2. El respeto o reconocimiento es la consideración de que alguien o incluso algo tiene un valor por sí mismo y se establece como reciprocidad: respeto mutuo, reconocimiento mutuo. El término se refiere a cuestiones morales y éticas, es utilizado en filosofía política y otras ciencias sociales como la antropología, la sociología y la psicología.[1] El respeto en las relaciones interpersonales comienza en el individuo, en el reconocimiento del mismo como entidad única[2] que necesita que se comprenda al otro.[3] Consiste en saber valorar los intereses y necesidades de otro individuo en una reunión.[4
3. El respeto consiste en el reconocimiento de los intereses y sentimientos del otro en una relación. Aunque el término se usa comúnmente en el ámbito de las relaciones interpersonales, también aplica a las relaciones entre grupos de personas, entre países y organizaciones de diversa índole. No es simplemente la consideración o deferencia, sino que implica un verdadero interés no egoísta por el otro más allá de las obligaciones explícitas que puedan existir.
4. Lo esencial de toda determinación de la voluntad, como voluntad libre, es que sea determinada sólo por la ley. Esto significa que como voiuntad libre excluye toda inclinación o impulso sensible, y en tanto éstos se fundamentan en algún sentimiento, excluye todo sentimiento (libertad negativa) que ni de forma antecedente o coadyuvante podría determinar nuestra elección. Contra el empirismo de Hume, Kant sostiene que los sentimientos no son el origen de la moralidad sino que ésta se determina, únicamente, por la ley moral.