El aparato digestivo humano está compuesto por una serie de órganos que trabajan juntos para digerir los alimentos, absorber nutrientes y eliminar los desechos. Incluye la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso y el ano. Estos órganos mecánicamente procesan y químicamente descomponen los alimentos para extraer nutrientes y energía que el cuerpo puede utilizar.