El poema invita a los lectores a unirse a los ángeles en el cielo para alabar a Cristo, el Salvador, quien murió en la cruz para dar vida a la humanidad. También insta a los mortales a cantar con ardor a Cristo, quien merece poder, dominio y honor por siempre. Finalmente, pide a los lectores elevar su voz con gozo y bendecir alegremente a Cristo junto con los ángeles de Dios.