4. CAMBIOS DE LA NARRATIVA

8. Fue un niño muy inquieto y audaz, en sus juegos ya demostraba un sentido de justicia a los 12 años marchó a la ciudad mexicana de Valladolid (actual Morelia), donde realizó sus estudios en el Colegio de San Nicolás. Ya adolescente en 1770, marchó a la ciudad de México para cursar estudios superiores. Fue ordenado sacerdote a los 25 años. Para mejorar las condiciones de sus feligreses indígenas, les enseño a cultivar viñedos, criar abejas y dirigir pequeñas industrias. Esto hizo que todos lo siguieran y adoptaran sus ideas de la Ilustración. Desde pequeño mostro un gran afecto a los indígenas con los que convivía cuando estudiaba en la escuela que su padre construyo en la hacienda. Miguel creció en esas tierras tan fértiles, en donde había frutos como el aguacate, el durazno y el membrillo. Ahí aprendió a cultivar y ahí se volvió un amante de los huertos, pero sobre todo de los álamos que se veían formados por todos los caminos de Pénjamo. Cómo le gustaba ir al río y a las lagunas cercanas, en donde había garzas y conejos. Ese fue el paisaje de la infancia de Miguel Hidalgo. Ese pequeño mundo llevaba en la cabeza cuando se lanzó a pelear por la Independencia y, sobre todo, pensaba en las injusticias de ese lugar cuando buscaba liberar a los mexicanos de la pobreza y de la esclavitud.

9. Estas ideas lo llevaron a luchar aun en contra de sus principios religiosos, lo cual provoco que lo excomulgaran y cuando lo sentenciaron a muerte pidio que no lo vendaran de los ojos (como le hacian a los tridores y que dispararan en su mano derecha, la cual la coloco en el pecho junto al corazón. Le cortaron la cabeza y la expusieron en una torre de la alhondiga de Granaditas como advertencia a los insurgentes . La vida de este personaje es un digno ejemplo para las personas que defienden sus ideales aun en contra de sus principios