1. Lo mejor que se debería hacer con los muertos, es enterrarlos, pero no todo el mundo piensa igual.
2. Henri BiotFue procesado por vandalismo en 1886, con 26 años de edad. Su delito consistió en introducirse a medianoche en el cementerio de Saint Ouen, desenterrar el cadáver de una joven de 18 años y realizar la cópula con el mismo. Tras el acto se durmió, huyendo a la mañana siguiente por temor a ser descubierto. Meses más tarde realizó lo mismo, pero fue encontrado (se había quedado dormido nuevamente). Durante el juicio, en el que fue condenado a dos años de prisión, le dijo al magistrado¿Qué quiere usted? Cada uno tiene sus pasiones, y la mía son los cadáveres
3. Carl Tanzler Carl Tanzler era un radiólogo de Key West (Florida) que desarrolló una obsesión mórbida por Elena Milagro Hoyos (1910-1931), una de sus pacientes que murió de tuberculosis en 1931 en el hospital. Con el permiso de sus padres Carl Tanzler mandó construir un mausoleo para evitar que se descompusiera bajo tierra. Visitó la tumba cada noche y antes de 1933 había llevado el cuerpo a su casa y lo había metido en su cama. Restauró su cuerpo como mejor pudo y tenía un guardarropa lleno para vestirla.
4. Algunos necrófilos se aparean únicamente con partes del cadáver que, previamente, disecan. Un vagabundo madrileño, en 1999, fue detenido tras haberse cargado unos cuantos colegas del mismo sexo. Unas partes se las comía, por ejemplo, los genitales, mientras que las cabezas las guardaba para copular oralmente introduciendo su pene por las bocas del patético despojo hasta que la podedumbre le aconsejaba tirarlas al contenedor de basura. Cuando, detenido, se le preguntó por sus motivos para el canibalismo, dijo en tono exculpante: "Lo hice porque tenía hambre".