2. Querido perro: Lamento que te hayan enviado a la perrera por la lámpara rota que no rompiste, por el pececito dorado extraviado que no te comiste, y por la alfombra húmeda que no orinaste. Las cosas en la casa están más calmadas ahora, y para demostrarte que no hay resentimientos, te envío esta foto para que me recuerdes siempre. Tu amigo, El gato.