El poema describe la risa de un niño como una fuerza poderosa y liberadora frente a la tristeza representada por la cebolla y el hambre. A través de imágenes de la luna, la cuna y los dientes crecientes, celebra la inocencia de la infancia frente a las complejidades del mundo. Concluye comparando al yo poético con una laguna tranquila que espera ser descubierta y admirada.
17. Frontera de los besos
Serán mañana
Cuando en la dentadura
Sienta un arma
18. Sientas un fuego
Corre dientes abajo
Buscando el centro
Vuela niño en la doble
Luna del pecho
Él, triste de cebolla
Tu satisfecho
No te derrumbes
No sepas lo que pasa ni lo que ocurre
19.
20. Unas veces me siento
Como pobre colonia
Y otras como montaña
De cumbres repetidas.
21. Unas veces me siento
Como un acantilado
Y en otras como un cielo
Azul pero lejano
22. A veces uno es
Manantial entre rocas
Y otras veces árbol
Con las ultimas hojas
23. Pero hoy me siento apenas
Como laguna insomne
Con un embarcadero
Ya sin embarcaciones
Una laguna verde
Inmóvil y paciente
Conforme con sus algas
Sus musgos y sus peces,
Sereno en mi confianza
Confiando que en una tarde
Te acerques y te mires,
Te mires al mirarme