La película Con faldas y a lo loco, dirigida por Billy Wilder en 1959, sigue a dos músicos en los años 20 que deciden disfrazarse de mujeres para unirse a una banda femenina y viajar a Florida. Jack Lemmon y Tony Curtis interpretan a los músicos y se ven envueltos en numerosas situaciones cómicas debido a sus disfraces. La película parodia las películas de gángsters de la época y cuenta con actuaciones estelares de Lemmon, Curtis y Marilyn Monroe.
1. CON FALDAS Y A LO LOCO (1959)
Director: Billy Wilder.
Intérpretes: Jack Lemmon, Tony Curtis, Marylin Monroe, George Raft.
Con guión de I. A. L. Diamond ("El Apartamento", "Uno, Dos, Tres") y Billy
Wilder ("El Apartamento", "Uno, Dos, Tres").
Años 20. Dos músicos, Joe (Tony Curtis) y Jerry (Jack Lemmon), después de presenciar
la matanza del día de San Valentín en la fría y ventosa Chicago, deciden camuflarse
como mujeres en una orquesta femenina que viaja con destino a la soleada y cálida
Florida....
Gloriosa farsa, sensacional juego de falsas identidades y equívocos. Billy Wilder
utiliza esas claves humorísticas para parodiar el cine de gángsters y filmar una de las
mejores comedias de la historia del cine. Escribe junto a su habitual colaborador I. A. L.
Diamond un guión al que no le sobra ni una frase, todo es un perfecto engranaje para
situar las peripecias de la travestida pareja dentro de un sinfín de situaciones
desternillantes.
Wilder hilvana con maestría una escena detrás de otra ofreciendo una lección de
agilidad narrativa y mostrando una cómica visión de la época de finales de los felices
años veinte con diversas referencias, ya sean sociopolíticas como la ley seca, ya sean
culturales en las citas a los ídolos del cine mudo Rodolfo Valentino y Ramón Novarro
o al cantante Rudy Vallee. También, y a ritmo de jazz, la película destila una maligna
visión del hombre desde el punto de vista femenino.
Jack Lemmon y Tony Curtis están espléndidos en sus papeles, convirtiéndose el
primero en uno de los actores fetiche del director de origen austriaco. Marilyn Monroe,
vestida por Orry-Kelly (quien obtuvo el Oscar al vestuario por esta película), demuestra
sus cualidades como actriz de comedia y a cantar con dulzura temas clásicos como "I
Wanna Be Loved By You" o "I'm Through With Love".
George Raft se autoparodia representando el papel de gángster que tantas veces había
encarnado en los años 30, entre ellos en "Scarface" de Howard Hawks junto a Paul
Muni.
"Nadie Es Perfecto", la popular frase final dicha por Joe E. Brown, que interpreta a un
añoso y simpático millonario que vive una estrambótica relación amorosa con Jack
Lemmon (el baile entre ambos de "La Cumparsita" es un sublime momento cómico),
pone fin a esta obra maestra de un director verdaderamente extraordinario.