Crónicas

1. TAXISTA POR OBLIGACION
José Urrego trabaja como taxista hace tres años en Medellín. Decidió entregarse a
este oficio porque fue la única opción laboral que encontróal regresar de Estados
Unidos.
En el exterior vivió haciendo parte de un proceso de asilo político. Y un día, sintió
que ya había cumplido un ciclo en su vida, y que el objetivo de conseguir una
propiedad acá, en Colombia, ya era una realidad. Y esa fue suficiente motivación
para volver.
A José lo encuentras a diario estacionado en el acopio de taxis de la carrera 70 de
la Universidad Pontificia Bolivariana.
(llegó en el dos mil a Estados Unidos, estuve desde el dos mil hasta noviembre de
2009)
¿qué te motivó a trabajar como taxista? “porque el carro era de mi papá, y él lo
tenía, (¿este carro es una herencia?) no es una herencia en sí, porque no me lo
ha dicho así, pero digo yo, por ser él, papá e hijo, pues se dio: “mijo yo tengo ese
carro ahí, no lo estoy necesitando afortunadamente para mi manutención, (es una
persona jubilada como educador), entonces me dijo: coja ese carro, mientras se
organiza. Empecé a llevar hojas de vida, en lo que yo hacía antes ””