
dinamismo
se
pretende
responder
a
la
dimensión
misionera
de
la
Iglesia
particular
expresada
en
la
Misión
y
Visión
de
nuestro
Plan
con
todos
los
objetivos
con
sus
iniciativas
y
en
unidad
y
espíritu
de
la
Misión
Continental
y
del
Año
de
la
Fe.
El
carácter
misionero
es
un
eje
transversal
de
toda
la
pastoral
de
la
Iglesia.
Ninguna
comunidad
debe
excusarse
ante
las
exigencias
de
una
renovación
misionera,
entre
ellas,
“el
abandono
de
las
estructuras
caducas
que
ya
no
favorecen
la
transmisión
de
la
fe
“.
(DA
365)
La
parroquia
ha
de
ser
misionera,
no
se
limita
a
cuidar
a
los
pocos
que
se
le
acercan
a
ella,
ella
“sale”
hacia
los
de
fuera
para
anunciarles
el
Evangelio
de
Jesucristo.
La
parroquia
se
encuentra
frente
a
la
gran
tarea,
fundamental
y
obligatoria
de:
convocar
y
formar
laicos
misioneros
que
salgan
al
mundo
para
la
evangelización
de
lo
social,
según
su
vocación
laical
específica
que
es
subrayada
por
lo
que
se
llama
su
“índole
secular”
(su
“índole
mundana”)
(DA
174)
Es
un
imperativo
pastoral
promover
la
corresponsabilidad
y
la
participación
efectiva
de
todos
los
fieles
en
las
comunidades
cristianas,
a
ejemplo
y
según
el
modelo
de
la
primitiva
comunidad
descrita
en
el
libro
de
los
Hechos
de
los
Apóstoles.
Necesitamos
pasar
de
una
pastoral
de
mera
conservación
a
una
pastoral
misionera
(PDP
pág.
115
-‐
120
DA
370)
Ser
discípulos
misioneros
de
Jesucristo
para
que
nuestros
pueblos,
en
Él,
tengan
vida,
nos
lleva
a
asumir
evangélicamente
y
desde
la
perspectiva
del
Reino
las
tareas
prioritarias
que
contribuyen
a
la
dignificación
de
todo
ser
humano
Por
eso
la
parroquia:
•
•
•
•
Conoce
la
realidad,
los
problemas
y
las
aspiraciones
de
las
personas
que
viven
en
su
territorio.
Sensibiliza
a
los
cristianos
sobre
su
responsabilidad
en
la
transformación
de
la
sociedad,
a
través
del
conocimiento
y
aplicación
de
la
doctrina
social
de
la
iglesia.
Fomenta,
educa
y
acompaña
el
compromiso
social
y
político
de
los
cristianos.
Defiende
la
dignidad
y
los
derechos
fundamentales
de
la
persona,
cuando
éstos
son
conculcados.
8. •
•
•
Favorece
y
acompaña
la
acción
asociada
de
los
laicos
para
evangelizar
la
familia,
a
la
cultura,
el
mundo
social
y
político,
y
el
de
los
medios
de
comunicación
social.
Se
encarna
en
la
idiosincrasia,
lenguaje
y
costumbres
de
su
sector
humano,
para
poder
evangelizarlo
desde
dentro.
Cuida
su
patrimonio
artístico
y
documental,
y
procura
utilizarlo
al
servicio
de
la
evangelización
Sin
renovación
del
Párroco
no
habrá
renovación
de
la
parroquia
y
de
los
agentes
de
pastoral
ni
ofreceremos
nuevas
actitudes
en
los
párrocos
y
sacerdotes
como
auténticos
discípulos
de
Jesucristo,
pues
sólo
un
enamorado
del
Señor
puede
renovar
la
parroquia
(DA
201).
Hoy
se
necesitan
sacerdotes
con
ardor
misionero,
que
buscan
alejados
y
no
sólo
administradores,
promotores
y
animadores
de
la
diversidad
misionera,
dedican
tiempo
generosamente
al
sacramento
de
la
reconciliación
•
De
nada
sirve
construir
espacios
y
adquirir
instrumentos
pastorales
si
no
hay
personas
activas
que
los
llenen
y
usen.
“Los
mejores
esfuerzos
de
las
parroquias
deben
estar
en
la
convocatoria
y
en
la
formación
de
laicos
misioneros.
Solo
a
través
de
su
multiplicación
podremos
responder
a
las
exigencias
misioneras
del
momento
actual.
Su
campo
específico
es
el
complejo
mundo
del
trabajo,
la
cultura,
las
ciencias
y
las
artes,
la
política,
los
medios
de
comunicación
y
la
economía,
los
ámbitos
de
la
familia,
la
educación,
la
vida
profesional,
y
los
contextos
donde
la
Iglesia
se
hace
presente
solamente
por
ellos”
(A
174).
Los
laicos
deben
participar
del
discernimiento,
la
toma
de
decisiones,
la
planificación
y
la
ejecución
(A
371)
En
la
pastoral
los
instrumentos
a
utilizar
nos
permitirán
reconocer
el
avance
o
estancamiento
de
los
objetivos,
iniciativas,
programas,
métodos
y
personas.
Por
eso
es
importante
definir
actividades
a
realizar
en
el
año
2014.
Para
reforzar
la
iluminación
puede
leer
la
de
la
pág.
50
a
la
52
del
PDP
junto
con
la
parte
tercera
y
cuarta
de
LUMEN
FIDEI
incluso
como
lectura
espiritual
que
permita
entender
que
la
fe
que
se
experimenta
se
comparte.
9.
PARA
LA
PROYECCIÓN
DEL
PROGRAMA
PASTORAL
2014
Tercera
parte
el
actuar
Si
recapitulamos
los
pasos
dados
durante
la
Asamblea
pastoral,
tenemos
por
principio
de
cuentas,
la
comprobación
de
los
compromisos
cumplidos
o
los
que
están
por
realizarse,
en
el
consejo
parroquial,
en
cada
uno
de
los
nueve
equipos
parroquiales,
en
cada
movimiento,
grupo
y
asociación
laical
y
de
la
parroquia
como
tal;
también
tenemos
un
resumen
de
las
posibilidades
y
dificultades
que
la
realidad
nos
ofrece
para
la
renovación
pastoral
de
la
parroquia
en
clave
misionera.
En
la
segunda
parte
nos
retroalimentamos
y
motivamos
con
la
iluminación
teológica
y
pastoral
sobre
el
ser
y
quehacer
del
consejo
y
de
los
nueve
equipos
y
con
el
espíritu
misionero
en
la
parroquia.
En
este
momento,
queremos
impulsar
nuevamente
nuestro
proyecto
y
dar
seguimiento
y
origen
a
nuevos
compromisos
pastorales.
Para
ponerlos
en
práctica
durante
el
2014
y
en
perspectiva
del
2019.
La
tarea
para
esta
parte
es
partir
de
la
realidad
iluminada
con
una
nueva
esperanza
en
el
camino
pastoral
hacia
el
2019,
contemplando
nuestras
Fuerzas,
Oportunidades,
Debilidades
y
Amenazas
y
proponer
acciones
muy
concretas
y
realizables
para
el
año
2014.
Una
vez
realizado
el
FODA,
el
consejo
parroquial,
cada
equipo
de
pastoral,
los
movimientos,
grupos,
asociaciones
etc.
elaborará
un
programa
tomando
en
cuenta
los
objetivos
con
sus
iniciativas
y
en
unidad
y
espíritu
de
la
Misión
Continental
que
incluye:
•
Día,
hora
y
lugar
de
reunión
•
Capacitación,
Oración
y
Comunión
•
Programa
de
Actividades
ACTIVIDAD
RESPONSABLE
TIEMPO
LUGAR
RECURSOS
EVALUACIÓN
Realizada
la
programación
del
consejo
parroquial,
de
cada
equipo
de
pastoral,
de
los
movimientos,
grupos,
asociaciones
etc.
Se
pondrán
en
común
y
se
integrarán
para
constituir
un
programa
parroquial
para
el
año
2014.
El
resultado
de
éste
trabajo
parroquial
se
compartirá
en
el
encuentro
Decanal