3. Tras seis meses de duro entrenamiento se da cuenta de que todos sus compañeros le siguen inflando a ostias.
4. Mosqueado como solo un tomellosero puede estarlo va a ver al maestro Miyagui.
5. El tomellososero le cuenta al maestro lo ocurrido. El maestro Miyagui le pregunta: Pequeño Tomellosero: ¿Escuchas el revoloteo de las graciles mariposas en lo profundo del crater del monte Fujiyama mientras realizan la danza de apareamiento?
6. El pequeño Tomellosero le responde: “Si, maestro, escucho el revoloteo” El maestro Miyagui le vuelve a preguntar: Pequeño Tomellosero: ¿escuchas el leve ruido provocado por las zarpas del tigre de bengala en posición de alerta mientras persigue incansablemente a las pobres gacelas que rumian tranquilas en las colinas del monte Fujiyama?
7. El pequeño Tomellosero le responde: “Si, maestro, escucho el leve ruido de las zarpas del tigre de bengala”. El maestro Miyagui se queda mirándole y le dice: Pero como no quieres que te inflen a ostias si no estás na más que a las TONTÁS