Un joven necesitaba dinero urgentemente y puso un cartel ofreciendo servicios sexuales a diferentes precios dependiendo de la ubicación. Una anciana vio el cartel, reunió dinero y se lo llevó al joven pensando que quería estar en la cama. Sin embargo, cuando el joven le preguntó cuál era su elección, la anciana respondió astutamente que quería estar cuatro veces en el suelo, el precio más bajo.