Richard era una persona emprendedora y siempre estaba ahí para su familia. Era feliz y entregado a su profesión, sacándole provecho a las cosas. Cada día fortalecía su lazo de unión con Hachiko, su perro, quien lo llevaba a la parada de trenes y luego iba a recogerlo, mostrando que la amistad puede superar cualquier problema.