1. Estaba Marsha sentada
En su clase de Literatura,
Y cuando más entrtenida estaba
Apareció cierta criatura.
La muerte le decía:
-Marsha, es hora de partir,
Anda! No te pongas necia
No tengo quien sepa traducir!
Marsha teniía sus dudas:
La muerte la convencía,
Pero … al fin resolvió sus preguntas,
Y, como con sus alumnos se divertía,
Continuó disfrutando lo que mejor hacía.
2
Magdalicia Morales Córdova
200703924
Docencia