2. La Diablada, se desarrolla en el
cantón Píllaro, perteneciente a la
provincia de Tungurahua,
ubicada en los Andes centrales, se
la realiza al inicio de cada año, la
primera semana del mes de enero
y tiene una duración de siete días.
3. La denominación nace y se consolida, en
un proceso histórico de aceptación de la
“Danza de diablos” de Indígenas-Mineros,
hacia toda la sociedad de Oruro, este
proceso abarca el periodo de 1789 a 1944
donde las agrupaciones de “comparsas de
diablos” se llamarían “Diablada”.
Finalmente en 1904 nace la primigenia
“Diablada” con el rótulo de la “Gran
Tradicional Autentica Diablada Oruro”,
con música, vestimenta, coreografía y
trama definidas. Este periodo culmina y
consolida con la fundación de nuevos
grupos de Diablada en 1944
4.
5. Las máscaras son únicas para ésta
celebración, sus diseños y formas son
creación de cada uno de los diablos, son
elaboradas mediante técnicas manuales y
suelen ser trabajadas en papel maché y
madera, su peso es considerable. Los
diablos son orgullosos de sus realizaciones y
las preparan durante todo el año.
6.
7. Durante los días de celebración los diablos
son dueños por completo de las calles de
Píllaro.
Esta fiesta ha superado el núcleo
comunitario ya que intervienen grupos de
personas pertenecientes a diferentes
comunidades, barrios o caseríos, así como
de las parroquias rurales. Los Diablos de
Píllaro en su festividad que se desarrolla
del primero al seis de enero de cada año,
aglutinan al pueblo pillareño con la
participación de hombres y mujeres de
diferentes edades y condición social.
8. Los diablos se han tomado la plaza, sus
movimientos contagian, animan a unirse a
ellos, causan asombro y deslumbran a
todos quienes se atreven a invadir la plaza
sin traje y que seguramente el año
venidero intentarán ser diablo, no cuesta y
todos pueden serlo.
La tradición es de padres a hijos y así, toda
una familia puede ser.
9. La Diablada no es una celebración al
“demonio” sino una tradición y como
tantas otras particularizan un hecho
importante entre las parroquias que
conforman el cantón.
Todos se conocen, algunos se ven
únicamente en esta tradición, todos
forman parte de la celebración, la
tradición es incluyente y respeta las
características de cada uno de sus actores.