Las redes sociales han experimentado un crecimiento exponencial en los últimos años, con miles de millones de usuarios en todo el mundo que comparten actualizaciones y contenido en plataformas como Facebook, Twitter e Instagram. Estas herramientas digitales han transformado la forma en que las personas se comunican y se mantienen en contacto, pero también plantean nuevos desafíos en torno a la privacidad de datos, la desinformación y el bienestar digital.