2. Érase una vez, María, la protagonista de nuestra
historia, en día de su vida diaria, se despierta
temprano, con tiempo para tomarse un buen
desayuno.
Después de tomar su desayuno, tranquilamente y
sentada, también dedica su tiempo a asearse, es
importante dar una buena imagen y sentirse bien.
Más tarde tiene que ir al colegio, donde tiene un
desgaste energético, por eso para media mañana se
lleva un bocadillo de embutido, a la salida del
colegio ya cansada de la mañana dura que ha
pasado allí, va a casa, ayuda a poner la mesa a su
madre y se sientan las dos tranquilamente a comer,
es un rato en el que aprovechan a hablar de que tal
las ha ido el día, sin distracciones de la televisión, la
radio o sin levantarse cada dos minutos.
3. Al terminar de comer, María tiene su ratito de
descanso, para que la comida la siente bien y ya
que esta a mitad del día todavía, recuperar un poco
de energía, algún día aprovecha y si esta cansada
se echa un poco en la cama, pero no la gustan las
largas siestas.
Al finalizar su rato de descanso y haber echo toda
su tarea, porque la gusta llevar las cosas al día,
para luego no encontrarse con situaciones de
estrés, María aprovecha para hacer algo de deporte,
4. la gusta dedicar todos los días media horita para
moverse y mantenerse en forma, sale a correr, a
andar en bici o va al gimnasio. La gusta cuidarse.
Para terminar el día cena en familia, una cena ligera
pues ya no va a necesitar tanta energía para
soportar el día, pues en breves se ira a la cama a
descansar, para ella es importante dormir el tiempo
suficiente para sentirse bien y no estar agotada.