1. El caminante<br />Una mañana, un hombre paseaba en la playa. De repente, sintió dolor, y, todo se volvió oscuro. Intentó buscar luz, pues ni siquiera podía ver sus extremidades. Intentó recordar lo último que hizo. Empezó a andar, pero no apreció ningún cambio. Pensó que podría haber muerto, pero, ¿qué le esperaba ahora? Esa desolación no le inspiraba nada. Se paró a pensar.<br />Estoy aquí en medio de la nada. Nada de lo que tenía me sirve ahora. ¿Para qué querría gastar todo mi esfuerzo en posesiones materiales que ahora ya no están? Mientras tanto, personas y otros seres vivos mueren cada minuto por nuestra avaricia. Tenemos misiles guiados y hombres desviados, ¿para qué? <br />Mientras seguía pensando, tuvo la empezó a entender lo que ocurría, pero le frustraba la tardanza de su pensamiento.<br />Quizá debería aceptar la muerte y escapar del bullicioso mundo –pensó-.<br /> Sin embargo, sé que a la gente poco le importa esto, pues no les importa lo que ocurra fuera de su entorno de falsa riqueza y pertenencia. Todos nos daremos cuenta cuando sea demasiado tarde. <br />Fue entonces cuando sintió una sabiduría plena, pero afán de habla. Se despertó y entonces todo lo vio. Solo estaba desmayado.<br />Jorge Vera Moreno, 3ºC<br />*Concurso<br />