1. ISLAS GALAPAGOS
Las islas se elevan en la Plataforma Galápagos, un plateau submarino basáltico localizado
entre 360 y 900 metros bajo la superficie del océano.
Es un archipiélago enteramente volcánico, y sólo la Isla Isabela está formada por 6
volcanes de lado a lado, de los cuáles cinco son activos.
Las Galápagos están catalogadas como un "hot spot", que es un área de alto flujo térmico
y de una intensa actividad sísmica y volcánica, sujeta a variadas erupciones anuales.
(Constant 1997)
El archipiélago se encuentra en la placa de Nazca, justo en el límite con la placa Cocos, lo
que ha explicado que las islas del Este sean más antiguas que las del Oeste. Al formarse
una isla luego de una erupción, la placa se habría movido hacia el Este (junto con la isla),
y luego se habría formado una nueva isla con otra erupción, la cuál estaría ubicada al
Oeste de la anterior, y así sucesivamente. ( Constant 1997)
Así, las islas más antiguas se habrían originado hace unos 5 millones de años (Caccone
1999), mientras las más nuevas sólo tendrían 700.000 años (Constant 1997).
Según Christie (1992), las edades radiométricas para las islas sumergidas, podrían ser de
entre 5 y 9 millones de años, consistente con el movimiento predicho de las placas. Esto
indicaría que la edad disponible para la especiación de los organismos, es mucho más
larga que la edad de las islas actualmente existentes.
2. Colonización y Asentamiento de los organismos
La primera observación al pensar en islas oceánicas, es que en su origen no existía vida
en ninguna forma sobre ellas. La gran distancia entre las islas y el continente hace muy
difícil para los organismos terrestres llegar a ellas, aún teniendo buenos métodos de
dispersión. Lógicamente, plantas y animales con buenas estrategias de dispersión, tienen
mayores posibilidades de llegar a las islas y colonizarlas si las condiciones son favorables.
La consecuencia de este fenómeno, es una flora y fauna desbalanceada en comparación
con el continente. La palabra "disharmonic" es utilizada para definir esta condición
(Constant 1997), siendo las Islas Galápagos un buen ejemplo de ella. Un ejemplo de ello,
es que los vertebrados están bien representados por aves y reptiles, sin embargo, los
mamíferos nativos están escasamente representados, mientras los anfibios y peces de
agua dulce están totalmente ausentes.
En plantas, gimnospermas y monocotiledóneas están casi ausentes y sólo existen unas
pocas especies de árboles endémicos.
Cualquiera de las especies aquí presentes, en algún momento tuvieron que cruzar más de
1.000 Km. de océano y teóricamente esto pudo haberse efectuado sólo de tres formas:
flotando en el mar o en una balsa natural; dispersados por el viento o volando; o
transportados en el cuerpo de otro organismo, por aire o por mar.
En el transporte por el agua, las semillas de muchas plantas pudieron ser arrastradas
flotando en la superficie del agua, así como las tortugas pueden flotar ya que tienen un
"bolsillo" con aire entre la caparazón y el cuerpo. Así también algunas balsas naturales
como troncos de árboles pudieron haber transportado los primeros insectos y también
algunos reptiles (Constant 1997).
En el transporte aéreo, muchos insectos pueden haber sido arrastrados por grandes
corrientes aéreas, así como también muchas semillas que pueden resistir bajas
temperaturas. La baja representación de mariposas en las islas es debido a que sus alas
son muy frágiles y las larvas muy sensibles. (Constant 1997).
El transporte en otros organismos es llevado a cabo, en general, por aves que traen
semillas en sus estómagos, entre sus plumas o en las patas. De las 607 especies de
plantas que existen en las Islas Galápagos, se ha estimado que el 59% fueron
transportados como semillas por aves, el 32% por el viento, y un 9% por el océano, sin
considerar las especies introducidas por el hombre. (Constant 1997)
Una vez en las islas, cada organismo debe encontrar un sustrato y nutrientes para
sobrevivir. El asentamiento es vital para colonizar la isla con éxito.
Luego de que los organismos se han logrado establecer, deben reproducirse para asegurar
la sobrevivencia de la especie. Los organismos hermafroditas, tienen una ventaja en este
aspecto, ya que no deben encontrar un individuo complementario de su misma especie
para reproducirse.
Finalmente, los herbívoros deben encontrar plantas para alimentarse, por lo tanto, las
plantas deben haberse asentado antes que los animales.