El documento describe los posibles efectos de la desaparición repentina de la población humana en la Tierra. Las ciudades, carreteras y principales monumentos se deteriorarían sin mantenimiento. Las fábricas dejarían de funcionar al no haber personas que las operen y les provean combustible. La electricidad dejaría de estar disponible. Los animales terrestres se verían afectados por la falta de alimentos y la contaminación existente.