La cartera corporativa es un conjunto de inversiones que una empresa mantiene para generar ganancias a largo plazo. Contiene acciones de otras compañías que se adquieren con la intención de obtener dividendos, así como ganancias de capital a través del aumento del precio de las acciones a lo largo del tiempo. La composición y el rendimiento de la cartera dependen de las decisiones de inversión tomadas por los administradores de la empresa.