Chile ha experimentado 30 años de democracia desde el fin de la dictadura militar en 1990. Durante este periodo, el país ha visto un crecimiento económico constante y se ha convertido en una de las economías más estables de América Latina, aunque persisten desafíos como la desigualdad y una necesidad de reformas al sistema de pensiones. Chile ahora se enfrenta a una nueva era de oportunidades y cambios bajo su democracia consolidada.