La acción humana ha tenido un gran impacto en los ecosistemas durante el último siglo, modificando la naturaleza para su propio beneficio y produciendo miles de sustancias químicas que se han difundido por la atmósfera, agua, suelos y biosfera. Diferentes actividades humanas como la tala de árboles, la caza y la pesca alteran los ecosistemas, y el deshielo causado por el calentamiento global también está afectando las costas. Para evitar mayores consecuencias, es necesario reducir