La educación náhuatl se centraba en el desarrollo del carácter y la responsabilidad social a través de la observación, la práctica y el servicio a la comunidad. Los niños aprendían de los ancianos y participaban en actividades que beneficiaban a todos, como la agricultura y la construcción. El objetivo era enseñar valores como el respeto, la honestidad y la compasión para que cada persona pudiera vivir en armonía con los demás.