1. Grupo 443<br />Solórzano Osuna Luis Abraham <br />Reporte de lectura: El si de las niñas<br />En la obra los personajes son: Doña Irene, Simón, Rita, Calamocha, Don Diego, Doña francisca, Don Carlos. La obra esta escrita por Leandro Fernandez de Moratín y la obra trata de Doña Irene es la madre de Doña Francisca (a quien también se la llama Paquita), y que la obliga a casarse con Don Diego, un señor que vive en Alcalá De Henares. Doña Irene y Rita (una criada de Doña Irene) van a Guadalajara a por Doña Francisca, que estudia interna en un colegio de monjas. <br />La historia comienza cuando hay una conversación entre don Diego y su sirviente Simón, el primero le dice al segundo que se ha fijado en una joven llamada Paquita, que le gusta mucha por su sencillez, amabilidad, belleza, humildad, graciosidad y por su talento. Don Diego y simon, están preocupados por el retraso que han tenido y esque el propósito de esta visita era que doña francisca y Don diego se conocieran mejor y se ivan a ir en la mañana a Guadalajara. Una noche Don diego descubre que doña irene obligaría a doña francisca a casarse con el, lo cual ignoraba totalmente.<br />Don Carlos va a ver a Doña Francisca, y viendo que no estaba en Guadalajara, la va a ver a Alcalá De Henares, donde la encuentra en una posada. Don Carlos la conoció llendo hacia Zaragoza, pero se paró en Guadalajara, y allí le invitaron al cumpleaños de Doña Francisca, y así se enamoraron. <br />Todas las noches iba Don Carlos a hablar con Doña Francisca a Guadalajara. Recibió una carta de Doña Francisca diciendo que su madre iba a obligarla a casarse con otro señor, Don Diego, que sin Don Carlos saberlo, era su tío. Montó a caballo, y no la encontró en Guadalajara, así que fue a Alcalá De Henares, donde la encontró.<br /> Ya estando con ella tenían una señal para hablar a escondidas, que era dar tres palmadas, despertó a Don Diego y Simón, y vieron que Doña Francisca y Rita estaban levantadas, y es que Don Carlos les dio una carta por la ventana de la posada. La tomaron Don Diego y Simón y la leyeron, y se enteraron de todo.<br />Don Diego habla a solas con Doña Francisca, le pregunta por qué estaba tan disgustada, que seguro que era porque quería casarse con otro. Ella le dijo que no, que no quería casarse con nadie (porque Don Carlos se había ido sin avisarla), pero se casaría con él por obedecer a su madre. Don Diego le dijo que esa era muy buena educación, ocultar los sentimientos, actuar como esclava de su dueño, como lo estaba haciendo ella.<br /> Entonces Don Diego mandó a Simón que trajera a ese señor que le mando la carta, pasa un tiempo y Sube Simón, avisando a Don Diego de que Don Carlos esperaba abajo, y le dicen que suba, y se puso a hablar con él. <br />Don Diego le pregunto que porqué le mandaba esa carta a doña francisca, y que cómo, cuando y dónde se conocieron él y Doña Francisca. Don Carlos le estuvo explicando que el año anterior, cuando iba a Zaragoza, un jefe suyo le invitó al cumpleaños de su mujer, allí estaba Doña Francisca, y se gustaron. El fingió llamarse Don Félix de Toledo, para que su tío no se enterara y que se había enamorado de ella.<br /> Más tarde sale Doña Francisca y Rita y descubren a Don Carlos y Don Diego hablando y ellas disimulan que no saben nada. Pero al final sale Doña Irene y le cuentan entre Don Diego y Doña Francisca que ella no está enamorada de Don Diego, sino de Don Carlos. Así que Doña Irene se molesta y le va a pegar, pero sale Don Carlos y la protege, . Doña Irene se escandaliza y le explican quien era el muchacho. Don Diego reconoce que debe cederle Doña Francisca a su sobrino. Dice que cada vez que viese a los hijos de esta pareja, recordaría que habían nacido gracias a su acertada decisión de dejarlos a ellos juntos. Y al final cede la mano de Doña Francisca a su querido sobrino Don Carlos.<br />La comparación entre neoclasicismo y teatro griego es que tratan de estudiar las culturas pasadas o lejanas, aunque el teatro griego mete más a los dioses de la antigüedad como Zeus y algunos otros.<br />Moratin F. El si de las niñas (1792) Madrid:alianza editorial. pag 120<br /> <br /> <br />