Muchos fármacos liposolubles se almacenan por solución física en la grasa neutra. En personas obesas, el contenido de grasa del cuerpo puede ser tan alto como de 50%, e incluso en las magras constituye 10% del peso corporal; por consiguiente, la grasa puede servir como un reservorio para fármacos liposolubles debido a su flujo sanguíneo relativamente bajo.