Islandia: naturaleza extraordinaria y cultura única
1. Islandia
(agosto de 2012)
Arantza, Karmele,
Nerea y JosuKa
11 de marzo de 2014
Islandia (Ísland) es una isla y país
homónimo del Atlántico norte (alrededor
de la latitud 66º N) con una extensión de
poco más de 100.000 km2, en la que viven
unas 330.000 personas ―lo que hace una
densidad 30 veces menor que la española
o 75 que la alemana―, pero es que además
casi la mitad de ellas residen en la capital,
Reikiavik (Reykjavík), o sus alrededores.
A pesar de su lejanía del continente y del
clima extremo, Islandia fue poblada de
forma permanente ya en el s. IX, estando
entre sus orgullos nacionales el Alþingi,
primer parlamento de la historia contemporánea occidental, su literatura medieval,
conformada por los edda y las sagas, y la
propia lengua islandesa, que se preserva
con especial delicadeza.
Es uno de los países más avanzados del
mundo, sobre todo en lo social y cultural,
aunque sufrió convulsiones con la crisis
financiera ―no obstante, no tan revolucionarias como llegó a decirse―.
La naturaleza de Islandia es extraordinaria en todos los órdenes. Motivos
recurrentes del país son los grandes
glaciares y las montañas que mantienen
la nieve incluso en verano; los paisajes
abiertos, casi infinitos y despoblados de
árboles, solo esporádicamente salpicados
de la escasa presencia humana; el intenso
vulcanismo, y actividad geológica asociada, que aportan el mayor contraste
imaginable al clima y generan saltos paisajísticos extremos e imposibles en cortas
distancias, además de posibilitar la
generación de energía geotérmica o baños
climatizados; y atracciones naturales
que pueden llegar a ser colosales, como las
numerosas cascadas, frente a las construcciones de la civilización, recogidas y
ligeras, como las pequeñas iglesias típicamente escandinavas.
2. Imprescindibles
Los 10 imprescindibles de Islandia (tal
como nosotros los vimos, en el sentido de
las agujas del reloj):
1. La
península
del
volcán
Snæfellsjökull, con una referencia
literaria mítica.
2. Avistamiento de ballenas
y
frailecillos en Húsavík.
3. El lago Mývatn, agua y fuego
(actividad volcánica) a partes
iguales, con paisajes increíbles y
paseos agradabilísimos.
4. El cercano Parque Nacional de
Jökulsárgljúfur, donde un río
desbocado horada construcciones
basálticas alucinantes a través de
inmensas cascadas y cañones.
5. El lago Jökulsárlón es, para
nosotros, una de las maravillas no de
Islandia, sino del mundo, y justifica
él solo el viaje.
6. La península de Skaftafell,
donde conviven el inmenso glaciar
Vatnajökull y una zona vegetal
única en la isla.
7. El Círculo Dorado, trío de
atractivos naturales a cual más
deslumbrante, pero que además
aloja la historia sagrada de los
islandeses.
8. Bláa Lónið o Laguna Azul es el
máximo exponente de piscina
geotermal islandesa, y otro de los
lugares a los que no se puede dejar
de acudir.
9. Reykjavík, por supuesto, porque
recoge como capital del país el
carácter diferente y peculiar del
mismo; pero también lo hacen otras
ciudades como Akureyri.
10. Lo que no vimos: la aurora boreal,
las montañas de colores de
Landmannalaugar, Askja y todo
el interior, de difícil acceso, de la
isla, el sol de medianoche… cada
uno de ellos comparables a los nueve
‘imprescindibles’ anteriores y que
hacen que esta lista se esté
quedando muy corta y nos hagan
soñar con volver enseguida.
Acabaremos con un repaso a comer y
dormir y otros detalles prácticos que
puedan ser relevantes.