Este poema alaba al Señor por rescatar al autor de la muerte y sanar su dolor a través de Su propia sangre derramada por amor. El autor expresa que el amor, misericordia y bondad del Señor son más grandes que los cielos y por siempre lo alabará.
1. Alaba alma mía al Señor
Todo mi ser alabe Su Nombre
Jamás olvide tanta bendición
Todo mi ser alabe Su nombre
Tú me has rescatado de la muerte
Has sanado mi dolor
Por Tu propia sangre derramada por amor…
¡Cuán grande es Tu amor y tu misericordia
Más alta que los cielos!
¡Cuán grande Tu bondad, y tu compasión Señor,
Por siempre alabaré!