1. Carlos Raby Wodehouse:
EL SEÑOR DE LOS CABALLOS
Carlos Raby Wodehouse, descendiente directo de varios de los fundadores del Valparaíso
Sporting Club, sólo tuvo una gran afición desde pequeño: los caballos. Si, desde que naciera en
Melipilla el 13 de enero de 1907 se caracterizó por cultivar la tradición heredada por sus
ancestros, y cómo no, si era sobrino de Geoffrey Bushell, fundador del ya tradicional Haras Santa
Isabel, también sobrino de Victor Raby, director del Valparaíso Sporting Club, co-propietario
del mismo haras y uno de los más recordados preparadores en el ámbito hípico de los años ’20, y
siguiendo con su parentesco Carlos Raby Wodehouse, era primo del que fuese un miembro
activo de nuestro hipódromo como Director y Presidente, Lionel Wodehouse.
El hecho que sus estudios lo distanciaron por un tiempo de nuestro país, no fue en balde, ya que
el contacto con la tierras que vieron nacer el turf en Inglaterra, más específicamente, en
Newmarket a principios del siglo XVII, fue un gran aporte en su formación y desarrollo posterior
como turfman el que sin duda, explotó en el Haras Santa Isabel.
Carlos Raby Wodehouse, junto a su tío, fueron los primeros que importaron potros a Chile
desde Inglaterra, para luego dejarlos en cuarentena en El Salto. A través de ese proceso y de
muchos otros, la actividad hípica hecha por este ‘’señor de los caballos’’ siempre sorprendió con
técnicas innovadoras y audaces para la época y el turf nacional.
Además, de ser un destacado turfman, Carlos Raby Wodehouse, fue un eximio jugador de
polo en sus años de juventud, el equipo que conformó con sus hermanos tuvo el honor de ser
designado como el mejor del país.
Es natural que con su tradición familiar hípica, Carlos Raby Wodehouse, tuviera ciertas
cualidades que le permitieran distinguir y apreciar a los caballos de carreras por si mismos. Era
frecuente que sorprendiera a sus amigos, también amantes del turf – como los preparadores de
gran prestigio, César Covarrubias y Guillermo Urquidi - , como los nombres de los caballos cuando
éstos se paseaban en la troya y era imposible saber cual era cuál.
Sus conocimientos y gran habilidad en materia turfística, llevó al Valparaíso Sporting Club a
nombrarlo como ‘’Comisario’’ en la década de los ’50. Cabe recordar que esta designación es de
vital importancia para el adecuado desarrollo de las carreras de caballos, ya que es precisamente
la Junta de Comisarios ‘’la autoridad máxima de los hipódromos en días de carreras y la que está
encargada de velar por el correcto desarrollo de éstas y cumplimiento de la parte hípica de cada
reunión’’.
2. Lamentablemente, Carlos Raby Wodehouse, no pudo seguir disfrutando de su eterna pasión,
las carreras de caballos, ya que en forma repentina murió a muy temprana edad, en1957. Sin
embargo, la tradición hípica de aquellas familias inglesas que llegaron en el siglo pasado al puerto
de Valparaíso y perpetuaron en la hípica el amor hacia los caballos, no se extinguió en Carlos
Raby Wodehouse – al que cariñosamente le decían ‘’Don Lilo’’ - Por el contrario, se
preserva con orgullo en la labor de sus hijos, Carlos, Sonia y Cecilia, y de sus nietos, representados
a través del Stud Los Treiles.